"Swindon Web", un portal de la localidad natal de Rick Davies, repasó la trayectoria de éste coincidiendo con el trigésimo aniversario de la publicación del álbum más famoso de Supertramp.

 

Rick Davies fue el fundador de Supertramp y tocó los teclados, la armónica y la melódica en muchos de sus discos, aunque durante su adolescencia en Swindon se dedicase a la batería. Era algo poco usual entre las bandas europeas, pero Supertramp tuvo más éxito en América que a este lado del Atlántico, y Rick no sólo acabó viviendo en los Estados Unidos (primero en California y después en Long Island), sino que se convirtió en un ciudadano americano.

Se trata de una larga historia desde sus primeros años en Swindon. Rick nació el 22 de Julio de 1944 en el hogar familiar de Betty y Dick Davies, en la parte baja de Eastcott Hill (concretamente en el número 43), a un tiro de piedra del Town Hall de Swindon.

Betty era una mujer muy conocida en Swindon antes incluso de que Rick se hiciese famoso, ya que regentaba una peluquería llamada ‘Anne’s’. Cuando se jubiló y cerró su negocio de Regent Circus en 1979, casualmente el año de la publicación del disco más famoso de Supertramp, ya llevaba medio siglo ejerciendo de peluquera.

Dick, el padre de Rick, era un viejo marino mercante y murió en 1973, desgraciadamente antes de que Supertramp disfrutase del fenomenal éxito que estaba por llegar. Rick asistió a la Escuela de Sandford Street (ya no es un colegio pero, bajo el nombre de Sanford House, ahora es el centro administrativo de la educación en Swindon) y, según su madre, “Música era la única asignatura en la que destacaba”.

Sus primeras emociones musicales tuvieron lugar a la edad de 8 años, cuando sus padres le regalaron un tocadiscos de segunda mano que incluía unos cuantos discos procedentes de su anterior propietario. Uno de ellos era ‘Drummin’ man’, del legendario batería Gene Krupa, y, en palabras de Rick, aquello le impactó “como una descarga eléctrica. Debí tocar esa canción dos mil veces”, dice.

Un amigo de la familia le construyó a Rick una batería a partir de algunas latas de galletas y, a la tierna edad de 12 años, se unió a la British Railways Staff Association’s Brass And Silver Jubilee Band como batería.

La batería era (y sigue siendo) su pasión. En una entrevista de 2002 decía lo siguiente: “Cuando era niño iba a ver los desfiles de tambores por la calle de mi ciudad, en Inglaterra, y ese era para mí el sonido más fantástico que había. Finalmente conseguí una batería y recibí algunas clases. Me lo tomaba muy en serio. Pensaba que si podía ser un batería de verdad, interpretar música y tocar con grandes grupos de rock, de música clásica, de música latina, tendría trabajo de sobra y mi vida estaría resuelta… Pero, por supuesto, las cosas no funcionan así. Al final empecé a juguetear con los teclados, y por alguna razón aquello parecía ir mejor conmigo que la batería. Y tienes que dedicarte a aquello que hace reaccionar a la gente”.

Nunca recibió clases de piano sino que, según Betty, “aprendió por su cuenta casi todo lo que sabe sobre la música”. La casa de los Davies no debía ser muy del agrado del vecindario ya que un día recibieron la visita de unos agentes municipales de vigilancia de ruidos, acompañada de una denuncia.

Tal vez ese aspecto antisocial de tocar la batería fue lo que condujo a Rick, de forma involuntaria, a convertirse en pianista. La batería debió ser la principal causante del problema, pues Rick solía practicar al piano en casa de su tía, cerca de Horsell Street.

En 1959, su atención musical se había desviado hacia el rock and roll y entró en una banda llamada Vince And The Vigilantes, pero en 1962, mientras estudiaba Arte en la Universidad de Swindon, formó su propio grupo, Rick’s Blues. En esa banda, las tareas de la batería le fueron asignadas (no había otro) a… ¡Ray O’Sullivan! Igual que Rick, él también acabaría cambiando la batería por el piano, adoptando el nombre artístico de Gilbert O’Sullivan y consiguiendo grabar unos cuantos singles famosos.

Otro gran amigo de Rick fue Ken White, el artista de Swindon que más tarde conseguiría fama internacional por sus trabajos para Richard Branson y como decorador de murales. Los tres estuvieron viviendo juntos en una casa de Londres a principios de los años 60.

Rick’s Blues acabó disolviéndose y cualquier esperanza sobre una carrera artística quedó congelada cuando Rick consiguió un empleo como soldador en Square D, una compañía que ofrecía productos y sistemas para el control industrial y tenía una fábrica en el Complejo Cheney Manor Trading de Swindon. Rick odiaba ese trabajo.

Sin embargo, sus aspiraciones musicales permanecieron intactas y en Septiembre de 1966 Rick se unió a una banda llamada The Lonely Ones, en la que tocaría el órgano. Más tarde confesaría que mintió sobre sus habilidades con ese instrumento para poder entrar en el grupo, admitiendo que por entonces no sabía tocar el órgano, pero aquel fue el comienzo de la carrera profesional de Rick, que dio por finalizados sus días de soldador.

El año siguiente The Lonely Ones estuvo de gira por Roma y Ginebra, y en Julio de 1967 cambiaron su nombre por el de The Joint. Su trabajo incluía grabaciones para películas alemanas de bajo coste, pero la banda no avanzaba y Rick pasó muchos apuros hasta que conocieron al millonario holandés Stanley August Miesegaes (‘Sam’), que se convirtió en su patrocinador y representante. También firmaron con la Organización de Robert Stigwood, liderada por uno de los empresarios artísticos más importantes de la época.

Animado por la continuidad de su éxito y por el reconocimiento que habían recibido en el continente (¡aparecieron en la televisión suiza!), Rick decidió formar una nueva banda y regresó a casa para poner un pequeño anuncio en la revista musical Melody Maker en Agosto de 1969, ofreciendo una “auténtica oportunidad”.

Roger Hodgson asistió a esas audiciones y, a pesar del contraste de sus orígenes (Rick procedía de la clase obrera y Roger de la educación privada), de inmediato entablaron una buena relación y formaron una banda llamada Daddy, que fue rebautizada como Supertramp en Enero de 1970. Aunque otros músicos pasaron por el grupo a lo largo de los años, Davies y Hodgson fueron el núcleo de la banda y sus fuerzas creativas.

Supertramp fue uno de los primeros grupos en firmar con la emergente discográfica A&M Records, y para el verano de 1970 ya habían grabado su primer álbum, llamado simplemente ‘Supertramp’, que fue publicado el 14 de Julio. Sólo unos días más tarde, la banda actuó en el ahora legendario Festival de la Isla de Wight.

No obstante, para Supertramp no iba a ser todo un cuento de hadas hasta alcanzar el estrellato: aquel álbum (sobre todo teniendo en cuenta lo que alcanzarían más tarde) fue un fracaso. El guitarrista Richard Palmer-James dejó el grupo, y el batería Robert Millar sufrió un ataque de nervios después de una gira desastrosa por Noruega.

Un segundo disco, ‘Indelibly stamped’, hizo que la banda se ganase un seguimiento de culto, pero vendió todavía menos copias que el primero, y el proyecto de Supertramp se quedó atascado. No sería hasta 1974 cuando conseguirían dar su verdadero primer paso adelante.

Según explicaría más tarde el guitarrista Richard Palmer-James: “Admiro mucho a Rick y a Roger como autores y como intérpretes, pero por lo que más les admiro es por no haberse dado por vencidos a principios de los 70. Trabajaron muy duro hasta que lograron el éxito, que les llegó después de cinco difíciles y frustrantes años”.

Su recompensa llegó con ‘Crime of the century’, su tercer álbum, que consiguió recibir muy buenas críticas y ventas cuando fue publicado en 1974. Se situó en el número 4 de las listas y les proporcionó su primer single en llegar al Top 20, ‘Dreamer’, que alcanzó el número 13 en Gran Bretaña.

Y, lo que es más importante, hizo que Supertramp empezase a triunfar en América. En 1977 ya se habían instalado en los Estados Unidos, y fue allí donde grabarían su álbum más comercial, ‘Breakfast in America’, un trabajo seminal que alcanzaría el número 3 en el Reino Unido y el número 1 en las listas americanas.

Pero Rick no había olvidado sus raíces de Swindon, y cuando alguien propuso que todos los miembros del grupo apareciesen leyendo periódicos en la contraportada del disco, a Rick se le pudo ver con una copia del Swindon Evening Advertiser entre las manos. Ese álbum ha vendido más de 19 millones de copias desde que fuese publicado el 29 de Marzo de 1979, y representa el punto más alto de la historia de Supertramp.
 
A pesar de que el éxito no cesaría, en 1983 Roger Hodgson decidió que era el momento de marcharse. Sus razones para abandonar el grupo han sido origen de muchas especulaciones, pero Hodgson siempre ha insistido en que lo hizo para pasar más tiempo con su familia (y, de paso, empezar a trabajar en una especie de complejo artístico que se había montado en casa).

Sin embargo, Hodgson también admitió que habían existido algunas disputas entre su mujer y la de Rick, que para entonces se había convertido en la representante del grupo. En cualquier caso, al parecer las diferencias personales y profesionales entre Rick y Roger siempre se han exagerado.

Una de las condiciones por las que Supertramp podía seguir adelante sin Hodgson era que el grupo no debía interpretar ninguna de sus canciones, y este asunto provocó una serie de fricciones desde la separación. La banda intentó reunirse de nuevo en 1993, y cuando finalmente lo consiguió en 1997 fue sin Hodgson. Otro intento de volver a juntar a ambos tuvo lugar en 2005 y también fracasó.

A decir verdad, el papel de Rick en el grupo a lo largo de los años ha sido a veces mal entendido y otras infravalorado. Aunque apareció en los créditos como co-autor de los grandes éxitos de Supertramp (incluyendo ‘Dreamer’, ‘The logical song’ y ‘Breakfast in America’) junto al teclista, guitarrista y bajista Roger Hodgson, en realidad se trataba de canciones de Hodgson.

Igual que había ocurrido con Lennon y McCartney, que siempre firmaron las canciones juntos aunque las compusieran por separado, Davies y Hodgson tendían a trabajar por su cuenta en sus propios proyectos, y cada uno cantaba las canciones de las que era el principal autor. Y fue Hodgson, originario de Portsmouth y después vecino de Wantage, quien ejerció de vocalista en los temas más famosos.

Pero el éxito de Supertramp iba más allá de los singles, cuyas ventas fueron relativamente insignificantes en comparación con las de los álbumes. Incluso su single más famoso, ‘The logical song’, sólo llegó al número 6 en los Estados Unidos y al 7 en Gran Bretaña, y fue ampliamente superado por álbumes de gran éxito en crítica y ventas, especialmente ‘Breakfast in America’, que arrasó en muchos países.

También es significativo recordar que en los años 70 muchos supergrupos se dedicaban a dar conciertos en estadios de fútbol y otros recintos enormes, y Supertramp alcanzó una gran reputación por impresionar a su público casi tanto como cualquier otra banda de entonces. Sin duda, fueron uno de los grandes grupos en directo y en estudio de su época.

Aunque a menudo fuesen clasificados en la categoría de rock progresivo, desarrollaron un sonido distintivo que fue conocido como ‘sofisti-rock’ y que, en palabras de la revista Rolling Stone, era “una amalgama de tempos medios llena de cuidadosos arreglos sobre un etéreo piano eléctrico”.

Entre 1970 y 2002 Supertramp publicó once discos de estudio, seis de los cuales alcanzaron el Top 20 en el Reino Unido. El álbum doble en directo ‘Paris’, publicado en 1980, también fue un Top 10 a ambos lados del Atlántico, igual que otros tres discos recopilatorios. Pero incluso todos esos grandes éxitos quedan eclipsados frente a ‘Breakfast in America’, que sigue siendo un álbum irrepetible en la historia de la música rock.

Es indudable que de aquellos viejos días viviendo en una casa adosada de Swindon surgió una auténtica superbanda de los 70. ¿Y por qué el nombre de Supertramp? Este procede de un libro de 1908 escrito por el galés W.H. Davies (sin relación familiar con Rick) llamado ‘La autobiografía de un supervagabundo’ que trata sobre la vida de un mendigo británico que viajó hasta los Estados Unidos y después regresó a su país.

Por desgracia, Betty, la madre de Rick, murió a finales de 2008 en una residencia de ancianos en Stratton St. Margaret. Rick solía viajar desde Estados Unidos todos los años por Navidad para visitarla, y su último viaje a Swindon tuvo lugar en Enero de 2009 cuando organizó para sus amigos y familiares una fiesta en su memoria.