Artículo de Malcolm Venable publicado en el diario norteamericano "The Virginian Pilot" en el que John Helliwell cuenta la historia que hay detrás de su famoso colgante.

Donde quiera que estés, John C. House III, alguien de Supertramp te está buscando.

A John Helliwell, saxofonista de la influyente banda de los 70 Supertramp, le gustaría que supieras que se acuerda mucho de ti. Sobre todo, quiere que sepas que todavía lleva puesto el colgante que le regalaste en Junio de 1977 después de un concierto en el Chrysler Hall de Norfolk.

Tal vez tú ya te hayas olvidado de aquella calurosa noche de verano, pero Helliwell no. Eran más de las 10, la banda había finalizado su actuación y Helliwell había salido del recinto para tomar el fresco. Tú, con un ligero aspecto ‘hippie’, te acercaste a él y le preguntaste por Roger Hodgson, uno de los fundadores de Supertramp. “Yo le dije: ‘Ahora está ocupado. ¿Qué tal estás?’”, dice Helliwell al teléfono desde Inglaterra.

Durante aquella conversación tú elogiaste a Helliwell, diciéndole algo así como “Creo que tú eres quien canaliza hacia el público el talento de Rick Davies y Roger Hodgson”. Y decidiste quitarte tu colgante hecho a mano para dárselo a Helliwell, confesándole tus ganas de cambiar Norfolk por otros parajes más bucólicos, pues creías que el Apocalipsis era inminente.

En fin, parece que todavía no ha llegado el Apocalipsis, pero lo que está claro es que ya no vives en la dirección que le diste a Helliwell. Y él lo sabe porque en 1980, cuando la banda se había convertido en un fenómeno triunfal que vendía millones de discos, Helliwell te escribió una carta para contarte que, desde que se lo regalaste, se había puesto tu colgante todos los días.

Bueno, todos los días menos uno, como él te contaba en esa carta que nunca recibiste… “Debió ser en 1978”, dice Helliwell. “La cadena del colgante se rompió, y yo salí de viaje con mi moto, dejándomelo en casa. Tuve un accidente y fui a caer sobre el capó de un coche. Me pregunté si me habría ocurrido aquello por no llevar el colgante. Así que le puse un cordón hasta que pude conseguir otra cadena, y desde entonces jamás me lo he quitado”.

Helliwell no está seguro de si esa joya es mágica, pero tú la fabricaste, así que seguramente sepas que a lo largo de los siglos mucha gente ha creído que el lapislázuli tiene la propiedad de curar y proteger. En cualquier caso, él quiere que sepas que nunca se la ha quitado, excepto aquel día, en los últimos 31 años. Se ha convertido en una parte de él, hasta el punto de que a menudo se olvida de que la lleva encima.

“Ya ha pasado la mitad de mi vida con ella”, dice Helliwell. “Me gustaría que él supiera cuánto valoro su regalo y lo que significa para mí después de tantos años. Y también sería bonito saber qué tal le ha ido la vida”.

Donde quiera que estés, John C. House III, a John de Supertramp le encantaría saber qué ha sido de ti.