Tom Likes, que trabajaba como ingeniero asistente en los estudios Caribou durante la época en que Supertramp registró allí su álbum "Even in the quietest moments", recuerda en su blog "Caribou Tales" una curiosa historia relacioanda con la grabación de la canción "Give a little bit".

Después de leer esta historia, ya nunca volveréis a escuchar “Give a little bit” de la misma forma... ¡Por supuesto, también estoy seguro de que Supertramp jamás imaginó que la canción sería utilizada para un anuncio de detergente!

Frank era un enorme gato blanco y negro que vivía en el estudio de Caribou. En realidad, vivía donde mejor le parecía… Se pasaba el día cazando roedores. Cada vez que atrapaba uno, se lo llevaba hasta la cabaña y procedía a comérselo. De noche, muchas veces le confundían con un pequeño puma, sobre todo cuando alguien oía sus pisadas a su espalda.

Pues bien, el día que estábamos grabando la guitarra acústica para la canción de Supertramp “Give a little bit”, Frank estaba dando vueltas por el estudio. Roger quería conseguir un sonido ‘especial’ con sus guitarras acústicas, y se le ocurrió la idea de grabarlas en el ascensor.

El ascensor del estudio no era realmente un ascensor. Se trataba de un elevador hidráulico, similar al que utilizan en los talleres para levantar un coche y trabajar debajo de él. Su suelo no era una placa metálica, sino que estaba hecho de madera, para que encajase con la decoración del estudio.

Aquello significaba que el ascensor no era una ‘habitación’ cerrada. Tenía paredes en tres de sus lados, pero la parte frontal estaba abierta. Unas puertas de metal impedían que alguien pudiera caer accidentalmente desde la segunda hasta la primera planta.

El estudio estaba en la segunda planta, así que Roger colocó una silla en el ascensor y llevamos unos cables hasta allí para poder utilizar los micrófonos y unos auriculares dentro del mismo. A continuación hicimos descender el elevador hasta situarlo a mitad de camino entre ambas plantas.

De esta forma, las guitarras sonaban más ‘fuertes’ y ‘nítidas’ que en el estudio, acústicamente aislado. Después de hacer algunas pruebas con la colocación de los micrófonos, todo el mundo pareció quedar satisfecho con el sonido y empezamos a grabar.

Aunque ninguno de nosotros lo sabía, había alguien que evidentemente no estaba tan satisfecho con el sonido: Frank. Justo cuando Roger tocaba la parte rítmica final de la canción, Frank expresó su opinión dando un fuerte maullido (“¡Miauuuuuu!”) que quedó registrado en la pista de la guitarra.

Cuando llegó el momento de hacer la mezcla definitiva, hubo muchas discusiones sobre si había que incluir el maullido de Frank o no. Ganó el no, y por eso la canción tiene un ‘fade out’ tan rápido. Hubo algunas mezclas en las que dejamos el maullido por pura diversión, pero no se utilizaron para el álbum.




El gato Frank, en el estudio de Caribou Ranch en 1977.