Nick de Riso, del portal musical norteamericano "Something Else", habló con Roger Hodgson tras el comienzo de su gira "Breakfast in America" por Estados Unidos.


Cuando llegaron los años 80, Roger Hodgson y Supertramp acababan de tener un éxito millonario en ventas  con su álbum ‘Breakfast in America’, que llegó a permanecer quince semanas en el número 1 de las listas de Estados Unidos. Pero al final de esa misma década, Hodgson se encontraba alejado del mundo de la música.

A lo largo de la década hubo un arranque y un parón de su carrera solista, la cual comenzó sólo cuatro años después de aquel éxito mundial de 1979 pero sólo produjo un par de discos de estudio antes de un terrible accidente que dejó al guitarrista con las dos muñecas rotas, grandes dudas sobre si volvería a tocar alguna vez y un repentino interés en formar una familia alejado del estrellato.

El tiempo pasó y la gente se olvidó de él. Para cuando el hombre que había compuesto una canción llamada ‘Take the long way home’ consiguió por fin tomar el largo camino de regreso a la fama allá por el año 2000, ya se había convertido en una especie de fantasma. Supertramp, liderado por su antiguo socio en las composiciones Rick Davies, siguió adelante sin Hodgson en sus filas y muchos se olvidaron del papel importante que él había tenido en la banda.

A través de una serie de conciertos, primero como componente de la banda de Ringo Starr y después de largas giras en solitario, Hodgson ha trabajado sin descanso para dar a conocer su nombre. Lo único que le quedaba por hacer, irónicamente, era volver a conquistar América, una zona en la que no ha hecho ninguna gira como solista desde 1983 y un país que hace mucho tiempo considera el suyo.

Hodgson ha estado con nosotros para hablar sobre su actual gira por los Estados Unidos, sobre los momentos claves de su época en Supertramp y sobre cómo aquel devastador accidente le ayudó a reorientar su vida y su carrera…


PREGUNTA: Empecemos hablando sobre tu nueva gira, una oportunidad largamente esperada por ti para restablecer tu propio lugar en la leyenda de Supertramp…

ROGER: Sí, es verdad. Estoy muy contento de hacer esta gira por Estados Unidos. En los últimos ocho años he tocado en todas partes menos aquí. Mi mayor reto era, evidentemente, darme a conocer, pues todo el mundo conoce mi voz y mis canciones, pero a casi nadie le suena mi nombre. La cosa está funcionando muy bien, y la gente se está alegrando mucho de verme. Ahora ya no tienen que viajar lejos para escucharme tocar esas canciones. Estoy en el mejor momento de mi vida, y es estupendo actuar en mi país de residencia. Soporto los rigores de estar de gira porque me gusta de verdad lo que hago: darle a la gente todo lo que puedo a través de estas canciones y a través del amor que siento por ellos. Y seguiré haciéndolo mientras pueda.

PREGUNTA: ¿Por qué es Supertramp una banda tan infravalorada? Cuando la gente habla de la música de los años 70, el grupo no parece haber existido, aunque el disco ‘Breakfast in America’ fuese un éxito en ventas y vuestras canciones sigan sonando…

ROGER: Sé que no estamos infravalorados por nuestros fans ni por la gente que nos conoce bien. Pero a mí nunca me ha importado, ni cuando estaba en Supertramp ni después, qué era lo que estaba de moda en cada momento. Yo siempre guié a la banda por el camino que pensaba que necesitábamos seguir, en la dirección que sugerían las canciones. En ese sentido, los críticos no sabían qué hacer con nosotros. No éramos una banda que originaba escándalos o conflictos sobre los que hablar. Sólo podían hablar de nuestra música y del arte que rodeaba nuestra música, y por desgracia, a veces eso puede resultar aburrido para los medios de comunicación.

PREGUNTA: El piano eléctrico Wurlitzer tuvo un papel muy importante en muchas de tus composiciones con Supertramp, incluyendo grandes éxitos como ‘The logical song’ y ‘Dreamer’…  ¿Qué era lo que más te atraía de ese instrumento?

ROGER: Yo siempre he tenido un estilo muy percusivo a los teclados. Las características del Wurlitzer le permiten ser un instrumento muy rítmico y percusivo. Con el Fender Rhodes, el otro piano eléctrico, no puedes tocar así. Por eso nos atraía tanto el Wurlitzer. No fueron sólo ‘Dreamer’ y ‘The logical song’, utilizamos ese instrumento en muchas otras canciones. Nos proporcionaba sensaciones maravillosas.

PREGUNTA: Tal vez se deba a la época en la que fue publicada la canción, casi al final de tu estancia en Supertramp, pero siempre me pareció que ‘Take the long way home’ era una especie de crítica hacia la fama, o al menos, una pequeña referencia a otras épocas anteriores más felices…

ROGER: Desde luego, ese es uno de los mensajes de la canción. Pero trata más sobre perder el propio rumbo y tomar el largo camino a casa, a diferentes niveles. Está el nivel doméstico, la relación con tu mujer, y también el nivel que se refiere a tomar el largo camino hacia quienes realmente somos en nuestra otra casa, que es nuestro corazón. Es una canción que se puede interpretar a muchos niveles.

PREGUNTA: Recuerdo que sufriste una lesión muy grave justo después de publicar tu álbum en solitario de 1987… ¿Qué fue lo que te hizo recuperarte de aquella rotura de tus dos muñecas? ¿Hubo momentos en los que pensaste que no ibas a poder superarlo?

ROGER: Aquello supuso un gran cambio en mi vida. Fue una experiencia que me enseñó mucho, obligándome a enfrentarme a una vida en la que tal vez no pudiera dedicarme a la música. Estuve tres meses escayolado, sin saber qué iba a pasar, y después tardé otros diez meses en recuperarme. Fue una gran llamada de atención para mí, a muchos niveles. Me hizo dejar de dar las cosas por sentadas, y también originó una gran transformación dentro de mí. Me hizo darme cuenta de que quería volver a hacer aquello para lo que había venido a este mundo: compartir mi música. Tuve que rezar mucho y estar absolutamente convencido de la determinación que había tomado para conseguir que mis muñecas volvieran a funcionar. Me llevó mucho tiempo, pero finalmente lo logré.

PREGUNTA: Tu carrera en solitario ha estado marcada por varios arranques y parones, pero esta gira por los Estados Unidos parece sugerir que estás preparado para dar un paso adelante… ¿Podemos esperar nuevas canciones en breve?

ROGER: Voy haciendo mis planes año a año. Tengo muchísimas canciones, no puedes imaginarte cuántas, para un nuevo álbum, y me pondré a ello cuando llegue el momento. Por ahora, estoy reconectándome con los fans y con el público, y dándome a conocer a mi manera. Soy más viejo y más sabio, y estoy cantando mucho mejor. Me encuentro, sin duda, en la flor de la vida. Los conciertos son lo que me atrae y lo que me llena ahora mismo, y creo que es lo que necesito seguir haciendo. Si los fans quieren escuchar mis nuevas canciones, puedo introducir un par de ellas en mi repertorio en directo. Pero los fans tienen sobre todo una relación muy intensa con las canciones antiguas, esas que llevan treinta años escuchando y les traen tantos recuerdos. ¡Y yo puedo dar un concierto de dos horas con todas esas canciones que la gente quiere escuchar!