Pete Makowski, reportero de la revista musical "Sounds", visitó a Roger, Dougie y Bob poco después de la triunfal aparición de "Crime of the century".

"¿Adónde va?", me pregunta el taxista, medio interesado, medio aburrido. "A Wantage, cerca de Didcot", le contesto, intentando mostrar entusiasmo por un sitio del que nunca he oído hablar.
 
"¿Pará qué?", me vuelve a preguntar mientras enciende un cigarrillo e intenta mantener la conversación desesperadamente.
 
"Para ver a un grupo", le digo, esperando que me cuente lo mucho que a sus hijos le gusta Donny Osmond y me pregunte si les podría dedicar algún disco.
 
"Así que vas al puto Didcot a ver a un puto grupo", exclama. Ahí acaba la conversación. No tengo la oportunidad de decirle que voy a ver a Supertramp y que ellos no pueden venir a la ciudad porque están preparándose para una gira europea.
 
Desde Didcot soy acompañado unas millas más allá, hasta unos hermosos parajes rurales conocidos como Wantage, por el compositor, guitarrista y teclista de Supertramp Roger Hodgson. Tres miembros del grupo, Roger, el bajista Dougie Thomson y el batería Bob C. Benberg viven allí en una casa con sus mujeres.
 
Dougie se encuentra en el salón, enfrente del fuego, cosiendo cuidadosamente su abrigo de piel, mientras de fondo se oye la música de Ozark Mountain Daredevils. Muy ambiental.
 
Igual que pasa con Wantage, todo lo que rodea a Supertramp es humilde, natural, sin pretensiones. Ellos no son el tipo de gente que necesita decir "no hemos cambiado desde que tenemos éxito".
 
Supertramp es una de esas bandas cuyo potencial hace vibrar al vinilo en su obra maestra Crime Of The Century, pero no creo que nadie esperara de ellos que alcanzasen el éxito tan rápidamente.
 
Desde un punto de vista musical, los Supertramp son complejos, pero decididamente accesibles. Visualmente no dicen nada, lo que significa que se basan en su música y no en una mala promoción. Así pues, ¿a qué se debe su éxito? Es sospechoso que un grupo que hace música buena y nada comercial pueda impactar de una forma tan inmediata.
 
¿Es eso lo que se llama "un enigma"? Bueno, no tanto si se tiene en cuenta cuál era la situación del mundo de la música hace un año. Lo de Supertramp era algo un poco raro, y sin embargo demasiado para esos periodistas que dieron la espalda al grupo.
 
Supertramp vino al mundo hace unos cuantos años, pero no se trata de remontarse hasta los comienzos de su carrera, pues el nuevo y el viejo Supertramp tienen poco en común. La carrera del grupo empieza con Crime Of The Century, un trabajo que fue compuesto hace 3 años por Roger y el teclista Rick Davies.
 
El trabajo intenso y vigoroso es sólo una cara de la moneda por lo que respecta al grupo. Ya han compuesto material para un nuevo álbum. "De hecho", añade Dougie, un tipo con marcado acento escocés, "podríamos haber grabado otro álbum inmediatamente después del Crime".
 
El disco fue producido por Ken Scott, quien ha trabajado con Bowie y con Mahivishnu, y cuyo excelente trabajo de producción se ha convertido en una parte integral del sonido de la banda. "Grabamos un single un poco antes y lo mezclamos nosotros mismos", explica Roger, "pero la compañía de discos no se quedó satisfecha con nuestro trabajo y le propuso a Ken que volviera a mezclarlo".
 
"Hizo un gran trabajo y le preguntamos si le interesaría ser nuestro productor. Le dejamos escuchar algunas maquetas y no le interesaron, así que nos pusimos a buscar otro productor. Después Ken volvió a llamarnos y nos dijo que había estado escuchando las cintas y que quería encargarse de la producción".
 
La nota oficial de la compañía de discos describe el álbum Crime como un trabajo conceptual, lo cual es muy desafortunado ya que arroja al grupo a las profundidades de lo pretencioso. "La gente busca un significado oculto en el álbum", dice Roger un poco desconcertado. "En alguna entrevista incluso nos han preguntado si hemos cometido algún crimen... Por lo que respecta al grupo, el álbum es conceptual en cuanto a que cada canción conduce a la siguiente, y en ese sentido todos los discos son conceptuales".

Es fascinante cómo los estilos de Davies y Hodgson parecen mezclarse, consiguiendo que Supertramp sea más una entidad de sonido que varios individuos bajo el mismo nombre.
 
Davies ya contaba con una carrera ilustre, incluso estuvo en un grupo donde Gilbert O'Sulllivan tocaba la batería, ¿no es increíble? "Rick es un batería jodidamente bueno, queremos que toque la batería en el escenario", dice Roger. "Sería bonito tener alguna parte del espectáculo con dos baterías".
 
Hablando de baterías, la adquisición más reciente del grupo, Bob C. Benberg, un americano alto de voz suave, entra en el salón, aviva el fuego y se sienta en una esquina de la habitación. Benberg ha tocado en varios grupos en América. "Solíamos interpretar canciones del estilo de Procol Harum", dice. Cuando vino a Gran Bretaña se unió a Bees Make Honey, y vio a Supertramp cuando los Bees estaban de gira con Frankie Miller.
 
"Fue en el club Barbarella de Birmingham, y estuvieron impresionantes. Enseguida supe que ese era el tipo de grupo al que yo quería pertenecer". El estilo de Benberg a la batería es poco habitual en cuanto a que no está constantemente dando respaldo al grupo. Sus intervenciones son esporádicas y embellecen la música, y no se limitan a ocuparse de llevar un ritmo continuado".
 
"Eso es lo que pasa con todos los miembros del grupo, cada uno se adapta a la música, sea lo que sea lo que esta pida", dice Roger. "Si hay una canción que necesite la guitarra acústica, entonces utilizamos la guitarra acústica. Nuestro próximo álbum va a ser totalmente distinto a Crime, más rítmico. Ese es uno de los elementos principales del grupo que estamos explotando".
 
Una vez más, el grupo acaba de sorprendernos al publicar un single del álbum, Dreamer, que se está vendiendo muy bien. Aparte de sus nuevas experiencias en el Top Of The Pops, la banda parece divertirse con su recién descubierto mercado de singles.
 
"No tenemos nada contra los singles. Se ha hablado mal de ellos por la calidad del material que está saliendo ahora", dice Roger. "¿Has visto la basura que hay ahora en las listas? Ya no aparecen esos singles de gran calidad como cuando éramos más jóvenes".
 
Por último, hablando de las actuaciones en directo, les pregunto si les gusta salir de gira. "¡Oh, sí", dice Dougie con entusiasmo. "¡No creo que pudiéramos sobrevivir sin ese aspecto del negocio!"