David Wigg, del periódico australiano "Melbourne Sun", estuvo con Sue, la mujer de Rick Davies y representante del grupo, en plena gira del álbum "Brother where you bound".

Mick Jagger dijo una vez que las giras de un grupo de rock and roll no eran sitio para una mujer. Sue Davies no estará de acuerdo con esa opinión, pues es la representante de una de las bandas con más éxito en el mundo, Supertramp, el grupo favorito de la Princesa de Gales.
 
“Las giras de rock no son sitio para cualquiera que no trabaje, ya sea hombre o mujer”, dice Sue, de 35 años. “Nosotros tenemos a una mujer en nuestro equipo de iluminación y hace un trabajo estupendo. También son mujeres quienes nos proporcionan la comida para la gira”.
 
“Si Mick Jagger quiere insinuar que una mujer no puede encargarse de una gira, es una estupidez. Yo ya he oído y visto de todo. Esto es algo que forma parte de mi vida, y creo que es la mujer quien debe decir qué cosas puede o no puede hacer. Decir que las giras de rock no son sitio para una mujer es como decir que no debería haber ninguna mujer en el mundo de los negocios”.
 
Sue, de ojos marrones e hija de un cirujano ortopédico, acaba de volar desde su casa en Los Angeles hasta Munich para ver la actuación de Supertramp en el Olympic Hall ante nueve mil personas, un concierto que forma parte de la gira europea del grupo. La banda ha vendido más de cuarenta millones de discos en todo el mundo, de los cuales casi la mitad pertenecen a su álbum más famoso, ‘Breakfast in America’. El último, ‘Brother where you bound’, acaba de conseguir un disco de oro en los Estados Unidos.
 
Sue está casada con el teclista y vocalista del grupo Rick Davies, natural de Swindon, y se encarga de administrar su carrera así como las del saxofonista John Helliwell, de 41 años, el bajista Dougie Thomson, de 36 años, y el único americano del grupo, el batería Bob Siebenberg, de 36 años.
 
“Supongo que mi trabajo está fuera de lo común”, dice Sue, quien se refiere al grupo cariñosamente como ‘mis chicos’, “pero no veo por qué no puedo hacerlo igual de bien que un hombre. Es un trabajo duro pero me encanta, y por tanto trabajaré en esto mientras me guste”.
 
Han sido el entusiasmo y el ingenio de Sue los que han arrastrado a Supertramp hacia una nueva gira mundial. Rick, de 41 años, quería tomarse un descanso después de más de tres lustros al frente de la banda. Pero Sue, en secreto, fue contratando conciertos del grupo por América y Europa.
 
“Tenía que hacerlo, pues en caso contrario no podríamos disponer de los recintos en los que dar los conciertos”. Después de eso, le costó tres meses convencer a Rick para que volviera a salir de gira, incluso aunque los otros tres miembros del grupo estaban dispuestos.
 
“Rick es alguien que jamás lee una crítica, una entrevista o una lista de éxitos. Y tampoco se preocupa por el número de discos vendidos. Así que da lo mismo que le diga que el nuevo single, ‘Cannonball’, o el álbum, ‘Brother where you bound’, han obtenido una reacción muy positiva. Nunca quiere saber nada sobre eso”.
 
“Durante unas cortas vacaciones, de repente apareció en la televisión un resumen de los mejores momentos de Wimbledon, y la canción que utilizaron para el montaje fue ‘Cannonball’. Rick se giró hacia mí y me dijo: ‘Dios mío, la gente cree que mi trabajo es bueno’. A lo que yo le respondí: ‘He estado intentando decírtelo’. Fue entonces cuando decidió que Supertramp debía volver a salir de gira”.
 
¿Qué cualidades cree Sue que debe tener como representante femenina de Supertramp para mantener al grupo en lo más alto? “No creo que deba tener nada distinto a un representante masculino”, dice. “Debo ser capaz de organizar todo un caos, ser muy flexible con mi horario de trabajo, tener psicología y algo de sentido del negocio, hacer juegos malabares, tener mucha paciencia, saber conservar la frialdad durante situaciones de presión...”
 
“Cuando veo al público volverse loco durante los conciertos, todavía siento un escalofrío. Pero mi trabajo es una labor de amor, porque lo hago por mi mejor amigo”.