Artículo firmado por Marcel Anders y publicado en la página web del canal de televisión alemán WDR 2.


“Asistí a una audición en un bar de Londres, y allí me encontré a los tipos más tristes que había conocido hasta entonces. Estuve media hora con ellos y después me marché a casa. Poco después recibí una llamada de Roger Hodgson y, aunque no me pidió que me uniera a la banda, empecé a echarles una mano e incluso durante un tiempo llegué a ser su representante”.

“Me entregaron un montón de papeles sujetos por una goma y Roger me dijo: ‘Toma, el negocio es todo tuyo’. Recuerdo que me quedé pensando: ‘Esto es un poco extraño’”. Según cuenta el bajista Dougie Thomson, en su primera época Supertramp era un dúo frustrado por los continuos cambios de personal dentro de un grupo apoyado económicamente por un misterioso millonario holandés.

Hasta que, de forma sorprendente, en 1974 comenzaron un ascenso meteórico gracias al álbum ‘Crime of the century’. La culminación del mismo tuvo lugar en 1979 con ‘Breakfast in America’, disco que llegó a vender veinte millones de copias y con el que se convirtieron, siendo ya un quinteto, en una de las bandas con mayor éxito de la década. Pero aquello, según Roger Hodgson, también condujo a una serie de problemas personales…

“De repente nos vimos rodeados por un montón de gente. La situación se volvió muy complicada, y desde entonces ya no volvimos a disfrutar de la música. La banda sufrió las consecuencias, y yo decidí marcharme. No por el éxito ni por el dinero, sino porque quería formar parte de un proyecto que estuviera vivo. Por eso tomé la difícil decisión de decirles a Rick y a los otros: ‘Muchachos, yo ya no puedo más. Os deseo la mejor de las suertes’. Era 1983 y decidí seguir mi propio camino”. 

Se trataba de una ruptura radical que parecía ser la mejor solución para todas las partes. Roger se ocupó de criar a sus hijos y de emprender su carrera como solista, la cual comenzó de una forma muy prometedora. Rick Davies, por su parte, siguió publicando algunos discos con Supertramp que, aunque no se acercaron a la calidad de ‘Breakfast in America’, al menos sí le sirvieron para seguir abarrotando conciertos.

Sobre todo porque todavía sigue interpretando las canciones de su antiguo socio, algo que no debería hacer según un acuerdo al que dice Roger que llegaron y al que Rick sólo se refiere a regañadientes de esta forma: “Lo único que está claro es que hay unas seiscientas páginas de documentos y acuerdos en los que se encuentra regulado todo. Por lo que a mí respecta, estamos interpretando música de Supertramp, la cual incluye también todo lo que publicamos en aquella época”.

Algo que, obviamente, es muy diferente a lo que afirma Roger, quien se ve traicionado por su antiguo amigo. Se trata de una guerra abierta que dura ya casi 25 años, con dos bandos totalmente enfrentados que sólo se comunican a través de sus respectivos abogados. Sin embargo, en el verano de 2008 estuvieron a punto de enterrar el hacha de guerra. Roger se lamenta de lo que ocurrió…

“Rick y yo nos reunimos y hablamos sobre la posibilidad de volver a trabajar juntos. Todo indicaba que íbamos por buen camino, pero de repente las negociaciones se rompieron y me encontré con que sólo podía hablar con el abogado de Rick y con su esposa Sue, pero no con el propio Rick. Me pareció algo ridículo, y me hizo darme cuenta de que aquello no iba a llegar a ningún lado”.

No iba a llegar a ningún lado en lo que se refiere a Roger y a Dougie... Porque Rick Davies decidió reclutar un nuevo Supertramp del que sí forman parte otros antiguos miembros como el saxofonista John Helliwell y el batería Bob Siebenberg. Por lo que cuenta Rick, a lo largo de los meses de Septiembre y Octubre volverán a llevar la nostalgia hasta los escenarios…

“Lo que queremos ofrecer con esta gira es un repaso completo a la historia de Supertramp, con las canciones más populares y una producción como la que siempre se espera de nosotros, con muchas luces y películas. Intentaremos montar un gran espectáculo y hacer justicia tanto a lo que nos pide el público como a lo que nosotros mismos nos exigimos”.

Mientras tanto, Roger todavía sigue esperando una posible reunión de la formación original. Y para predicar con el ejemplo, ha dejado disponible su agenda durante buena parte de la gira europea del grupo…

“A pesar de todo lo ocurrido, me he ofrecido a Rick para unirme a Supertramp en todos los conciertos que mi propia gira me permita. Simplemente, para darles a los fans la oportunidad de volver a vernos juntos, ya que tal vez esta sea la última vez que podamos hacerlo. La vida es demasiado corta para dejar pasar estas oportunidades. Por ahora, Rick no ha aceptado mi propuesta, pero yo no me doy por vencido”.