Entrevista de Fabien Eckert para el diario suizo "20 Minutes" como preludio a la actuación de Roger Hodgson en el Festival Caprices.


Roger Hodgson, antiguo miembro de Supertramp, actuará el próximo domingo en el Festival Caprices. El músico de 62 años, con una prolífica carrera a sus espaldas, es parte de la cultura popular. Exitos como "Dreamer", "Breakfast in America" o "Take the long way home", publicados con Supertramp, son leyendas de la música.


PREGUNTA: ¿Qué te parece que tus canciones hayan llegado a tres generaciones distintas?

ROGER: Como cualquiera puede imaginarse, es algo muy hermoso. Jamás pensé que canciones escritas hace cuarenta años fueran tan relevantes hoy en día. Tengo la impresión de que mis canciones no envejecen, y todavía me encanta interpretarlas en directo. En los conciertos disfruto mucho viendo a niños y abuelos juntos. Y saber que me escucha tanta gente también significa que tengo una conexión muy fuerte con muchas personas en todo el mundo.

PREGUNTA: ¿Cuál es el secreto que hace que esas canciones no envejezcan?

ROGER: Fueron compuestas de una forma muy pura, nada artificial. Y, obviamente, yo tengo cierto talento para las melodías (RISAS). El secreto es que yo creo en lo que escribo. Algunos de los mensajes de mis canciones se han vuelto más importantes con el paso del tiempo. Hay letras escritas hace varias décadas que tienen mucho sentido en la actualidad. Supongo que esa es la razón de que también le interesen a la gente joven.

PREGUNTA: ¿De dónde sacas la energía para seguir saliendo de gira después de todo lo que has vivido?

ROGER: Creo en lo que hago. Por supuesto, no es fácil estar de viaje continuamente y vivir pegado a una maleta. Eso cansa mucho, pero el público me hace superarlo. Es increíble verles sonreír desde el escenario. Durante las dos horas de cada concierto intento que la gente olvide sus problemas. La vida no es nada fácil hoy en día, y la música puede ser un gran remedio para curar el alma. Básicamente, es ese espíritu de servicio a la gente lo que me hace seguir adelante.

PREGUNTA: En tus conciertos cantas tanto las canciones de Supertramp como tus temas en solitario… ¿A qué se debe esa combinación?

ROGER: No hay ninguna diferencia entre las canciones producidas con la banda y en solitario. Todas ellas son mis bebés, incluso las que grabé con Supertramp .

PREGUNTA: ¿No te entristece ver a los Rolling Stones celebrando su 50º aniversario? ¿Tú no podrías hacer lo mismo con Supertramp?

ROGER: No, yo no siento ninguna tristeza, envidia ni rencor. Pasé una época maravillosa con Supertramp, y el grupo fue mi vida y mi pasión durante años. Pero ahora, incluso aunque siga tocando las canciones que grabé con Supertramp, he dado ese período por terminado. A mi alrededor tengo unos músicos y unos fans maravillosos, y no quiero reinventar el pasado.

PREGUNTA: ¿Te imaginas tocando de nuevo con Supertramp algún día?

ROGER: ¿Quién sabe? Tal vez algún día haya una buena razón para hacerlo, por ejemplo recaudar fondos por una causa benéfica. Eso podría hacerme cambiar de opinión. Nunca hay que decir “nunca jamás”. Hace algún tiempo le propuse a Rick Davies salir de gira juntos, pero él se negó.

PREGUNTA: ¿Cómo ha evolucionado la música desde que empezaste en ella?

ROGER: Evidentemente, había cosas que tenían que cambiar. Y por desgracia, en muchos aspectos, no para bien. Creo que a veces la tecnología reduce la pasión y el corazón que se puede poner en una canción. En la actualidad el mundo crea continuamente estrellas de la música, al contrario de lo que ocurría en la época de los Rolling Stones o los Who. Tengo la sensación de que ahora ciertos artistas se involucran mucho menos.

PREGUNTA: ¿Qué piensas del público suizo?

ROGER: Me encanta Suiza y el pueblo suizo. Tanto el país como su gente son increíbles. En los conciertos en Suiza, al principio el público está un poco serio, pero su manera de expresarse es incomparable. Siempre son muy cariñosos. Disfruto mucho tocando en Suiza.

PREGUNTA: ¿Te animarás a esquiar durante tu estancia en Suiza?

ROGER: ¡Me encantaría, pero no creo que mis representantes me lo permitan! ¡Lo que no podrán evitar es que me coma una “fondue”! (RISAS)