Entrevista de Gene Myers, publicada en el diario estadounidense "North Jersey" durante la gira "Breakfast in America" de Roger Hodgson.


¿Quién no se ha puesto a cantar cuando ‘Goodbye stranger’ o ‘Give a little bit’ suenan en la radio? ¿Acaso no es una voz que se reconoce al instante? Se trata de la misma voz que se oye en otros éxitos como ‘The logical song’ y ‘Take the long way home’, y pertenece a Roger Hodgson, que era el cantante de su antigua banda Supertramp.

Hodgson ofrecerá un concierto esta noche en el Bergen Performing Arts Center de Englewood y otro mañana en el Mayo Performing Arts Center de Morristown. Según cuenta el antiguo vocalista y compositor de Supertramp, a lo largo de los años ha sido una bendición tener esa voz tan fácilmente reconocible.


PREGUNTA: Mi teoría es que, desde los tiempos de Bob Dylan, la característica más importante para un cantante es poseer una voz única… ¿Para ti qué es lo primordial en un cantante de música pop?

ROGER: Es cierto lo que dices, pero yo también creo que lo más importante de una voz es cómo te hace sentir al escucharla. Algunos cantantes que tienen voces increíbles no me emocionan lo más mínimo, y hay otros que no tienen un gran talento vocal pero me emocionan profundamente. Pienso que lo importante es el lugar desde el que se canta y el grado de conexión que el cantante tiene con la canción.

PREGUNTA: Tras abandonar Supertramp a principios de los años 80 publicaste un par de discos antes de suspender tu carrera musical para convertirte en un padre a tiempo completo en 1987… ¿Puedes contarnos qué pensabas por entonces? ¿Estabas preocupado por detener el curso de tu carrera?

ROGER: Inicialmente mi intención era hacer ambas cosas, y por eso construí un estudio de grabación en mi casa, para poder seguir haciendo música mientras me quedaba junto a mis hijos. Mi primer álbum en solitario, ‘In the eye of the storm’, fue un disco que sentí que debía grabar. Después de dejar Supertramp, necesitaba demostrarme a mí mismo que era capaz de publicar un álbum sin la banda. Y, como lo grabé en mi casa, lejos de Los Angeles, en las montañas del Norte de California, acabé tocando yo casi todos los instrumentos. Ese disco funcionó bien, aunque ni siquiera salí de gira para promocionarlo, pues mi principal prioridad era quedarme en casa para cuidar a mis hijos y aprender a ser un padre.

PREGUNTA: ¿Y qué pasó con el segundo disco?

ROGER: Con mi segundo álbum en solitario, ‘Hai hai’, yo no tenía nada claro lo que quería. Llevaba varios años apartado del negocio de la música y acabé utilizando a muchos de los músicos de sesiones más famosos de Los Angeles. Fue una experiencia muy bonita, pero el disco no tenía una dirección y yo me sentí un poco perdido dentro de él. Cualquier posibilidad de que triunfara fue saboteada por el accidente que sufrí la semana que era publicado, cuando me rompí las dos muñecas y los médicos me dijeron que no volvería a tocar ningún instrumento. Aquello, como bien dices, dejó mi carrera musical en suspenso y me convirtió en un padre a tiempo completo.

PREGUNTA: ¿Cómo sobrellevaste esa transformación de estrella del rock a padre hogareño?

ROGER: Experimenté todo tipo de sensaciones. Fue una época muy emotiva y apasionante, pero también muy alarmante. Lógicamente mis sentimientos eran muchos porque había invertido catorce años de mi vida en Supertramp, desde que Rick Davies y yo fundamos el grupo en 1969, y una gran parte de mi identidad estaba unida a la banda. A pesar de ello, yo sabía que había llegado el momento de marcharme y había tomado la decisión correcta. Tenía dos hijos pequeños y era consciente de que debía detenerme para aprender a ser padre y quedarme con ellos mientras se hacían mayores. Así que decidí que en la siguiente fase de mi vida lo primero iba a ser la familia.

PREGUNTA: ¿Hasta dónde te gustaría que llegase tu carrera a partir de ahora?

ROGER: Lo que hago ahora no lo hago para volver a tener una gran carrera musical. Simplemente disfruto dando un poquito de mi amor y de mis canciones a gente de todo el mundo y viendo esas reacciones tan maravillosas. Ya sea tocando en dúo, con una banda o con una orquesta, es impresionante tener un repertorio de canciones que le trae tantos recuerdos a la gente. Cuando llegue el momento, espero grabar algunas de las sesenta canciones que todavía no he publicado.