La revista musical alemana "Sticks", especializada en instrumentos de percusión, entrevistó al mítico batería de Supertramp durante la última gira de la banda.

 

Junto a grupos como Pink Floyd y Genesis, Supertramp fue catalogado dentro del llamado “pop progresivo”, y todavía en la actualidad sus hermosas canciones, repletas de melancolía, conservan la intensidad luminosa y positiva de aquella época. Ya en los años 70, el piano eléctrico y el estilo del batería Bob Siebenberg empezaron a darle a la banda un sonido inconfundible.

Canciones como ‘Dreamer’, ‘School’, ‘Give a little bit’ y ‘The logical song’ conquistaron simultáneamente los corazones de la sociedad más distinguida y los de la generación más salvaje. ‘Crime of the century’ se convirtió en el primer álbum triunfal de Supertramp hace casi treinta años, y ahora el grupo regresa a los escenarios con un nuevo trabajo, ‘Slow motion’.

Bob Siebenberg tiene mucho que ver en el éxito de Supertramp, y su estilo muestra inteligencia y calidad a partes iguales. Sus aportaciones a los discos ‘Crime of the century’ y ‘Breakfast in America’ fueron extraordinariamente buenas, dando el toque perfecto a cada canción. Se trata, sin duda, de uno de los mejores baterías de nuestra época, y estuvimos con él antes del concierto que Supertramp dio en Bonn durante su gira ‘One more for the road’.


PREGUNTA: ¿Cuál ha sido el momento más importante de tu carrera?

BOB: ¡Marcharme a Inglaterra! A finales de los años 60 yo vivía en Glendale, cerca de Hollywood, donde por entonces se congregaba todo un movimiento artístico e intelectual. Durante años intenté salir adelante formando parte de varios grupos, pero aquello era como vivir una especie de maldición porque, por muy bueno que fueras, no te daban ni una oportunidad. Allí sólo querían ver bandas británicas, que era lo que estaba de moda, y tomé la decisión de marcharme a Inglaterra, donde triunfaban grupos como Procol Harum, Spooky Tooth y Traffic. Así que en Marzo de 1971 me fui a Londres.

PREGUNTA: ¿Cómo aprendes a darle a cada canción de Supertramp el toque adecuado?

BOB: ¡Tocándolas! Antes de las grabaciones del álbum ‘Slow motion’ no hicimos casi ningún ensayo. Rick Davies me mandó algunos CDs con las canciones del disco. El también sabe tocar la batería, así que tiene muy claro cómo debe sonar este instrumento en cada canción. Y nada más. Yo me pongo en casa a tocar esas canciones y voy probando cosas según me parece. No es que yo decida cómo va a sonar exactamente la batería en cada canción, pero sí que aporto un gran número de ideas. Además, entre Rick y yo existe un gran entendimiento musical, y su piano y mi batería siempre se compenetran muy bien. Y esa cooperación hace que todo nos resulte más sencillo.

PREGUNTA: ¿Qué diferencias encuentras entre los métodos de grabación actuales y los de hace treinta años?

BOB: La mayor diferencia es la existencia de la tecnología digital. Yo estoy a favor de ella, porque facilita el trabajo a muchos niveles, pero me gustaban más aquellas grabaciones clásicas en cintas de 16 pistas. Creo que en ellas el sonido era mucho más cálido e intenso.

PREGUNTA: ¿Supertramp no utiliza la tecnología digital?

BOB: Sí, en este nuevo álbum hemos utilizado Pro Tools, pero aunque el sonido es realmente bueno creo que no alcanza la calidez de las grabaciones analógicas. Por aquel entonces había que tener mucho cuidado a la hora de grabar, porque si te equivocabas no había forma de arreglarlo. Recuerdo que yo tenía miedo a cometer la más mínima equivocación, porque sabía que ese error me iba a acompañar el resto de mi vida. Incluso aunque nadie se diera cuenta del fallo, yo lo iba a detectar cada vez que escuchase el disco. Así que en muchas ocasiones, si las tomas no nos convencían demasiado, empezábamos de nuevo desde el principio.

PREGUNTA: Ahora eso ya no ocurre…

BOB: Con Pro Tools es totalmente distinto, pues puedes grabar cada pista y hacer una nueva, volver a grabarla, etc. Y si, por ejemplo, el bombo no suena en el momento en que debe sonar, lo mueves y lo dejas en el sitio adecuado. Pero entonces lo que ocurre es que la persona que compra el disco no va a escuchar el sonido real. Utilizando Pro Tools no sabes realmente lo bueno que es un músico, pues puedes corregir todos los errores y aumentar la calidad de la grabación de forma totalmente artificial.

PREGUNTA: ¿Qué tenían de especial aquellas grabaciones analógicas?

BOB: Yo creo que en una grabación analógica se podía captar la tensión del músico. Cuando sabes que la cinta se pone en marcha y te están grabando, intentas tocar lo mejor que puedes, poniendo todo tu sentimiento en la música y dando todo lo que tienes dentro. Y esa energía se nota y se escucha en las grabaciones analógicas. Eso se ha perdido en las grabaciones digitales, porque una canción se ha convertido en algo que se puede editar y cambiar de arriba a abajo.

PREGUNTA: ¿Tienes alguna canción de Supertramp que te guste tocar más que otras?

BOB: Me gusta mucho tocar las canciones antiguas de ritmo lento, como ‘Asylum’. Un ejemplo curioso de interpretación es ‘Cannonball’, en la que sólo me debo ocupar del monitor de piso, mientras que en otras tengo que estar muy concentrado para llevar correctamente el ritmo del bombo, la caja y el charleston.

PREGUNTA: ¿Habrá más discos de Supertramp en el futuro?

BOB: Eso espero. Ninguno de nosotros quiere retirarse por ahora. Todos los miembros del grupo empezamos en el mundo de la música cuando teníamos 14 años, y Supertramp se ha convertido en una parte muy importante de nuestras vidas. Yo tengo la sensación de que este no es nuestro último álbum y esta no es nuestra última gira. Además, en las pruebas de sonido estamos trabajando con canciones nuevas y sé que Rick tiene un buen número de composiciones en la recámara.

PREGUNTA: Así pues seguís teniendo ganas de hacer música…

BOB: La banda no es el problema. Las dificultades vienen por parte de las compañías de discos, cuyas expectativas están orientadas exclusivamente al mercado y sólo observan la música desde el punto de vista del negocio. Supertramp sigue llevando doce mil personas a cada concierto después de tantos años y sin embargo a las discográficas eso no les parece suficientemente atractivo. Y eso es algo muy perjudicial para la música.

PREGUNTA: Actualmente a las compañías de discos sólo les interesan los éxitos instantáneos, ¿no?

BOB: Hoy en día Supertramp no habría tenido ninguna oportunidad de supervivencia. En los años 70, las discográficas todavía creían en la música, y aunque nuestros primeros trabajos fueron un fracaso después tuvimos la oportunidad de grabar otros cuatro discos: ‘Crime of the century’ tuvo un gran éxito, ‘Crisis? What crisis?’ no tanto, ‘Even in the quietest moments’ algo más y ‘Breakfast in America’ fue el bombazo. Sin embargo, hoy en día sólo habríamos podido publicar ‘Crime’, o tal vez con un poco de suerte también ‘Crisis’. ¡Nunca habría existido ‘Breakfast’, nuestro disco más famoso! Esto demuestra el poco respeto que las compañías de discos tienen actualmente por la música.