Entrevista de John Stancavage para la publicación estadounidense "Tulsa World" coincidiendo con el comienzo de la gira 2012 de Roger Hodgson.


Mucha gente sueña con convertirse en estrella del rock. Roger Hodgson lo consiguió… y después desapareció.

Hodgson fue uno de los dos líderes del grupo británico de rock progresivo Supertramp, pero después de componer éxitos de los años 70 como “Dreamer” y “The Logical song”, y de llevar a la banda hasta lo más alto de las listas con el álbum “Breakfast in America”, se retiró para llevar una vida más tranquila y espiritual.

Sin embargo, después de un paréntesis de veinte años, Hodgson volvió a los escenarios, y este martes ofrecerá un concierto en solitario en el Hard Rock Hotel & Casino de Tulsa. A continuación reproducimos una entrevista de una hora que nos concedió recientemente.

Durante nuestra conversación, Hodgson se mostró entusiasmado y poco receloso. Incluso cuando decía que escribió grandes canciones o hablaba de su destreza como músico y productor, el tono de su voz le hacía parecer humilde y agradecido por ese talento.

El cantante también habló sobre las posibilidades de una reunión con Rick Davies, su antiguo socio en Supertramp. Ultimamente Davies ha creado algo de confusión al salir de gira bajo el nombre Supertramp e interpretar algunas canciones de Hodgson.


PREGUNTA: Hay unas cuantas bandas que triunfaron en los 70 y ya no suenan en la radio. Sin embargo, es casi imposible mover el dial sin escuchar alguna de las canciones que escribiste con Supertramp… ¿Por qué crees que esas canciones han tenido semejante longevidad?

ROGER: Bueno, no quiero dar la impresión de tener un ego enorme, pero se trata de grandes canciones y me encantan. He estado tres meses sin dar conciertos y cuando volví a actuar hace un par de noches pensé: “Guau, cómo me gusta cantar estas canciones”.  Además, tienen algo que las hace atemporales. Proceden de un lugar muy puro y sincero. Cuando las compuse, la música era mi forma de expresar mis añoranzas, alegrías y penas más profundas, el lugar donde me sentía más seguro. No escribí esas canciones pensando que alguna vez tendrían un gran éxito, simplemente las utilizaba para expresar mis sentimientos. Seguramente muchas otras personas experimentaban esas mismas sensaciones, pero no tenían la capacidad de comunicarlas musicalmente. En “The logical song”, por ejemplo, intenté hacer una pregunta que todavía considero importante: ¿Quién soy yo? En el colegio nos enseñan muchas cosas, pero no nos dan las respuestas a esas preguntas trascendentales. “The logical song” apareció en una época dominada por la música disco, pero a pesar de ello encontró su hueco en la radio y ha perdurado, mientras que la música disco vino y se fue.

PREGUNTA: ¿A qué edad empezaste a escribir canciones?

ROGER: A los 12 años, cuando mis padres se divorciaron. Mi padre tenía una guitarra que nunca me dejaba tocar. Al marcharse, se la dejó en casa, quién sabe si deliberadamente. Me mandaron a estudiar a un internado y me llevé la guitarra conmigo. Un profesor me enseñó tres acordes y a partir de ahí empecé a practicar y a escribir canciones casi de inmediato. Un año más tarde di mi primer concierto con doce canciones compuestas por mí.

PREGUNTA: Más tarde, cuando te convertiste en músico profesional, ¿cuál fue la primera canción que escribiste pensando “esto podría ser un éxito”?

ROGER: En realidad nunca lo hice. “Give a little bit”, por ejemplo, era una canción muy sencilla, yo pensaba que incluso tal vez demasiado sencilla, así que tardé seis años en presentársela a la banda. Sin embargo, me parecía que “The logical song” tenía mucho potencial, y que tanto su música como su letra funcionaban muy bien. Y en 1979 la banda parecía preparada para dar el gran salto, así que era el momento adecuado para grabar la canción.

PREGUNTA: Algunos compositores dicen que hay canciones que aparecen muy rápidamente, que nacen prácticamente completas, mientras que otras tardan años en terminarse… ¿Cómo es tu proceso compositivo?

ROGER: Con “Breakfast in America”, por ejemplo, la letra y la música surgieron en apenas una hora. “The logical song” fue muy divertida de escribir, buscando todas esas palabras que acababan en “al” (“logical”, “criminal”, “liberal”, “digital”…) y colocándolas en el orden adecuado. “Dreamer” simplemente brotó de repente en una sola vez. “Fool’s overture”, por su parte, eran tres piezas de música que junté para convertirlas en una única canción. Así que en realidad no tengo ninguna regla para componer.

PREGUNTA: Una parte de la letra de “Breakfast in America” dice “Echale un vistazo a mi novia – es la única que tengo – no tiene mucho de novia”… ¿Tenías novia por entonces? En caso afirmativo, ¿no te dijo “Oye, espera un momento”?

ROGER: ¡Creo que cuando apareció esa canción estuve bastante tiempo sin tener novia!

PREGUNTA: Hablando de “Breakfast in America”, hay una parte instrumental en mitad de la canción que suena a música folk húngara, algo que desde luego no es habitual en los éxitos del pop… Cuando añadiste esa parte en el estudio, ¿no pensó el resto de la banda que se te había ido la cabeza?

ROGER: Siempre he seguido mis instintos. Después de una temporada en Supertramp, el resto de la banda empezó a estar conmigo en cosas como esa. Esa parte que mencionas tiene un toque alemán (“na-na-na-ná”). Es como si me hubiera imaginado a la gente participando en un festival, bailando cogidos del brazo y bebiendo cerveza. Tienes que ir allí donde la canción te lleve. Parte del reto de hacer una grabación es intentar capturar momentos mágicos como ese.

PREGUNTA: Tú fuiste uno de los dos compositores en Supertramp, junto a Rick Davies… Pero tú te encargaste de la mayoría de los arreglos en la banda, ¿no es así?

ROGER: Siempre he tenido facilidad para escuchar hacia dónde quiere ir una canción, así que me encargué de los arreglos y la producción de todas mis canciones en Supertramp, y también tuve gran parte de responsabilidad en los arreglos de las canciones de Rick.

PREGUNTA: ¿Hubo alguna vez tensiones entre Rick y tú que llegasen a aflorar en el estudio de grabación? Por ejemplo, en la última época de Fleetwood Mac algunos de los compositores de la banda acusaron a los demás de no dar lo mejor de sí mismos en las canciones que no eran suyas, como si intentaran sabotearlas…

ROGER: ¡Oh, no! Eso suena muy triste. Yo siempre he sido un gran fan de las canciones de Rick. El me ayudaba a mí y yo le ayudaba a él. Creo que mis arreglos hacían sus canciones más brillantes, y que sus ideas estrafalarias le proporcionaban elementos divertidos a las mías. Si había algún tipo de competencia, sólo servía para sacar lo mejor de cada uno de nosotros.

PREGUNTA: Los discos de Supertramp eran famosos por la alta calidad de su sonido. Cuando yo era joven y preguntaba por unos altavoces en una tienda de alta fidelidad, el vendedor siempre los probaba con un disco de Steely Dan, Pink Floyd o Supertramp… ¿Era ese sonido cristalino algo en lo que os centrabais específicamente?

ROGER: Sí. Yo no descansaba hasta que todo estuviera correcto. ¿Para qué íbamos a grabar una serie de canciones si no podíamos conseguir su mejor sonido? Por eso nos llevó ocho meses grabar “Breakfast in America”. En aquella época no teníamos ordenadores, grabaciones de muestra ni otros artilugios técnicos. Sólo teníamos cintas. Pero era una labor que nos encantaba hacer.

PREGUNTA: Esa preocupación por el sonido también se aplicaba a los conciertos de Supertramp, ¿no?

ROGER: Nosotros fuimos pioneros en conseguir un gran sonido en directo. En la gira de “Breakfast in America” tuvimos que alquilar un Boeing 747 para trasladar nuestro sistema de sonido desde Europa.

PREGUNTA: Recientemente has publicado un DVD y un CD en los que interpretas tus grandes éxitos en directo, pero ha pasado mucho tiempo desde que publicaste un álbum con material nuevo… ¿Veremos pronto otro disco de estudio?

ROGER: No te creerías todo lo que tengo pendiente de publicar. Dispongo de muchas canciones nuevas, pero el problema es que todo el mundo quiere escuchar aquellas con las que crecieron. Por eso grabé “Classics Live”. De hecho, creo que ahora estoy cantando esas canciones mucho mejor que cuando estaba en Supertramp. Respecto a grabar las canciones nuevas, es difícil dejar de hacer lo que estoy haciendo y meterme durante cinco meses en un estudio para grabar un álbum. Los CDs se están convirtiendo en algo del pasado, y la gente prefiere comprar las canciones en iTunes de una en una. Así que es probable que cada cierto tiempo suba una canción nueva a mi página web para que la gente pueda descargársela. De momento, me limito a tocar algunas de ellas en mis conciertos de vez en cuando.

PREGUNTA: Hablando de tu voz, hay unos cuantos artistas de los años 70 que ya no alcanzan los mismos registros vocales. Elton John, por ejemplo, ha perdido sus registros más altos. Sin embargo, tú tenías un registro muy alto en los viejos tiempos y todavía eres capaz de alcanzar esas notas…

ROGER: Es algo que también me sorprende a mí, créeme. A lo largo de los años he cuidado mucho mi salud, y no he cometido otros excesos que han podido cometer algunos de los músicos de mi edad. También mi corazón es más feliz, me siendo más realizado y me encuentro en contacto con quien soy. Todo eso se refleja en mi actual forma de cantar.

PREGUNTA: Cuando empezasteis a grabar “Breakafst in America” la banda ya había disfrutado de un éxito importante… ¿Notasteis mucha presión para intentar aprovechar el momento y crear un álbum que os llevara hasta el siguiente nivel?

ROGER: Habíamos tenido bastante éxito con nuestros discos y nuestras giras anteriores, y éramos conscientes de que si conseguíamos publicar una colección de canciones que funcionase bien en la radio entonces nos convertiríamos en una banda realmente grande. Por entonces Rick estaba componiendo canciones más cortas y de estilo más pop, así que intenté elegir entre las mías aquellas que mejor encajaran en ese ambiente. La canción que acabaría dándole título al disco, “Breakfast in America”, la había compuesto doce años antes, pero pensé que ese era el álbum en el que mejor funcionaría.

PREGUNTA: Después de que “Breakfast in America” se convirtiera en un álbum gigantesco, Supertramp grabó otro álbum, “Famous last words”, y a continuación abandonaste el grupo… ¿Llevabas mucho tiempo pensando en tomar esa decisión?

ROGER: Yo siempre he intentado confiar en mis instintos y seguir a mi corazón. Empecé a anhelar un estilo de vida más sencillo. Necesitaba apartarme del negocio de la música y tomarme un descanso, sobre todo después de “Breakfast in America”. Quería pasar más tiempo en casa con mi familia y ocuparme de mis hijos. Quería tener una vida privada y vivirla de acuerdo a mis valores. Así que me marché de Los Angeles y me construí una casa con energía solar en un lugar donde pudiera encontrarme más cerca de la naturaleza.

PREGUNTA: De hecho grabaste parte de “Famous last words” en casa, ¿no es así?

ROGER: Quería comprobar si podía seguir formando parte de Supertramp mientras llevaba ese otro estilo de vida, pero no estaba seguro de poder ocuparme de ambas cosas a la vez. Rick grabó sus partes del álbum por su cuenta, y no fue un disco que nos gustase grabar. Por eso le llamamos “Famous last words”.

PREGUNTA: Tras abandonar la banda grabaste, también en casa, tu primer álbum en solitario, “In the eye of the storm”, en el que tocaste todos los instrumentos…

ROGER: Lo hice por necesidad. No tenía una amplia agenda de músicos a los que llamar. Pero sabía qué era lo que quería.

PREGUNTA: Ese disco tuvo un gran primer single, “Had a dream”. Sonó mucho en la radio y el álbum se vendió bastante bien, pero no tuvo la misma repercusión que habían tenido algunos discos de Supertramp… Ya que estabas intentando cambiar de vida, ¿fue algo incluso bueno para ti?

ROGER: Buena pregunta… El álbum fue una especie de disco de culto. Si hubiera tenido un mayor éxito, seguramente habrían existido algunas presiones para sacarle provecho. Tal vez fue una bendición que no tuviese mayor repercusión. Como suele decirse, no hay mal que por bien no venga.

PREGUNTA: Al contrario de lo que hiciste tú, otros cantantes de bandas famosas se ocuparon de dar a conocer sus nombres al emprender sus carreras en solitario. Sting, por ejemplo, trabajó duro para crear su propia marca después de abandonar The Police…

ROGER: El nombre de Sting era mucho más conocido que el mío cuando ambos formábamos parte de nuestras respectivas bandas. Durante mi estancia en Supertramp, yo me sentía más a gusto usando mis habilidades bajo ese nombre. Posteriormente, es probable que no le haya sido de mucha ayuda a mi carrera en solitario pasarme diecisiete años sin salir de gira, o grabar sólo cuatro discos en veinte años. Pero se trata de algo que yo elegí.

PREGUNTA: ¿Era algo que te producía angustia cuando volviste a los escenarios? ¿Te preocupaba que la gente no te recordase?

ROGER: No sabía qué esperarme… Fue una sorpresa muy agradable ser tan bien recibido. Mis representantes trabajaron duro para asegurarse de que la gente asociaba mi nombre a esa voz y a esas canciones tan conocidas. La respuesta del público ha sido estupenda, sobre todo en Europa y en Canadá. Donde más nos ha costado conseguirlo es aquí, y por eso ahora vamos a hacer tres breves giras por los Estados Unidos y hemos llamado a la gira “Breakfast in America”. Ese álbum ayuda a que la gente me identifique.

PREGUNTA: Aunque tu regreso a los escenarios haya tenido tanto éxito, todavía hay muchos fans que tienen esperanzas respecto a una reunión de Supertramp… ¿Qué posibilidades hay para que eso ocurra?

ROGER: Es difícil volver atrás en el tiempo. Rick y yo estuvimos juntos en Supertramp durante catorce años, y ahora vivimos en mundos diferentes. Pero me doy cuenta de que hay gente que quiere volver a vernos juntos. Me ofrecí a tocar en algunos conciertos con Rick y los otros miembros del grupo, pero por el motivo que fuera mi oferta fue rechazada. Sinceramente, me siento muy a gusto haciendo lo que estoy haciendo ahora, tocando en directo y dándole un poquito al público. No creo que vaya a producirse jamás esa reunión con Supertramp.

PREGUNTA: Tus conciertos están recibiendo grandes críticas, repletas de elogios respecto al nivel de musicalidad…

ROGER: Me encanta tocar para la gente. Me da la impresión de que mis conciertos son para el público mucho más que escuchar las canciones. Cuando tocamos en Europa, hay fans que viajan de un sitio a otro para asistir a catorce o quince conciertos. La gente dice que la experiencia les proporciona diversión e inspiración. Todos se marchan a casa con una sonrisa en el rostro, y me contagian ese sentimiento de cariño. Me siento el hombre más dichoso del planeta.