Rob Williams, de "Winnipeg Sun", charló con Rick Davies tras el comienzo de la gira canadiense de "One more for the road".

 

Si Supertramp se formase ahora, Rick Davies duda que alguien le concediera un poco de tiempo a su música. "El ambiente es muy distinto ahora, muy orientado hacia la televisión. Y nuestros ombligos no son tan bonitos", dice el vocalista y teclista de la banda. "Cuando nosotros aparecimos fue perfecto, porque todo el mundo se sentaba en el suelo a fumar algo y escuchar música, y ahora eso ya no ocurre".

Supertramp se fundó en 1969, cuando un millonario holandés se ofreció a dar apoyo a la banda que formase Davies. Después de reclutar a un grupo de músicos a partir de un anuncio en el Melody Maker, Supertramp grabó dos discos de rock progresivo (el primero, de título homónimo, en 1970, e ‘Indelibly stamped’, el año siguiente) antes de que el millonario retirase su apoyo financiero cuando fracasaron en las ventas.

Debería haber tenido un poco más de paciencia. Utilizando sutilmente la fórmula de añadir un gancho pop, el tercer álbum de Supertramp, ‘Crime of the century’, fue el preludio de casi una década de éxitos de la banda, incluyendo ‘Crisis? What crisis?’, ‘Even in the quietest moments’ y ‘Breakfast In America’.

La clave del triunfo fue la colaboración en las composiciones entre Davies y Roger Hodgson, que firmaron los mayores éxitos del grupo, como ‘School’, ‘Dreamer’, ‘The logical song’, ‘Take the long way home’ y ‘Bloody well right’.

Hodgson dejó la banda después de ‘Famous last words’ (1982), para emprender su carrera en solitario. Supertramp siguió adelante sin él durante un par de discos más, con Davies componiendo todo el material, antes de tomarse un descanso de diez años.

"Por entonces pensamos que podía ser el final, pero no quisimos decirlo porque mucha gente habla de su gira de despedida para después volver a juntarse, y eso me parece estúpido", dice Davies, de 58 años.

Davies y los otros miembros veteranos del grupo Bob Siebenberg, Mark Hart y John Helliwell reclutaron algunos músicos nuevos en 1997, grabaron el álbum de regreso ‘Some things never change’ y se embarcaron en una triunfal gira mundial.

"Por entonces pensaba grabar un álbum en solitario y hacer otras cosas aparte de la música, pero a medida que iba componiendo veía que había mucho material de Supertramp. Llamé a los demás y todos se mostraron dispuestos", comenta Davies sobre la reunión del grupo.

Una ausencia notable de la formación es Hodgson, a quien Davies no ve demasiado, aunque varios miembros del grupo han colaborado con él en ocasiones. Trabajar con Hodgson no sería lógico para Davies. "Roger es un tipo extraño, de vez en cuando desaparece en el campo durante meses".

La actual gira de Supertramp, que llega a Winnipeg el lunes, presenta selecciones musicales de toda la carrera del grupo y de su nuevo álbum, ‘Slow motion’, que no se distribuye en Norte América y sólo se vende a través de la página web de la banda.

Dice Davies que los que crean que la gira tiene simplemente fines recaudatorios están soñando. "Hay mucha producción, luces y películas. No nos hemos reunido para pagar las hipotecas", dice. "Nos encanta estar en el escenario. Tal vez los viajes y los hoteles no sean muy divertidos, pero la verdad es que disfrutamos tocando".