Reportaje de David Huff en "Jam The Music" en el que se refleja la incertidumbre que rodeaba al futuro de Supertramp con la marcha de Roger Hodgson tras de la gira del "Famous last words". 

Roger Hodgson, el cantante y principal compositor de Supertramp, se sienta cómodamente en su casa del Norte de California. El grupo acaba de terminar una gira de tres meses por Europa que Hodgson llama "una de las giras más divertidas que hemos hecho jamás", y en pocos días volverá a unirse a sus compañeros "vagabundos" para embarcarse en su primera gira por Estados Unidos en 4 años.
 
Ha habido mucho revuelo entre la prensa sobre la gira mundial de Supertramp en 1983, y con razón. Esta será la última vez que Hodgson aparecerá en el escenario con un grupo que él y la otra fuerza de Supertramp, Rick Davies, fundaron hace más de una década. Hodgson anunció hace unos meses que deja el grupo para emprender su carrera en solitario y trabajar con otros músicos fuera del entorno de Supertramp.
 
"Al principio pensé en hacer proyectos al margen de Supertramp y seguir formando parte del grupo", dice Hodgson con calma, "y eso podría haber sido posible. Esa era mi intención".
 
"Pero Rick y yo, los dos compositores, las dos fuerzas del grupo, hemos llegado a un punto en el que, por muchas razones, necesitamos divorciarnos para poder volver a ser amigos. No se trata de trabajar atados el uno al otro contractualmente y tener que hacer discos sin que queramos hacerlos. Estoy abierto para el futuro. Tal vez en 3 ó 4 años nos apetezca volver a trabajar juntos, pero de momento está claro que necesitamos echar a volar".
 
Decir que no se echará de menos a Hodgson en la plantilla de Supertramp es un craso error. Hodgson ha compuesto algunas de las canciones más clásicas del grupo, como Fool's Overture, School, Dreamer, The Logical Song, Give A Little Bit, Take The Long Way Home y Breakfast In America, por nombrar algunas. Debido al tremendo impacto que esas canciones han tenido, Hodgson se ha convertido en "la voz" de Supertramp.
 
Hodgson decidió abandonar Supertramp tras la intensa gira de 1979, la cual, según él, estuvo a punto de destruir al grupo mental y físicamente.
 
"Hasta Breakfast In America, existían sensaciones mágicas al componer y grabar con Supertramp", dice Hodgson mientras señala los discos de platino que decoran las paredes de su humilde retiro 500 millas al norte de Los Angeles. "Fuimos una especie de familia muy unida durante mucho tiempo, hasta Breakfast In America. Entonces fue cuando empezamos a diverger y todos nos pusimos a buscar fuera del grupo nuestra felicidad y realización a nivel personal".
 
¿Tal vez la situación actual no existiría si Supertramp no hubiera grabado Breakfast In America? "No, yo estoy muy contento de que eso ocurriera", dice Hodgson rápidamente. "Es un gran álbum. No fue tanto por el disco, sino por la gira maratoniana que le sucedió. Dimos 120 conciertos en 9 meses y casi matamos al grupo y nos matamos a nosotros mismos".
 
"Fue durante esa gira cuando las canciones empezaron a sonar viejas y aburridas. Sentí la necesidad de hacer algo más y probablemente debería haber tomado la decisión de marcharme después de la gira, a finales del 79. Sin embargo, ese no era el momento para hablar, así que nos tomamos un descanso de 2 años y volvimos a reunirnos y a grabar otro álbum, Famous Last Words, para ver si las cosas volvían a funcionar. Pero no fue así".
 
Según Hodgson, el fracaso de Famous Last Words en intentar repetir el éxito de Breakfast In America no debería ser considerado como el último clavo en el ataúd de Supertramp. Como señala, incluso aunque grabar Famous Last Words fuera una experiencia traumática, hay otros discos en el pasado del grupo en los que también fue muy difícil trabajar.
 
"En realidad, que un proyecto sea mágico o no depende de lo que esté sucediendo en la vida de cada uno mientras se graba el disco", dice Hodgson. "Breakfast In America fue mágico, y Crime Of The Century fue mágico. Durante Crisis What Crisis? había muchas crisis en nuestras vidas personales y las cosas no salieron como queríamos. Even In The Quietest Moments fue bastante traumático y tampoco salió exactamente como deseábamos".
 
"Los discos que triunfan surgen de haberlo pasado bien al grabarlos. Hay un conjunto de circunstancias que influyen en la química que hace que brote la magia, y creo que ese es el ingrediente principal. Nunca puedes predecir cuándo va a suceder eso".
 
Supertramp empezó como muchas bandas inglesas de la época, con un par de aspirantes a músicos que se conocen y se dan cuenta de que musicalmente funcionan bien juntos. Al principio, Davies y Hodgson tuvieron dificultades para encontrar los acompañantes adecuados que hicieran esa música que hoy en día es inconfundible en todo el mundo.
 
"Fue muy difícil encontrar los músicos idóneos para Supertramp al principio", recuerda Hodgson. "Nos costó cinco años y muchas audiciones. Debimos ver a más de 400 baterías, 50 bajistas y 50 guitarristas. Durante los primeros cinco años, yo estuve cambiándome constantemente del bajo a la guitarra porque no encontrábamos a nadie fijo que se encargara de ese instrumento".
 
Supertramp alcanzó la estabilidad con Even In The Quietest Moments, disco del que se extrajeron 2 singles tremendos: la canción que da título al álbum y Fool's Overture. Esto hizo que todo el mundo se fijara en Supertramp.
 
"Cuando Supertramp empezó, no teníamos un objetivo concreto, aparte de intentar hacerlo todo lo mejor que pudiéramos", dice Hodgson. "Hay mucho perfeccionismo en el grupo, del cual soy partícipe, así que todo lo que hacíamos intentábamos hacerlo lo mejor que podíamos. Aparte de eso, probablemente conseguir el éxito fue lo que nos hizo seguir juntos".
 
Y mientras el éxito hacía que Supertramp siguiera unido, a la vez casi les destruyó. Según Hodgson, durante años los miembros del grupo estuvieron totalmente absorbidos por la música, y formaron una familia unida. Después del enorme éxito de Breakfast In America y de la maratoniana gira posterior, la banda empezó a buscar fuera de Supertramp esa felicidad y esa realización a nivel personal.
 
"El dinero tuvo mucho que ver con el cambio de actitud en Supertramp. De hecho, nos cambió la actitud respecto a muchas cosas", dice Hodgson. "Una vez que alcanzamos el éxito con Breakfast In America, nos tomamos un descanso y esa fue la primera vez que pudimos dedicarnos a la familia y ocuparnos de nuestras vidas privadas. Empezamos a pensar más a nivel individual que colectivo".
 
"Creo que el mayor desafío para un artista es el éxito, y especialmente el éxito económico, porque el dinero llega a través de muchos cauces diferentes. Es muy fácil que te atrape por completo, no sólo porque tienes que gastártelo, sino porque necesita que te ocupes de él. Antes de que te des cuenta, el dinero controla tu vida".
 
"Es muy difícil controlar tu independencia económica. No te queda tiempo para nada más. Quieres comprarte tu propia casa y dejar atrás otra vida, el estilo de vida de la gente para la que cantas. Te aíslas y pierdes el contacto con la gente. Es muy fácil perder la perspectiva de las cosas, y creo que el dinero hizo eso con nosotros".
 
Famous Last Words fue un último intento de Hodgson por recuperar las sensaciones mágicas que la gira del Breakfast In America había destruído. Desafortunadamente, la magia se convirtió en horror, e incluso aunque el álbum tuviera un par de éxitos en single como It's Raining Again y Crazy, en conjunto fue un fracaso lamentable para el grupo.
 
"Tienes razón, no estoy contento con nuestro último disco", dice Hodgson con un tono de tristeza en su voz. "Se quedó muy corto para lo que podía haber sido. No es la progresión de algo que habíamos hecho en el pasado, y tampoco me parece coherente. Respecto al orden de las canciones, Famous Last Words es un claro ejemplo de secuencia equivocada. Tienes Crazy y luego Put On Your Old Brown Shoes, donde hay una bonita transición, y después deberías ir hacia otro sitio, pero no es así. Vuelves atrás con un tema que probablemente debería haber abierto el disco, It's Raining Again".
 
No hay amargura ni hostilidades dentro del grupo en lo que podría llamarse "la gira de la despedida del Supertramp original". Hodgson dice que el grupo ha entendido que él quiera explorar otros horizontes musicales por su cuenta.
 
"Sólo hubo un par de veces en la gira europea, cuando vi la reacción del público hacia nuestra música, su amor por el grupo, en las que me puse un poco triste al saber que esta sería mi última vez actuando con Supertramp", admite Hodgson. "Estoy un poco triste, pero no por nosotros. Sé que esto es necesario para que nosotros, sobre todo yo, sigamos creciendo y componiendo música que haga feliz a la gente".
 
"Tal vez Supertramp sea ahora mismo un reto demasiado grande para mí. Ha llegado un momento en el que, para encontrar frescura y desarrollarme, necesito trabajar con otros músicos. He obtenido todo lo que he podido de este conjunto de músicos. Todavía siento mucho cariño por ellos, y ellos lo sienten por mí, pero noto que necesito trabajar con otros músicos para que mi creatividad avance".
 
Hay mucha gente que nunca entenderá la decisión de Hodgson de abandonar Supertramp. De hecho, es irreemplazable, pero la vida continuará para él y para el grupo. "Diga lo que diga yo, la gente va a sacar sus propias conclusiones", dice Hodgson después de estar pensativo durante varios segundos. "Pero lo que hago tiene lógica".
 
"Con cada objetivo que intentas alcanzar en la vida, lo más divertido es conseguirlo. Una vez que lo has conseguido, no eres feliz a menos que sigas obteniendo algo. Si no, debes buscar una nueva montaña que escalar, un nuevo objetivo que cumplir. Estoy muy orgulloso de lo que he logrado con Supertramp, y no intento huir de ello".