Robin Plotts, de la revista "Discoveries", repasa junto a Bob Siebenberg la trayectoria de Supertramp.

Si el que tu canción suene en un anuncio de la marca de ropa Gap es una prueba de que estás en la onda, entonces Supertramp está en la onda. El hecho de que Gap eligiera ‘Give a little bit’ como sintonía de una reciente campaña fue un claro síntoma de que, a pesar de lo raro que podría parecer, estaba en curso una resurrección de Supertramp.

Este verano, el grupo alemán Scooter obtuvo un gran impacto con una versión de uno de los mayores éxitos de Supertramp, ‘The logical song’, rescatando el tema para toda una nueva generación. Anteriormente, en la banda sonora de la película ‘Magnolias’, tanto ‘Goodbye stranger’ como la versión original de ‘The logical song’ ya compartieron protagonismo con el estelar trabajo de la compositora Aimee Mann.

Y antes aún, No Doubt tomó prestada la parte inicial de la canción ‘Breakfast in America’ como introducción de su gran éxito ‘Don't speak’. Después, en Marzo de 2002, llegó un nuevo álbum de Supertramp, ‘Slow motion’, que fue publicado en Europa y Gran Bretaña. Para completar el círculo, A&M acaba de volver a publicar todos los discos del grupo como CDs remasterizados.

Bastante gente conoce al menos una canción de Supertramp (las anteriormente mencionadas o ‘Dreamer’, ‘Take the long way home’, ‘Bloody well right’...). Pero casi todo el mundo sabe poco o nada sobre el grupo, así que... ¿quiénes son estos tipos?

Supertramp se formó a finales de los años 60, cuando el cantante y teclista Rick Davies conoció al cantante y bajista Roger Hodgson. Previamente Hodgson había publicado un single, ‘Mr. Boyd’, con un grupo de estudio llamado Argosy, en el que el teclista era un tal Reg Dwight (obvia decir que también es conocido como Elton John). Respaldados por un millonario holandés, Davies y Hodgson completaron la primera formación de Supertramp, firmaron con A&M y publicaron un álbum con el mismo nombre.

Aquel primer disco, publicado en 1970, presentaba a Hodgson en la voz principal y, aunque era algo irregular, contenía algunos momentos magníficos que hacían entrever lo que llegaría después. Pero las ventas fueron lamentables y, cuando llegó el siguiente disco, ‘Indelibly stamped’, de la primera formación ya sólo permanecían en el grupo Davies y Hodgson.

‘Indelibly stamped’ fue un definitivo paso adelante, con Davies tomando el micrófono en algunas de sus propias canciones, estableciendo así el contraste entre su estilo blues más terrenal y el aspecto melancólico, melódico y espiritual de Hodgson, que acababa de cambiar el bajo por la guitarra.

Pero todavía la fórmula no era la adecuada y el grupo estuvo a punto de desintegrarse ante la ambigüedad de su compañía de discos y la retirada del apoyo de su mecenas. Alguien (probablemente el recién incorporado bajista Dougie Thomson) sugirió que debían intentarlo de nuevo. Después de todo, tenían mucho talento y había unas cuantas canciones bastante buenas esperando su turno para ser grabadas (‘Dreamer’ y ‘Rudy’ entre ellas). Con Thomson llegaron otros dos nuevos miembros, el saxofonista John Helliwell y el batería Bob C. Benberg,

Supertramp volvió a nacer. Y ahí es donde comienza la historia de verdad. Bob C. Benberg, ahora conocido por su verdadero nombre, Siebenberg, entró en el grupo a finales de 1972 o principios de 1973. Por entonces, los conciertos de Supertramp no eran lo pulcros y sofisticados que posteriormente les harían famosos.

En aquella época, según recuerda Siebenberg, sus actuaciones eran bastante sencillas. "Ibamos a tocar a colegios, clubes y pubs. Se trataba de hacer que la gente se moviera, no intentábamos montar ningún espectáculo". Los conciertos consistían en "canciones con las que la gente se pusiera a bailar, era puro rock. Eran conciertos muy primitivos, nos limitábamos a tocar nuestro repertorio y largarnos".

En aquella época de transición entre ‘Indelibly stamped’ y ‘Crime of the century’, el repertorio del grupo estaba formado por varias canciones que nunca fueron publicadas, y alguna otra con un nombre diferente. "‘Cheatin' man’ ahora se llama ‘Another man's woman’", dice Siebenberg. "Todavía en la actualidad la seguimos llamando ‘Cheatin' man’. ‘Pony express’ era una canción de Rick muy rockera. ‘Mexico’ estuvo a punto de ser grabada para este nuevo álbum, es una canción llena de frescura. Probablemente volverá a aparecer en el futuro. ‘Hey Laura’ fue la primera maqueta que hice con Rick y Roger. Trataba sobre la hija de Dougie, que acababa de nacer".

Lo primero que publicó la nueva banda fue un single que contenía dos canciones que nunca fueron incluidas en ningún álbum, ‘Land ho’ de Hodgson y ‘Summer romance’ de Davies. "‘Land ho’ fue grabada por lo menos seis meses antes que el material de ‘Crime of the century’", recuerda Siebenberg.

"Fue antes de que conociéramos a Ken Scott, el productor de ‘Crime of the century’. Ya habíamos grabado y mezclado ‘Land ho’. Al principio, Ken Scott no estaba interesado en ser nuestro productor, y la compañía de discos pensó que para establecer una relación con él sería una buena idea volver a mezclar la canción. Así que nos metimos en el estudio con Ken y volvimos a mezclar ‘Land ho’ en Londres. Y entonces él se dio cuenta de que sabíamos tocar y decidió involucrarse en el proyecto".

La aparición de ‘Crime of the century’ fue un gran avance para Supertramp, tanto artístico como comercial. Aunque no se trataba de un álbum conceptual, el disco estaba soberbiamente construido y compuesto de canciones sofisticadas y emotivamente agrupadas. Por lo que respecta al rock progresivo, ‘Crime of the century’ fue insuperable. En un solo disco, Davies, Hodgson y compañía hicieron más comentarios sociales y hablaron más sobre la alienación humana que Pink Floyd en los dos discos de ‘The wall’. Supertramp hacía que las cosas parecieran simples, aunque aquello no era tan sencillo como podría pensarse.

"En el estudio había muchos desafíos, muchos fallos, mucha experimentación", dice Siebenberg. "Y lo que la gente ha olvidado es que antes de que existieran los sintetizadores, todos los sonidos había que crearlos en el estudio, disminuyendo la velocidad de la cinta, poniendo el dedo sobre los cabezales... Pasamos muchos momentos divertidos haciendo esas cosas, ¡incluso llegamos a llevar a un tipo al estudio para que tocara un serrucho! Al final de ‘Hide in your shell’, sobre el coro, se oye un sonido que en realidad procede de un tipo sentado en el estudio tocando un serrucho... Teníamos que crear aquellos sonidos, había que experimentar muchas cosas y eso nos llevaba bastante tiempo para grabar un disco. Tardamos cuatro o cinco meses en grabar el álbum, que por entonces era bastante tiempo".

El siguiente álbum, ‘Crisis? What crisis?’, grabado en Los Angeles, fue algo más relajado. "Creo que fue una especie de respuesta a lo que nos rodeaba", dice Siebenberg. "Muchas de las canciones fueron grabadas en América, pero casi todas las mezclas se hicieron en Inglaterra".

Después de ‘Crisis? What crisis?’, Supertramp hizo las maletas y se estableció en América, cambiando la melancólica Londres por la soleada Los Angeles. Para los cuatro británicos del grupo aquel era un buen cambio, pero para el batería americano era una especie de paso atrás.

"Había nacido y crecido en Los Angeles, y por fin había conseguido escaparme a Londres", dice Siebenberg. "Estuve en Londres unos siete años, pero a los ingleses les gustaba el clima y la libertad que hay aquí, así que no es culpa suya. Roger, que era muy espiritual, estaba encantado con las posibilidades que le ofrecía California. A todos les gustaba la idea de que cualquier día libre fuera a ser soleado. Y estábamos decididos a establecernos en América. Pensábamos que si nos integrábamos en la cultura de Los Angeles, podríamos concentrarnos en vivir y salir de gira en América".

El grupo se tomó su tiempo con el siguiente álbum, ‘Even in the quietest moments’, de 1977, y reaparecieron con un single de éxito, ‘Give a little bit’, con la guitarra de doce cuerdas personificada en el mejor estilo pop de Hodgson.

Pasaron dos años más antes de que llegara el mayor éxito comercial del grupo, ‘Breakfast in America’, de 1979, que contenía los éxitos ‘The logical song’, ‘Goodbye stranger’ y ‘Take the long way home’. Para muchos fans este sigue siendo su disco favorito. Pero éxitos aparte, este álbum carecía de la consistencia de ‘Crime of the century’.

Aunque el grupo no tenía ni idea del éxito que alcanzaría ‘Breakfast in America’, Siebenberg tuvo un presentimiento. "Hice una apuesta con Rick", dice, "nada más oir las pistas de acompañamiento del disco. Le aposté cien dólares a que el álbum llegaría al ‘Top 15’ en las listas de éxitos, y gané. Pero realmente nunca puedes saber cómo va a resultar un disco. Habíamos publicado discos que habían llegado al ‘Top 25’ de las listas, y jamás sabíamos que eso iba a suceder. No podíamos imaginar el éxito que iba a tener aquel álbum".

A pesar del nuevo éxito, no todo iba bien dentro de Supertramp. Hodgson, la voz de muchos de los éxitos del grupo, estaba desencantado y planeaba su marcha. Las sesiones de grabación del siguiente disco, ‘Famous last words’, estuvieron marcadas por la creciente tensión existente entre Davies y él.

"Aquel fue un proyecto difícil de terminar", recuerda Siebenberg. "Rick y Roger estaban realmente distanciados, y había una guerra continua acerca de dónde teníamos que grabar el disco. Roger no quería venir a Los Angeles y Rick no quería ir hasta las montañas donde vivía Roger. A mí, a John y a Dougie nos daba lo mismo, sólo queríamos sacar el disco adelante. Así que fuimos de aquí para allá y acabamos grabando casi todo en casa de Roger, para mantener la paz".

Hodgson participó en una última gira mundial con el grupo en 1983, la cual está documentada en el DVD ‘The story so far’. "Hicimos la gira con Roger y fue un poco triste", dice Siebenberg, "porque en cada concierto él anunciaba que aquella era su última gira y obviamente todo el mundo se mostraba desencantado con ello".

Durante los siguientes años, Supertramp publicó dos discos sin Hodgson: ‘Brother where you bound’ y ‘Free as a bird’. "Estábamos decididos a levantarnos de nuevo y pensar que podíamos hacerlo bien sin Roger en el grupo", dice Siebenberg. Parte del material de los discos posteriores a la marcha de Hodgson en realidad data de la época en la que él estaba en el grupo.

"La canción ‘Brother where you bound’ iba a formar parte del álbum ‘Famous last words’", dice Siebenberg. "Los discos siempre eran cuidadosamente diseñados. Rick y Roger se sentaban juntos y repasaban su material. Y si había alguna canción que pensaban que no encajaba en el disco, intentaban componer alguna nueva que fuera más apropiada. Estuvimos dándole vueltas a las canciones y Roger decidió que había algunas que debía reservarse. Sabía que iba a dejar el grupo y creo que prefería guardarlas para su disco en solitario. Así que él se reservó una canción, y Rick se reservó otra canción, y Roger ser reservó alguna más... Y fue así como desaparecieron ‘Brother where you bound’ y ‘Ever open door’. Varias canciones que acabaron en el siguiente álbum de Supertramp deberían haber formado parte del ‘Famous last words’. Y también hubo varias canciones del primer disco en solitario de Roger que en un principio iban a publicarse en el ‘Famous last words’".

Hodgson publicó esas canciones que se había reservado en su primer disco en solitario, ‘In the eye of the storm’, el cual incluía el single de éxito ‘Had a dream’. Después de su segundo álbum, ‘Hai hai’, Hodgson desapareció de la circulación durante una década, y regresó recientemente con un álbum en directo y un nuevo disco en estudio, ‘Open the door’, que demuestra que, a pesar de sus reticencias para volver a Supertramp, sigue conservando el talento que llevó al grupo hasta lo más alto de las listas en los años 70.

Supertramp ha seguido siendo un grupo interesante. La banda liderada por Davies volvió a alcanzar el éxito después de varios años con el single ‘You win I lose’, lo cual demuestra que, igual que Hodgson, Davies aún puede publicar grandes cosas. Y no hay evidencias de que el final del grupo sea inminente. Aunque el nuevo disco ‘Slow motion’ no esté a la venta en las tiendas de discos norteamericanas, puede obtenerse a través de la página web del grupo. Si algún fan recela del nuevo material del Supertramp, que tenga en cuenta que por lo menos una canción del disco ‘Slow motion’ data de principios de los 70.

"Ya solíamos tocar una canción del nuevo álbum, ‘Goldrush’, en el mismo repertorio que ‘Pony express’", revela Siebenberg. "Cada vez que íbamos a preparar un disco, la grabábamos, pero después nunca la publicábamos".

Yo podría divagar sobre si Roger Hodgson es un guitarrista injustamente infravalorado (¿habéis escuchado ese solo al final de ‘Goodbye stranger’?) o sobre si el hecho de que los conciertos de Supertramp sean inmaculados no significa que sean fríos. Pero no lo haré. Tan sólo os sugiero que os acerquéis a vuestra tienda de discos y consigáis una copia de ‘Crime of the century’, ‘Breakfast in America’ o algún recopilatorio del grupo. Si el dependiente os mira de forma sospechosa, limitaos a decir "es el grupo del anuncio de Gap", o "el grupo de la banda sonora de ‘Magnolias’", o "el grupo en el que se inspira No Doubt". Pero, por favor, ¡escuchadlo!