Entrevista de François Petitpas aparecida en la publicación francesa "Claviers" con motivo de la gira promocional del disco "Open the door".

Roger Hodgson dejó el grupo Supertramp en 1983, embarcándose en una carrera en solitario con el álbum “In the eye of the storm”. En 1987, tras la publicación de su segundo disco, “Hai hai” (¡bonito nombre!), se fracturó las dos muñecas en un accidente. Un accidente que marcó el comienzo de una larga ausencia hasta la aparición de su disco en directo “Rites of passage” de 1997. Con ocasión de la publicación de su nuevo álbum, titulado “Open the door”, estuvimos con él.

Después de un largo silencio, Roger Hodgson ha vuelto. ¿Quién? Tal vez el nombre no diga mucho, pero si hablamos de Supertramp... Ah, bueno... Sí, el compositor y cantante de “Dreamer” ha regresado con un nuevo disco, “Open the door”, cuyo sonido es rápidamente reconocible: la voz, las melodías, los teclados superpuestos... Es como volver a empezar después de un descanso de treinta años. Pero esta vez no habrá una gira por grandes estadios. Los conciertos serán en recintos más íntimos y Roger estará a solas en el escenario. ¿A solas?
 
 
PREGUNTA: Cuando uno escucha un disco de Roger Hodgson, el estilo le resulta familiar. ¿No te molesta esa constante comparación con Supertramp?
 
ROGER: Soy consciente de ello, pero me parece bien, no me representa ningún problema. En general la atmósfera de “Open the door” es muy acústica, con acordeón, harmonium, violín, orquesta sinfónica... La mayoría de los instrumentos son originales, sólo hemos utilizado algunas emulaciones. De todas formas, me gusta bastante trabajar con sintetizadores.
 
PREGUNTA: En los créditos del álbum puede leerse que has grabado con músicos franceses (Dan ar Braz, Didier Lockwood, Jean-Jaques Milteau) y que el productor es Alan Simon, el autor del proyecto "Excalibur, la Leyenda de los Celtas"...
 
ROGER: Yo participé junto a muchos otros músicos en "Excalibur", y cuando terminamos el disco y dimos algunos conciertos le pedí a Alan Simon que fuese el productor de “Open the door”.
 
PREGUNTA: ¿Cuál ha sido su papel?
 
ROGER: Ha sido el catalizador del álbum, encargándose de los contactos con la compañía de discos, Epic, los estudios Arpege cerca de Nantes y los músicos, ya que antes de esto yo no conocía a nadie en Francia. Empecé las grabaciones en mi casa, en América, pero allí era difícil concentrarse, y cuando decidí trasladarme aquí comprendí que había tomado la decisión correcta.
 
PREGUNTA: Después de las grabaciones, ¿hicisteis las mezclas en Italia?
 
ROGER: Sí. Marco Canepa, nuestro ingeniero de sonido, es italiano y eligió los estudios Mulinett, cerca de Genes. Hemos utilizado Pro Tools.
 
PREGUNTA: ¿Desde el principio?
 
ROGER: No, al principio de las grabaciones trabajamos analógicamente para que yo pudiese apreciar lo cálido que era el sonido. Después hicimos el cambio a digital con Pro Tools y, tras escuchar el resultado, decidimos trabajar digitalmente a partir de entonces. Montamos una versión analógica paralela, para las compresiones y las ecualizaciones, con Tube Tech y Focusrite. Le pedí a los músicos que tocasen con todo su sentimiento, sin preocuparse sobre las grabaciones. Por ejemplo, el saxofonista francés, Christophe Negre, hizo una docena de tomas para la canción “Hungry”, y yo las grabé para poder "cortar y pegar" hasta conseguir lo que estaba buscando. Un método un poco raro, pero que ha funcionado perfectamente en este proyecto. Eso es lo que más me gusta de utilizar Pro Tools para la producción: la flexibilidad y la creatividad que permiten.
 
PREGUNTA: ¿Tienes previsto salir de gira con los músicos que intervienen en el álbum?
 
ROGER: Tal vez lo haga en el futuro, junto a amigos con los que ya he tocado.
 
PREGUNTA: En esta gira tú estás solo sobre el escenario...
 
ROGER: Creo que era un paso necesario en mi carrera musical. Lo del Parc de Seaux (parque cercano a París donde tuvo lugar un gigantesco concierto de Supertramp) y muchos otros grandes recintos fueron fantásticos, y hubo mucha energía y entusiasmo. Pero jamás viví la experiencia de estar solo en el escenario. Con Supertramp, formando parte de un grupo, podía cantar lo que sentía sin dificultades pero seguía siendo un poco tímido. Me asustaba mucho hablar directamente con el público. Ahora, veinte años después, soy diferente. Los cambios interiores han dado resultado. Me costó dos años consolidar la promoción de “Rites of passage”. Primero di sólo dos conciertos, uno para RTL en Francia y otro en España. Después decidí empezar una gira de verdad, y di sesenta conciertos en Estados Unidos y Europa. El contacto con el público fue fantástico y me sentí muy afortunado de estar sobre unos escenarios que se convirtieron en una especie de extraño hogar para mí.
 
PREGUNTA: ¿Conoces el Teatro Bataclan?
 
ROGER: Sí, es el lugar donde hace veinticinco años Supertramp dio su primer concierto en Francia. Tocamos ante veinte personas.
 
PREGUNTA: ¿Qué equipo vas a usar esta noche?
 
ROGER: Estoy utilizando un Trinity Pro X como teclado principal. Siempre he tenido problemas para encontrar un buen sonido de piano acústico, y ahora uso una emulación de piano Steinway combinada con el sonido de piano del Trinity Pro X, aparte de un Roland JV 2080 para los sonidos orquestales. Respecto al sonido del Wurlitzer, tengo una adaptación llamada The Tramp en mi Korg 01 AW y suena realmente como en Dreamer. ¡El día que lo descubrí fue el más feliz de mi vida porque desde entonces tengo abandonado el Wurlitzer!
 
 
El lunes 22 de Mayo hubo más de veinte personas en el Bataclan. Delante de una sala abarrotada, Roger Hodgson, acompañado de sus teclados y su guitarra de doce cuerdas, interpretó durante dos horas sus canciones antiguas y las del nuevo álbum. Didier Lockwood al violín y Alan Simon a la armónica se unieron a él en varios temas. Hablando continuamente con el público y dejándoles participar (un joven espectador subió al escenario para tocar la batería), el Solotramp nos regaló un sonido impecable y una noche maravillosa... ¡Súper!