Marc-Andre Joanisse, del portal de noticias canadiense "Le Droit", escribió esta crónica sobre el concierto de Supertramp en Ottawa.

The Rolling Stones sin Mick Jagger es una herejía. Led Zeppelin sin Robert Plant es una abominación. The Who sin Roger Daltrey es una pesadilla. Supertramp sin Roger Hodgson es todo eso y mucho más.

En el colmo de la desgracia, una emisora de radio hacía sonar ‘Dreamer’ de camino al Scotiabank Place, invitándonos a entrar en el juego de las comparaciones. Esta banda ha tenido el capricho de salir de gira con el nombre Supertramp. Un triste capricho.

Los cantantes del grupo, Rick Davies (presente desde 1970), Gabe Dixon y Jesse Siebenberg, no tuvieron una gran actuación anoche en el Scotiabank Place. Por momentos fue patético escucharles fallando en tantas notas y encontrándose tan lejos del registro vocal de Hodgson.

Es una pena, porque a nivel musical la velada fue, en resumidas cuentas, correcta, aunque demasiado lánguida según nuestra opinión. Sobre todo, las dos primeras canciones fueron de un aburrimiento absoluto. En cuanto al nivel vocal de la actuación, hay poco más que comentar.

Donde más se percibió esa triste realidad fue durante la ejecución de temas mundialmente famosos del impresionante catálogo del grupo. Fue muy penoso para los oídos escuchar a la versión 2011 de Supertramp interpretando todas esas canciones que antiguamente cantaba Hodgson.

La llegada del siglo XXI no le ha sentado nada bien a Supertramp en temas como ‘Breakfast in America’ y otros. ¿Por qué? Porque todas esas notas agudas tan bien alcanzadas y esas acrobacias vocales características del antiguo colega de Rick Davies ahora están ausentes en conciertos como el de hace algunas horas.

Hay otras composiciones que han atravesado muy mal el espacio-tiempo con esta nueva formación del grupo. En ‘Give a little bit’ Jesse Siebenberg lo intentó todo, pero no consiguió estar a la altura de la canción en ningún momento. El saxofonista John Helliwell, que también falló en su solo, no lo hizo mucho mejor.

Gabe Dixon estuvo muy flojo en su interpretación de ‘It’s raining again’, otro éxito millonario en ventas de Hodgson, mientras que su semejante Jesse Siebenberg no le superó en canciones como ‘Take the long way home’ y ‘The logical song’.

En fin, será mejor que lo dejemos aquí.