Entrevista de Lisa Torem al saxofonista de Supertramp publicada en la web musical británica "Penny Black Music" en medio de la gira europea "70-10".


Kate Murtagh, vestida de camarera, sujeta un vaso de zumo de naranja por encima de su cabeza, con una pose que recuerda a la Estatua de la Libertad y su antorcha. Su agradable sonrisa se atisba desde la ventana de un avión que sobrevuela el espacio aéreo de la ciudad de Nueva York.

Sin embargo, un vistazo más detallado revela que esta isla moderna está formada por cajas de cereales, cubiertos y todo tipo de recipientes para la comida pintados de blanco. El plato del desayuno representa Battery Park, la puerta de entrada a Staten Island, un punto histórico para miles de inmigrantes.

Si estás entusiasmado por la experiencia, no eres el único. El sexto álbum de Supertramp, “Breakfast in America”, de 1979, ha logrado vender seis millones de copias sólo en los Estados Unidos, y más de dieciocho en todo el mundo.

Esa portada de disco tan cómica ganó un premio Grammy al mejor diseño gráfico, y el álbum, que incluía el sonido de piano eléctrico Wurlitzer tan característico de la banda, también ganó el Grammy a la mejor producción.

La canción que daba título al disco era alegre y británica, y duraba exactamente 2’30’’. La más larga, la movida “Child of vision”, un total de 7’25’’. El álbum contenía cuatro grandes éxitos: “The logical song”, “Take the long way home”, “Goodbye stranger” y “Breakfast in America”.

Supertramp acaba de volver a publicar este innovador álbum junto a un segundo disco que contiene grabaciones en directo de finales de los 70 hasta ahora inéditas, así como algunas notas del director de la revista musical “Mojo”, Phil Alexander. Además, la banda está celebrando el 40º aniversario de la publicación de su primer disco con una gira europea llamada “70-10”.

El saxofonista del grupo, John Helliwell, ha hablado con nosotros desde Frankfurt (Alemania), donde la banda se encuentra a mitad de camino durante su ambiciosa gira por Europa. Helliwell se unió a Supertramp en 1974 y ayudó a crear el dinamismo de las canciones del álbum “Crime of the century”.

Aunque asegura que está siendo tratado muy bien durante esta parte de una gira muy especial, Helliwell no parece afectado por esos mimos. Más bien al contrario, da la impresión de tener ganas de hablar sobre el pasado y de ser una persona extremadamente afable. Irónicamente, incluso después de haber ofrecido varios conciertos ante más de diez mil espectadores, lo que más le motiva es tener la oportunidad de hacer vida social y desayunar bien…


PREGUNTA: La banda es prácticamente la misma que la de la gira de 2002, exceptuando que ahora tenéis a Gabe Dixon en los teclados…

JOHN: Sí. Tenemos a Gabe y también seguimos contando con Jesse Siebenberg. Ellos son las dos voces que pueden cantar las canciones de Roger Hodgson. Y además hemos recuperado al trompetista de 1997, Lee Thornburg, y hemos incorporado una vocalista que nos ayuda en los coros, Cassie Miller. Mark Hart, que ha estado con nosotros durante casi veinte años, no ha podido participar en la gira porque está muy ocupado con Crowded House.

PREGUNTA: Lee ha trabajado con Etta James y Ray Charles… ¿No hay demasiadas influencias del ‘blues’ y el ‘jazz’ en la banda?

JOHN: Bueno, sí. Y nuestro bajista, Cliff Hugo, también tocó con Ray Charles durante dos años. Sí, hay ciertas influencias del ‘jazz’, pero todavía seguimos interpretando nuestra música. Tenemos un trompetista y un saxofonista, lo cual está muy bien. Estamos tocando música de Supertramp, pero de una forma más sofisticada si tenemos en cuenta cómo lo estamos haciendo, sobre todo con las voces adicionales con las que contamos ahora. Esos coros de acompañamiento son muy buenos y consiguen un sonido diferente. Y ahora podemos interpretar algunos temas que no podíamos interpretar antes adecuadamente. Por ejemplo, “Gone Hollywood”, del álbum “Breakfast in America”. Ahora estamos haciendo una gran versión de ese tema, algo que no fuimos capaces de conseguir en el pasado. Lo intentamos una vez, creo que en 1983, pero no funcionó.

PREGUNTA: ¿Qué te parecería salir de gira para promocionar otro disco de Supertramp, por ejemplo “Crime of the century”?

JOHN: No hemos hecho ningún concierto promocionando específicamente “Crime of the century” desde 1974 ó 1975. Pero ese álbum está incluido en nuestros conciertos y supone una parte importante de nuestro legado, así que estamos interpretando unos cuantos temas de ese disco: “School”,”Dreamer”, ‘Rudy’, la propia canción “Crime of the century”… Siempre ha sido una gran parte de nuestro repertorio.

PREGUNTA: Antiguamente os disfrazabais de Spiderman para interpretar “Fool’s overture”, mientras se escuchaba de fondo un discurso de Winston Churchill… ¿Cómo es vuestra puesta en escena actual?

JOHN: Bueno, durante “Fool’s overture” un montón de miembros del personal de la gira se disfrazaban de plátano, de gorila o de cualquier otra cosa. Podía pasar de todo cuando interpretábamos esa canción. Ahora no utilizamos ese tipo de cosas sobre el escenario. Todavía tenemos algunas películas que venimos usando desde hace muchos años, como la del tren a gran velocidad en “Rudy”. Y también tenemos otra en la que tienes la impresión de estar flotando por el espacio hasta que te topas con los barrotes de “Crime of the Century”. Se trata de algunos apoyos visuales que solemos utilizar.

PREGUNTA: Una vez leí una crítica de vuestro álbum de 1975, “Crisis? What crisis?”, en la que decían que había muchas concesiones a los pasajes instrumentales… ¿Cómo es recibido ese tipo de música en directo? ¿Tan bien como las canciones que giran alrededor de líneas vocales?

JOHN: No estamos interpretando ninguna canción que sea completamente instrumental, pero hay algunas partes del concierto que son instrumentales, sobre todo los solos de guitarra y un gran solo de piano de Rick en “Another man’s woman”. Y también hay algunos solos míos con el saxofón en varias canciones, y otro de trompeta en un tema que llevábamos muchos años sin tocar: “Poor boy”, del disco “Crisis? What crisis?”. En la grabación original era Rick quien hacía algunos ruidos con la boca a modo de trompeta, pero ahora esa parte la hace una trompeta de verdad, la de Lee Thornburg.

PREGUNTA: Me encanta la mezcla de teclados y saxo, pero actualmente no se utiliza mucho… Se trata de una gran combinación.

JOHN: Sí, lo es… No puedo decir otra cosa, porque yo toco el saxofón… No es habitual que una banda de ‘rock’ tenga saxofonista. Springsteen lo tenía, Roxy Music también, y algunos grupos más. Pero la mayoría de bandas de ‘rock’ están orientadas hacia la guitarra y/o los teclados. Se trata de un sonido adicional que se puede incorporar a la música, y desde luego es una de nuestras señas de identidad. Además, yo también toco el clarinete en algunas canciones, lo que no es muy habitual en la música ‘rock’. Sólo son pequeñas interpretaciones en media docena de canciones, pero por ejemplo en “Breakfast in America” se nota más.

PREGUNTA: ¿Cómo realizas los arreglos de viento a las canciones? ¿Utilizas tablas o partituras?

JOHN: No, no utilizamos esas cosas. Simplemente trabajamos sobre las canciones en los ensayos, tocando juntos, ya sea al unísono o en armonía. Nos gusta hacerlo de una forma razonablemente sencilla. Creo que ese es el secreto de Supertramp. No nos gusta excedernos ni aburrir a la gente interpretando cosas demasiado largas. Preferimos hacerlo de una forma más concisa.

PREGUNTA: Antiguamente era habitual que las canciones fuesen más largas, pero hoy en día no puedes poner esas cosas en la radio. Creo que al público le gusta escuchar eso durante los conciertos, cuando existe cierta libertad para alargar un tema…

JOHN: Sí, eso es bueno. Siempre nos gusta contar una historia.

PREGUNTA: ¿Cuál es tu canción favorita del repertorio?

JOHN: “Rudy” es una de ellas, por lo que he dicho antes del viaje en tren que puede verse al final de la canción. Se trata de una sección instrumental muy atractiva visualmente. Y “From now on” también nos queda muy bien. En cuanto a lo de contar historias, creo que nuestras canciones son más para ser observadas individualmente que para relatar una historia completa a lo largo del concierto.

PREGUNTA: ¿Qué canciones te ofrecen más autonomía como saxofonista?

JOHN: Físicamente, “Bloody well right”, porque en ella interpreto un solo junto a Lee Thornburg, y además al final de la canción hay una parte en la que únicamente toco yo, así que ahí todo depende de mí. Y “From now on” me gusta mucho porque tengo una sección en la que puedo improvisar algo. Y la parte final de “Gone Hollywood”, y la parte central de “It’s raining again”… También participo en otras muchas canciones, pero en las que he mencionado participo un poco más.

PREGUNTA: ¿Hay planes para que el grupo grabe algo después de esta gira?

JOHN: Por ahora, no. No hay nada específico, aunque se está hablando de volver a salir de gira a finales de la próxima primavera. No sé si será en Norteamérica, aunque me gustaría. Canadá es un sitio al que me encantaría ir, pero todavía no hay planes concretos. Y para el próximo verano también se está hablando de actuar en algunos festivales, ya sea en Europa o en Norteamérica, lo que estaría genial. Sería muy bueno mantener activa esta banda porque está empezando a sonar realmente bien.

PREGUNTA: Os habéis convertido en un grupo verdaderamente fiel que sigue saliendo de gira… ¿Qué has hecho en todo el tiempo que la banda no ha dado conciertos?

JOHN: Yo volví a Gran Bretaña en 1992 para seguir estudiando música, y luego participé en dos discos de Supertramp. Después de 2002 he seguido trabajando con mi propia música, pues tengo un grupo de ‘jazz’.

PREGUNTA: ¿Te refieres a Creme Anglaise? Espero haberlo pronunciado bien…

JOHN: Sí, grabé un disco con mi grupo. Existe un CD, también llamado “Creme Anglaise”, del que me siento muy orgulloso. Ocasionalmente sigo actuando con esa banda, aunque no siempre con Mark Hart, que forma parte de ella, porque los conciertos de ‘jazz’ no están muy bien pagados. Ni siquiera nos pagan lo suficiente para traer a Mark desde Los Angeles hasta Manchester, o a cualquier otro sitio. Pero también he disfrutado mucho durante los últimos años tocando con otra gente en el continente, sobre todo en Alemania, Francia e Italia. He dado algunos conciertos de ‘jazz’ en pequeños recintos de Italia, y también he actuado con Alan Simon, que suele componer grandes óperas ‘rock’.

PREGUNTA: ¿Como “Excalibur”?

JOHN: ¿Conoces ese proyecto?

PREGUNTA: Sí, y suena de maravilla…

JOHN: Voy a dar algunos conciertos más en 2011. Estuve de gira por Alemania con Alan Simon el pasado mes de Enero, y colaboraré en más proyectos con él. También suelo trabajar con un batería alemán llamado Leslie Mandoki que tiene una banda, Soulmates, con la que da conciertos haciéndose acompañar de importantes músicos del ‘rock’ y del ‘jazz’. Me encanta trabajar en algo que me gusta, y es bueno participar en proyectos de ese tipo porque no tengo una gran responsabilidad. Voy, toco, me tratan bien y vuelvo a ir.

PREGUNTA: ¿Habrá algún concierto de “Excalibur” en Estados Unidos?

JOHN: No tengo ni idea. El primer “Excalibur” tuvo lugar hace diez años, y ahora vamos por el segundo o el tercero, pero la última gira sólo fue en Alemania. Están intentando tocar en otros sitios, y si puedo compaginarlo con mi trabajo en Supertramp les acompañaré. De momento tocaremos en Alemania, Francia y Suiza la próxima primavera, y después ya veremos qué ocurre. Se trata de algo espectacular, con ochenta personas participando, entre las que se encuentran bailarines, una orquesta, cantantes, caballeros con sus armaduras, dos caballos, artistas de circo y un narrador. Sobre el escenario ocurren muchas cosas y es muy divertido.

PREGUNTA: Supertramp ha trabajado con varios productores, como Geoff Emerick y Ken Scott… ¿Cómo decidíais a quién utilizar en cada momento?

JOHN: Todo comenzó cuando estábamos preparando “Crime of the century”. Por alguna razón, nos resultó muy difícil contratar a Ken Scott, quien se negaba a trabajar con nosotros. Pero nuestro representante insistió, consiguió llevarle hasta donde estábamos ensayando y le gustó la música que teníamos. El era muy meticuloso con el sonido e hizo un gran trabajo que se vio reflejado en el disco, así que volvimos a contar con él para “Crisis? What crisis?”. No estoy seguro, pero creo que para nuestro disco de 1977, “Even in the quietest moments”, su representante nos pidió demasiado dinero. Así que decidimos buscar otro productor y pensamos en Geoff Emerick, pero cuando empezamos a grabar el disco no pudo venir porque se encontraba trabajando en otro proyecto. Nos envió a Pete Hederson, que era su joven ayudante, y él encajó muy bien con nosotros. Luego, cuando estábamos haciendo las mezclas del disco en Los Angeles, se presentó Geoff Emerick pero fue Pete con quien más trabajamos y con quien mejor nos llevábamos. Así que para el siguiente disco, “Breakfast in America”, le pedimos a Pete y no a Geoff que se encargase de él. Y Pete también trabajó con nosotros en el disco en directo y en “Famous last words”, así que nuestra relación con él fue muy buena. El fue una pieza clave en el sonido que conseguimos, pues continuó con nuestra fama de música de ‘alta fidelidad’ y además nos hizo sonar muy bien en la radio, lo que fue muy importante para conseguir todos esos éxitos y llegar hasta todo el mundo. Con David Kirshenbaum no tuvimos una relación tan estrecha, aunque trabajó en dos de nuestros discos. Pero para entonces ya teníamos más experiencia y Rick estaba adentrándose en las tareas de producción, así que los últimos discos han sido más o menos producidos por nosotros mismos.

PREGUNTA: ¿Fue aquella la decisión más adecuada?

JOHN: Sí, fue una buena decisión. Las cosas habían cambiado, pero tanto Ken como Pete fueron muy importantes en el sonido de Supertramp.

PREGUNTA: Ultimamente ha habido alguna controversia sobre el uso de las canciones en los conciertos de Supertramp… ¿Estás dispuesto a hablar sobre ello?

JOHN: Sí, por supuesto.

PREGUNTA: En un grupo, los músicos trabajan codo con codo sobre el material de la banda… ¿Qué piensas sobre este tema?

JOHN: Todas las canciones que Supertramp grabó e interpretó en los años 70 fueron compuestas por Rick Davies y Roger Hodgson. Ambos eran los propietarios de aquellas canciones, las compusieran juntos o por separado, y después fue todo el grupo el que les dio el toque final antes de grabarlas. La participación de la banda fue muy importante en todas esas canciones de Rick y de Roger. Ahora, a Roger no le gusta que Supertramp interprete alguna de esas canciones y piensa que se trata de una traición. Mi opinión es que si yo, con mi propia banda Creme Anglaise, o Bob Dylan, o Chicago, quisiera interpretar cualquiera de esas canciones, no habría ningún problema. Todo el mundo puede interpretar una canción de Supertramp si le apetece. Si Joni Mitchell quiere cantar “Dreamer”, nadie puede impedírselo. Así que, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros? ¿Quién mejor que Supertramp para tocar una canción de Supertramp? Ahora interpretamos algunas canciones de Roger, pero en nuestra primera gira sin él, no tocábamos ninguna y recibimos muchas críticas por parte de los fans. Nos decían: “¿Por qué no tocáis ‘Dreamer’ ni ‘The logical song’?”. Así que incluimos un par de canciones en la voz de Mark Hart. Ahora estamos interpretando seis o siete canciones de Roger y creemos que se trata de algo totalmente válido porque los fans que vienen a los conciertos quieren escuchar esos éxitos de Supertramp. Por eso lo hacemos.

PREGUNTA: ¿Te imaginas a Roger interpretando algunas de esas canciones con vosotros en algún momento de la gira, o por el contrario seguís carreras totalmente separadas?

JOHN: No creo que eso ocurra, porque antes de esta gira hubo algunas conversaciones entre Rick y Roger para volver a trabajar juntos. Parece ser que durante algún tiempo las negociaciones fueron por buen camino, pero finalmente se rompieron y surgió un nuevo distanciamiento entre Rick y Roger. No sé si esas diferencias son insalvables o no, pero no parece probable que Roger se una a nosotros en esta gira. Ahora está actuando por su cuenta en Europa, pero no sabemos nada de él.

PREGUNTA: ¿Cuáles han sido para ti los mejores momentos a lo largo de todos estos años saliendo de gira?

JOHN: ¿Los mejores momentos? Los que vivimos durante los desayunos. Hay una pandilla formada por seis de nosotros que se reúne todas las mañanas para desayunar juntos, como hemos hecho hoy. Somos el contable de la gira, el representante de la gira, Carl Verheyen, Cliff Hugo, Lee Thornburg y yo. Todos los días tenemos una charla muy interesante durante el desayuno. Y luego disponemos de unas horas de tiempo libre para pasear o hacer lo que nos apetezca. A media tarde nos dirigimos hacia el aeropuerto para ir hasta la ciudad donde tocamos en nuestro avión privado. Eso es lo mejor de todas las giras que hemos hecho hasta ahora, porque apenas tardamos media hora en llegar al aeropuerto y otra media hora en llegar a nuestro destino. Nos presentamos con el tiempo justo para hacer las pruebas de sonido y después comer algo antes del concierto. La empresa que nos prepara la comida para todos los conciertos de la gira se llama 'Eat Your Heart Out' (‘Cómete Esa’).

PREGUNTA: Eso lo dice todo… También sería un buen nombre para el título de un disco…

JOHN: Sí… Y luego sólo tenemos que esperar una hora o dos a que comience el concierto. Y después del concierto, nada más tocar la última canción, hacemos lo que llamamos “echar una carrera”… Nos vamos corriendo hacia los cuatro coches que nos transportan hasta al aeropuerto para regresar a la ciudad de origen, a la que solemos llegar a medianoche. Depende del sitio donde nos encontremos, pero normalmente llegamos antes de que cierre el bar del hotel, así que nos tomamos algo y después nos vamos a dormir. Como ves, se trata de un día estupendo. Ya no nos preocupa el problema de tener que levantarnos a las 7 de la mañana para coger el autobús con el que ir hasta el siguiente concierto. Se trata de algo muy civilizado, y eso está muy bien.

PREGUNTA: ¿En qué momento del concierto notáis la energía del público? ¿Es algo inmediato?

JOHN: Se trata de una pregunta que tiene dos partes, pues el público cambia según el país. Es muy diferente tocar en España a tocar en Alemania, porque en España la gente es más entusiasta y cantan todas las canciones, mientras que los alemanes tardan más en entrar en calor. Pero cuando lo hacen también son muy entusiastas. Normalmente tocamos ante audiencias entre cinco mil y diez mil personas que están sentadas. Empezamos el concierto con “You started laughing”, una canción semi-instrumental, para comenzar de forma relajada. Y no tocamos ninguno de los grandes éxitos hasta que llevamos un tercio del concierto, así que el comienzo de la actuación es una especie de concierto de música clásica, con el público aplaudiendo y callándose hasta que empieza la siguiente canción. Pero al final de las dos horas de concierto la cosa ha cambiado por completo, y todo el mundo se coloca junto al escenario pidiendo más. Entonces hacemos unos bises, nunca dejamos de hacerlos. El público se emociona cuando escucha los grandes éxitos, y a veces se ponen de pie y empiezan a bailar. Es bonito conseguir algo así.

PREGUNTA: ¿Qué habrías sido si no te hubieses convertido en una estrella del ‘rock’?

JOHN: Bueno, hace 47 años empecé a trabajar como programador de ordenadores. Eso es lo que hice durante varios años antes de convertirme en músico profesional.

PREGUNTA: Recuerdo haber leído que por entonces recibiste dos ofertas de trabajo a la vez, lo cual es muy curioso…

JOHN: Sí, así es… Se trata de una vieja historia. Tuve que decidirme entre seguir dedicándome a la música o hacerme programador de ordenadores, y me decanté por la música. Finalmente conseguí entrar en una banda profesional.

PREGUNTA: Sabia decisión…

JOHN: Bueno, simplemente hice lo que me dictaba mi corazón… Pero me gustaba mucho programar. Y creo que también habría sido un buen cartero.

PREGUNTA: Eso también habría supuesto muchos viajes…

JOHN: Sí.

PREGUNTA: ¿Has leído el libro “La autobiografía de un supervagabundo”?

JOHN: Lo he intentado un par de veces, pero no he pasado de la mitad del libro. La verdad es que es un poco aburrido.

PREGUNTA: Así que decidiste vivir la historia en vez de leerla…

JOHN: Sí, estoy viviendo ese tipo de vida. Supongo que el libro es interesante, pero me aburre cuando lo llevo a medias. Creo que ese Davies escribía mejor en verso que en prosa.

PREGUNTA: ¿Cuáles son tus películas favoritas?

JOHN: Precisamente anoche me descargué mi primera película para mi iPad.

PREGUNTA: ¿Cuál fue?

JOHN: “Con faldas y a lo loco”.

PREGUNTA: Tony Curtis se nos acaba de marchar…

JOHN: Por eso me acordé de la película. La he visto un montón de veces, pero es estupenda. Anoche sólo pude ver media hora, porque estaba muy cansado, pero se trata de una película muy buena. Estuve viéndola hasta que aparece Marilyn Monroe y canta una canción. Ella tiene un aspecto formidable, y Tony Curtis y Jack Lemmon están geniales haciendo de mujeres. Es una película fabulosa. Hace 15 ó 20 años, mi mujer me regaló un libro ilustrado sobre Billy Wilder, creo que era de Tashcen. Es un libro muy bueno sobre sus películas, con montones de fotografías, y contiene una reproducción muy interesante de las notas de Marilyn. Mis otras películas favoritas son de los hermanos Coen, sobre todo “El gran Lebowski” y “Fargo”.

PREGUNTA: ¿Y en cuanto a libros?

JOHN: No tengo muchos libros favoritos, pero me encanta la serie de ‘La muchacha del dragón tatuado’. Y también me gusta mucho Dickens. Entre los 12 y los 25 años de edad, yo sólo leía relatos de ciencia-ficción. Ahora leo de todo.

PREGUNTA: ¿Seguirás saliendo de gira con Supertramp en los próximos años?

JOHN: No sé cuánto tiempo nos queda… Supongo que sí, si Supertramp da más conciertos. En realidad depende de Rick. El tiene el nombre del grupo y canta la mayoría de las canciones, así que depende de él. No sé si volveremos a salir de gira el año que viene, y después de eso tampoco sé que podría pasar. Ya no somos tan jóvenes…

PREGUNTA: Puede ser algo muy fatigoso…

JOHN: No… Como ya he dicho, gracias al avión privado ya no tenemos ese problema. El único cansancio que puedes acumular es el de tener que estar preparado un día tras otro para cada concierto. Hasta ahora hemos actuado como máximo tres días seguidos, y después hemos descansado. Eso está muy bien, incluso aunque tengamos un modo tan estupendo de viajar. Aunque tal vez sea más agotador para otras personas, como por ejemplo para Bob Siebenberg, el batería… El y yo siempre viajamos juntos, y cuando nos metemos en el coche después del concierto veo que él está totalmente empapado en sudor y yo no… Yo no tengo un trabajo tan físico como él, aunque probablemente también me entren los sudores a nivel mental.

PREGUNTA: ¿Qué consejo le darías a alguien que empieza en el negocio de la música y que quiere ser como tú?

JOHN: Nunca dejes de ensayar ni de intentar seguir mejorando. Y, si quieres tener éxito en un grupo, asegúrate de que cada uno de sus miembros pone algo de su parte. No hagas el trabajo de los demás y ocúpate de tener un buen representante. Y no dejes de plasmar todos los acuerdos por escrito, incluso aunque sean con tu mejor amigo. Todos esos son pequeños consejos que puedo dar.