El famoso crítico musical español Joaquín Luqui entrevistó al saxofonista de Supertramp para la revista "El Gran Musical" durante la promoción en Madrid del álbum "Famous last words".


Para celebrar que Supertramp es, efectivamente, 3, 2 ó 1 en superventas, estuvo en Madrid el saxo del grupo, John Helliwell. Y tuvimos ocasión de volver a charlar con uno de los miembros del famoso grupo, realmente uno de los más vendedores en los últimos años en el mundo y en España.

John es un hombre de estatura media, de aspecto fuerte, amable, incluso simpático. Muchos son los temas que apetecen sacar a colación en una charla con alguien tan importante como Helliwell en el pop-rock. Cualquier tema relacionado con Supertramp es de máximo interés, y la presencia del rubio barbado era una buena ocasión.


PREGUNTA: ¿Cómo va “Famous last words”, el objeto principal de tu visita a España?

JOHN: Hasta ahora hemos tenido la suerte de que todos nuestros discos se han vendido masivamente recién editados. Es más, meses antes de ponerse a la venta ya se han comercializado… “Famous last words” va por el camino de ser un gran impacto, al menos es lo que he podido apreciar en los países que he recorrido estos últimos días.

PREGUNTA: España (uno de los mercados importantes para Supertramp) es, evidentemente, una escala más de tu maratoniana gira promocional. Antes fueron París, Atenas, Amsterdam, Munich, Río, Milán…

JOHN: Estas giras, aunque a la larga son muy positivas, resultan agotadoras. Imagínate los cambios de horario, las comidas, los hoteles, las horas metido en el avión… Sin embargo, siempre resulta interesante vivir tan cerca la evolución de un disco, la reacción del público y las críticas, etc.

PREGUNTA: ¿Qué sugiere el título “Famous last words” (“Ultimas palabras famosas”)?

JOHN: Bueno, tengo que aclarar que no se iba a llamar así, sino “Tight rope” (“Cuerda floja”). Al final no nos gustó ese título, pero mantuvimos la idea en la portada, en la que como sabes aparecen la cuerda y las tijeras. “Famous last words” es un refrán inglés. Las últimas palabras famosas surgen cuando antes de hacer algo lo dejas bien planificado y luego improvisas, haces lo que te apetece sin pensar ya en lo que habías planeado…

PREGUNTA: “Famous last words” es el octavo elepé en la ya larga trayectoria artística de Supertramp. Los primeros álbumes pasaron bastante inadvertidos, y construían por aquella época, iniciados los sinfónicos 70, una música más oscura y menos mayoritaria, bastante difícil, más rockera… Se imponía una profundísima renovación y se llevó a cabo hacia el 73, con la adquisición de nuevos elementos para la formación, algo así como un soplo de aire fresco para un grupo con futuro que no terminaba de salir adelante…

JOHN: Yo comencé a trabajar con Supertramp en el 73, año en el que se produjeron cambios sustanciales en la banda. De la formación original quedaron Roger Hodgson y Rick Davies, y yo fui una de las nuevas adquisiciones. El primer disco que sacamos los cinco, los mismos de ahora, fue “Crime of the century”, editado en el 74.

PREGUNTA: Y todo ese tiempo entre el 73 y el 74…

JOHN: Lo pasamos encerrados en una casa en el campo. Aquellos tres meses pienso que fueron vitales para nosotros. La convivencia a diario, los buenos y los malos momentos sirvieron para conocernos mucho más y, por tanto, para compenetrarnos mejor. Lo de la nueva imagen y el estilo renovado resultó y quedó patente en “Crime of the century”, que fue para nosotros el trampolín que nos lanzó a las giras por todo el mundo y, en definitiva, a la fama. Tuvimos una racha pletórica y los discos no se hicieron esperar. Grabamos “Crisis? What crisis?” y a continuación “Even in the quietest moments”.

PREGUNTA: Lo dices con modestia, como muy acostumbrado a los discos de oro, casi sin darle importancia a dos álbumes fundamentales en el pop-rock sinfónico. Y es que el éxito de Supertramp fue ciertamente difícil de asimilar, os erigisteis en tiempo récord en el grupo innovador de moda. En apenas cuatro años dejasteis tras vosotros la estela de los mitos. Poco después llegaría la aventura americana…

JOHN: Influyó bastante en la decisión de trasladarnos a Los Angeles el que nuestro batería, Bob Siebenberg, fuera de allí. De todas formas, lo cierto es que siempre nos gustó mucho a todos la ciudad. Empezamos pasando temporadas de vacaciones, y terminamos por fijar nuestra residencia. En Los Angeles es muy agradable la vida, sobre todo por el clima tan benévolo. Además, desde allí resulta mucho más fácil la comercialización de nuestra música.

PREGUNTA: ¿Cuándo te vas a decidir a firmar alguna canción de Supertramp?

JOHN: El grupo siempre ha estado comandado por Davies y Hodgson, y hasta ahora nos han ido las cosas a la perfección. Por tanto, no creo que sea oportuno cambiar este principio de Supertramp. De todos modos, esto no implica que yo, como cualquier otro del grupo, pueda explorar otros campos por mi cuenta. De hecho, estoy preparando lo que será mi primer álbum en solitario.


Evidentemente, se quedan muchos temas en el tintero, pero no se puede atosigar a alguien que duerme hoy en Madrid, ayer en París y mañana quién sabe dónde. Le esperan ruedas de prensa, la radio, la televisión… En definitiva, la totalidad de los medios. Quedan tras de sí discos de oro, platino, diamante y cuádruple oro desperdigados por todo el mundo.

Por eso merece la pena apoyar “Famous last words”, porque sólo escuchar la palabra Supertramp (en inglés, “Supervagabundo”) ya es motivo de regocijo. Y si es de tú a tú… ¡Mucho mejor! Y con la promesa de que en su tour europeo del 83 actuarán aquí de nuevo.

Y más si celebramos que España es el primer país del mundo donde “Famous last words” llegó al 2, dentro de ese pronóstico del 3, 2 ó 1 se ha cumplido y con rapidez. No hay duda que no se ha dicho aún la última palabra sobre esas “últimas palabras famosas” y que hay mucha cuerda para rato en el elepé. Una cuerda que no es precisamente floja como sugería el título primitivo...