Jordi Bianciotto, del diario catalán "El Periódico", entrevisto al antiguo vocalista de Supertramp con motivo de su actuación en la localidad tarraconense de Cambrils.

El autor de clásicos de Supertramp como ‘The logical song’, ‘Give a little bit’, ‘Breakfast in America’, ‘Dreamer’, ‘It’s raining again’ y tantos otros regresa este viernes a un escenario catalán, el del Festival Internacional de Música de Cambrils (22.00 horas).


PREGUNTA: ¿Desea reivindicar ese repertorio como canciones de Roger Hodgson más que de Supertramp?

ROGER: Bien, las compuse durante la vida del grupo, en algunos casos antes, pero siempre solo, que es como trabajo. Supertramp fue una banda fantástica pero no pienso en esas canciones como creaciones de Supertramp, ya que las hice solo y son muy personales. ‘Lord is it mine’, por ejemplo: la banda no la quería incluir en el álbum ‘Breakfast in America’ y a Peter Henderson, el ingeniero y productor, le gustaba mucho y convenció a todo el mundo para que la grabáramos.

PREGUNTA: Sus interpretaciones son fieles al sonido original… ¿Cree que aguantan el paso del tiempo esas texturas, esos sonidos de sintetizador?

ROGER: Creo que el sonido es atemporal. Hoy hay más sintetizadores que nunca y solo necesitas pulsar unas teclas del ordenador para hacer música, aunque las máquinas por ahora no consiguen componer una canción con corazón. Aquella época fue la de los inicios de los sintetizadores: el disco ‘Even in the quietest moments’ fue el primero en que empezamos a usarlos, en concreto en ‘Fool’s overture’. Escuché un sonido de cuerdas y me inspiró.

PREGUNTA: No es partidario de recrear las canciones, sino de interpretarlas tal cual las ideó en su día…

ROGER: Me siento más bien como un compositor clásico. Si la canción se escribió de una manera es difícil cambiarla ahora: la gente la recuerda así, y también yo. No tendría sentido cambiarla porque sí.

PREGUNTA: Decía que algunas piezas son incluso anteriores a la formación de Supertramp, aunque se grabaran en álbumes muy posteriores… ¿Cuáles son las más antiguas?

ROGER: ‘Breakfast in America’ la hice muy al principio, creo que tendría 19 años. ‘Give a litte bit’ fue quizá con 20, creo que ya estaba en la banda con Rick, pero me pareció que no era una canción muy buena y estuve seis o siete años sin tocársela a nadie. Y diría que el comienzo de ‘The logical song’ y ‘Fool’s overture’ vienen también de principios de los 70.

PREGUNTA: ¿Cuáles fueron sus primeras grandes influencias? ¿Los Beatles? ¿La música clásica?

ROGER: Sí, todo ello. Me encanta Debussy, es mi clásico favorito. Y en cuanto a los Beatles, ellos tiraron la puerta abajo y me enseñaron lo que era posible hacer en la música. Luego, otra de mis bandas era Traffic, con Steve Winwood. Pero toda aquella era fue muy inspiradora: The Who, The Kinks, incluso los Rolling Stones, y Jethro Tull… Pero quienes lo empezaron todo fueron los Beatles. Fueron los líderes y todas las otras bandas se inspiraron en ellos a la hora de experimentar. Yo era entonces un adolescente que observaba todo eso desde su aburrida escuela inglesa. Esos grupos me empujaron a soñar.

PREGUNTA: Antes de Supertramp tuvo una banda llamada Argosy con la que tocó un jovencísimo Elton John...

ROGER: Sí, duró poco y él no fue miembro del grupo; tocó como músico de sesión en dos canciones. Fue mi primera experiencia en el estudio. Le recuerdo como un tipo tranquilo y con mucho talento: tocó mi parte de piano seguramente mejor que yo.

PREGUNTA: ¿Ve a Supertramp como una banda situada en el área del rock progresivo británico de los 70, con Yes, Genesis, Emerson, Lake & Palmer…?

ROGER: Para mí los más progresivos de todos eran los Beatles, aunque esas bandas y King Crimson, Jethro Tull, etc., hicieron una música hermosa, muy creativa. Supertramp nos metimos en esa ola, sí, aunque nunca vi al grupo como rock progresivo. De hecho, siempre me he apartado de las etiquetas. La música es buena o no, te gusta o no. Es mi única observación. Queen fue una banda con la que estuvimos muy cerca: comenzamos en la misma época y estaban grabando en el mismo estudio cuando hicimos ‘Crime of the century’.

PREGUNTA: ¿El elemento definitivo de sus canciones, que las ha proyectado al gran público, son las melodías?

ROGER: Son muy importantes, sí, aunque para mí todo lo es: el sentimiento que imprimes, el ritmo, los acordes, los textos… No basta una única cosa para emocionar.

PREGUNTA: Con sus giras en solitario, ¿le gusta estimular los recuerdos del auditorio, la nostalgia?

ROGER: La música es una medicina increíble. Lo ha sido para mí y sé que lo es para mucha gente que tiene conexiones profundas con muchas de esas canciones, que salen directamente de mi corazón, de mi dolor, mi soledad, mis preguntas sobre la vida, mi anhelo de Dios, del amor… Mucha gente las sigue sintiendo, como dice la canción, ‘hiding in their shell’ (escondidos en su caparazón). La música puede evocar el pasado casi como ninguna otra cosa y quizá mis canciones transporten al oyente a un tiempo en que la vida era más sencilla, quizá cuando se enamoraron de su mujer… No es nostalgia. La gente lo llama así, pero para mí es alquimia.

PREGUNTA: Alquimia… ¿Una mezcla de química y magia?

ROGER: Es eso mismo: conectar tu corazón con los corazones de los asistentes a través de letras sobre el dolor, la alegría, la soledad o lo que fuera. Y las melodías generalmente son recordables. Parece que tengo un don para escribir canciones con melodías bonitas y textos tristes. Como ‘It’s raining again’. La gente sonríe cuando la canto, pero si lees la letra dice “I’m losing a friend” (estoy perdiendo a un amigo). ¡Es triste! Pero no importa, tiene esa dualidad propia de muchas de mis canciones. A partir de ahí, yo no espero ningún comportamiento en particular del público: disfruto de corazón y espero que el público disfrute también. Si ves a un artista pasándolo bien en un escenario quizá eso se te transmita.

PREGUNTA: A lo largo de la última década ha ido presentando en los conciertos canciones que sigue sin grabar, como ‘Teach me to love again’ o ‘The awakening’… ¿Imagina un disco en solitario en un futuro próximo o se siente escéptico con la música grabada?

ROGER: Me alegra que mencione esas canciones. Me doy cuenta de que tengo piezas maravillosas en el bolsillo y me encantaría darlas a conocer, no sé si en un compacto o a través de mi web, o de YouTube… No lo sé. Estamos en un mundo nuevo, todo está cambiando y si hiciera eso sería por amor al arte, porque no creo que diera mucho dinero. Me gustaría hacerlo, pero mi reto es encontrar el momento.

PREGUNTA: Supertramp está en suspenso después de que el cáncer de Rick Davies forzara la cancelación de la gira mundial anunciada en el 2015... ¿Tiene constancia de alguna novedad respecto al estado del señor Davies y ha habido o podría haber un reencuentro entre ambos?

ROGER: Estoy en contacto con Rick y, más allá de todos los problemas del pasado, él y yo creamos un legado de música que quedará ahí cuando ambos ya hayamos dejado este mundo. Nos hemos escrito y compartimos ese orgullo. No sé si su salud le permitirá volver a hacer giras. Para mí, una reunión sería más bien una cuestión de él y yo, no de toda la banda. Y eso no lo veo ahora mismo, tengo la sensación de que se terminó. Pero, respecto a su salud, ha luchado duro y lo último que sé es que se siente mucho mejor.