Steve Baltin, de la revista musical "Rolling Stone", mantuvo una charla con Roger Hodgson después del primer concierto de su gira 2012.


En 1979 Supertramp era una de las bandas de rock más grandes del mundo, con su álbum ‘Breakfast in America’ ocupando el número uno de las listas estadounidenses durante quince semanas. Cuatro años después, Roger Hodgson abandonaría el grupo al que había ayudado a hacerse famoso.  Ahora, 29 años más tarde, un sonriente Hodgson ha arrancado su primera gira con banda por Estados Unidos desde 1983 en el Pechanga Casino Resort de Temecula (California).

Sí, ha sido toda una vida alejado del estrellato, al que le dio la espalda en 1987 cuando dejó la música para concentrarse en ser un buen padre. Pero para los fans que le adoran y se ponen de pie cuando Hodgson y su banda de cuatro músicos comienzan el concierto poco después de las 20:00 h. con el tema tantas veces oído en la radio ‘Take the long way home’, es como si volvieran a encontrarse en 1979.

“¡Eres el mejor, Roger!”, grita un fan escandaloso en medio del concierto de dos horas en el que Hodgson mezcla clásicos de Supertramp como ‘Dreamer’, ‘It’s raining again’, ‘School’, ‘Give a little bit’ y ‘Breakfast in America’ con canciones menos famosas como ‘Hide in you shell’, ‘Lovers in the wind’, ‘Child of vision’, ‘Along came Mary’ y ‘Fool’s overture’.

Se trata de un repertorio que abarca toda su carrera musical, y lo que es más importante, un repertorio con el que Hodgson disfruta y que le viene a la medida. En una amplia entrevista que le hicimos en su camerino después del concierto, Hodgson habló de la posibilidad de publicar nuevo material, de cómo cambiaron su vida los Beatles, de su decisión de abandonar Supertramp en 1983 y de por qué, tras la última negativa de Rick Davies, ya ha pasado la última oportunidad de una reunión de ambos.


PREGUNTA: Cuesta creer que esta sea tu primera gira estadounidense con banda en 30 años…

ROGER: Sí… Los últimos 8 años he tocado en todas partes menos en América, exceptuando Pechanga. Hace 3 años ofrecí aquí un concierto en solitario, y el año pasado regrese para dar dos conciertos con banda, igual que este año. La cuestión es que todo el mundo conoce mi voz y mis canciones, pero pocos conocen mi nombre. No pensé en ello cuando abandoné Supertramp, que era una especie de banda sin rostro. En cierto modo, Supertramp fue mi bebé y yo era feliz siendo invisible dentro del grupo. Dediqué 14 años de mi vida a Supertramp, creía en la banda y jamás pensé que la abandonaría. Fue toda una sorpresa para mí que mi corazón me dijera que aquello se había acabado y que necesitaba hacer un alto en el camino para ocuparme de mi familia y aprender a ser padre.

PREGUNTA: Es interesante que digas eso, porque hace poco  me fijé en la letra de ‘Take the long way home’ y parece que en la canción hay una desconexión entre la vida de artista y la vida familiar…

ROGER: Al contrario que la mayoría de mis canciones, esta no es autobiográfica (RISAS). Se trata de una especie de canción a dos niveles. Cuando yo decía que es duro volver a casa porque tu mujer te trata como si fueras un mueble, no era mi caso. De hecho, escribí la canción poco después de conocer a la que iba a ser mi esposa, así que por entonces la familia no me preocupaba demasiado. Eso me ocurrió más tarde. Pero se trataba de una especie de juego de palabras respecto a llegar a un momento de la vida en el que te arrepientes de no haber hecho las cosas que querías hacer.

PREGUNTA: Tuve la oportunidad de entrevistar a Jackson Browne, que también empezó a escribir canciones en su adolescencia, y me dijo una cosa que me impactó mucho: muchas de sus canciones habían sido proféticas… ¿Crees que es también tu caso?

ROGER: Creo que, sin ser consciente de ello, en la parte final de mi adolescencia yo tenía un cierto grado de sabiduría, aunque también había mucha confusión dentro de mí. “Give a little bit” procede de esa época. Eran los años 60, y la paz y el amor estaban en la conciencia colectiva. Así que tal vez esa fue mi contribución a aquella era, pero también creo que la canción ha superado el paso del tiempo. Básicamente te dice que no es necesario que des mucho, sino sólo un poquito, y demuestres que te preocupas por las cosas. Y si ha habido una época en la que deberíamos hacer eso, esa es la actual. Pero hay otras canciones, como ‘The logical song’, en las que me hacía muchas preguntas. No sé si a eso se le podía llamar sabiduría, pues era más que las canciones se identificaban con quién era yo por entonces. Tal vez ahora he aprendido algunas cosas, y soy más viejo y más sabio, pero la mayoría de mis canciones todavía resultan relevantes. Y eso es increíble, teniendo en cuenta lo joven que era cuando las compuse.

PREGUNTA: Esta noche, mientras presentabas ‘The Logical song’, has dicho que es una canción que toca la fibra sensible de la gente. Pensando en el panorama musical de 1979, dominado por la música disco, una canción que decía “Por favor, díme quién soy yo” no parecía tener mucho futuro en la radio…

ROGER: Es una buena canción. Nosotros nunca prestamos mucha atención a lo que ocurría en el mundo de la música. Hubo diferentes modas que aparecieron y desaparecieron, pero nosotros íbamos a lo nuestro y los críticos y los medios no sabían qué hacer con nosotros. A algunos les gustábamos, pero a la mayoría no, porque íbamos con el paso cambiado respecto a los tiempos que corrían. Pero sí, la música disco estaba triunfando cuando publicamos ‘Breakfast in America’ y a pesar de ello tuvimos un gran éxito y encontramos nuestro hueco en la radio. Y lo mejor es que esas canciones todavía siguen sonando en la radio, lo cual es asombroso.

PREGUNTA: Obviamente, desde una retrospectiva tranquila, dejar Supertramp fue la decisión adecuada en aquel momento, pero… ¿no deberías haber intentado hacer algo para que el nombre Roger Hodgson hubiera tenido un mayor reconocimiento?

ROGER: Por entonces yo era Roger Hodgson, con muchas dudas e inseguro de mí mismo, pero tenía una gran pasión por la música, y me parecía bien tener otro nombre distinto al mío, Supertramp, al que dedicar toda mi energía, toda mi pasión y todo mi entusiasmo. Yo crecí con los Beatles y ellos cambiaron mi vida, así que para mí ellos eran el modelo a seguir. Yo quería que Supertramp influyese en otra gente, igual que los Beatles habían influido en mí. Por entonces yo no tenía el ego de querer ser un artista en solitario, así que puse toda mi pasión en Supertramp, y sólo cuando mi corazón me dijo que tenía que tomarme un descanso del negocio de la música y dedicarme a hacer otras cosas, entonces me di cuenta de que no tenía un nombre para seguir adelante con una carrera musical. Le había regalado el nombre Supertramp a Rick Davies, y esa fue probablemente la cosa más estúpida que he hecho en mi vida (RISAS), pero los negocios nunca fueron mi fuerte. Mi bendición, y a la vez mi maldición, fue que yo era primero un artista y decidí guiarme por mi corazón. Con Supertramp pasaron dos cosas. Por un lado, el final de mi relación con la banda fue muy frustrante porque yo quería seguir mostrando a la gente nuestra gran música, pero sentía que no podía seguir haciéndolo a través de Supertramp. Y al mismo tiempo yo tenía un par de hijos pequeños que querían estar conmigo y pensé: “Oh, Dios mío, tengo que detenerme y aprender a ser padre”. Eso es lo que mi corazón me decía, y no me arrepiento de nada porque he aprendido muchas cosas gracias a ello. Me alejé de la industria musical, puse muchas cosas en orden dentro de mi vida y ahora he regresado siendo más viejo, más sabio y sintiendo que tengo muchas más cosas que ofrecer. Irónicamente, muchas de esas canciones no han envejecido. Es curioso, porque hoy he vuelto a cantar esas canciones sobre el escenario por primera vez en tres meses, y cada vez que lo hago me quedo alucinado por lo buenas que son.

PREGUNTA: ¿Cuándo descubriste que tenías la suficiente seguridad en ti mismo para apartarte de la banda sin rostro y ser el artista Roger Hodgson?

ROGER: Me llevó bastante tiempo. En realidad, soy Roger Hodgson ahora, pero no porque haya deseado tener una gran carrera y un gran nombre. Me gusta ser sólo lo suficientemente famoso para poder dar conciertos como este, tener una conexión íntima con el público, tocar mis canciones y conectar con la gente de una forma muy pura. No quiero introducirme en la máquina del estrellato. Cuando vienes a ver uno de mis conciertos, sólo somos un hombre y su música.

PREGUNTA: ¿Te escucharemos alguna vez en un nuevo trabajo de estudio?

ROGER: Sí, me gustaría grabar algo nuevo porque llevo muchos años con un puñado de canciones realmente buenas agujereándome el bolsillo. Siempre he tenido un gran archivo de canciones en la reserva, pues no he dejado de componer desde que tenía 20 años. Pero no sé cuándo las grabaré, pues ahora mismo siento que la conexión que consigo en los conciertos es lo más importante, y esa es mi principal prioridad.

PREGUNTA: Durante muchos años te has mostrado firme en no celebrar una reunión con Supertramp…

ROGER: Una de mis razones para ser un artista en solitario es porque puedo controlar lo que sucede entre la audiencia y yo mismo. Se trata de una conexión mágica, química y enérgica que puedo controlar cada noche sobre el escenario. Eso no puedo controlarlo dentro de una banda, pues el concierto se convierte en otra cosa distinta. Creo que Supertramp, en sus años dorados, fue una gran combinación de músicos, y que Rick y yo componíamos una polaridad tipo yin y yang que generó una dinámica muy interesante. Sin embargo, ya hace más de 30 años de aquello. Rick y yo hemos hablado, pero es complicado reinventar algo que la gente quiera ver. No sería algo real, sino más bien imaginario. Pero sé que a muchos fans de todo el mundo les gustaría verlo, y por eso le ofrecí a Rick unirme a Supertramp en algunos conciertos. Su respuesta fue negativa, él me rechazó y creo que esa fue nuestra última oportunidad. Para ser sincero, me interesa más ser honesto conmigo mismo y darle a la gente algo con lo que me siento identificado. Es algo con lo que habría tenido que transigir si hubiese tocado con Supertramp. Así que por mucha magia que pueda darse, entiendo que otras bandas no lo hagan.

PREGUNTA: Como fan, admiro esa convicción porque he visto conciertos terribles de bandas que evidentemente no querían estar juntas sobre el escenario… ¿Hay otros artistas que sean ejemplos de cómo no sucumbir ante el dinero y las demandas?

ROGER: Para mí, cualquiera que sea un artista de verdad. Peter Gabriel es uno de ellos, y también hay otros muchos grandes artistas. Pero es difícil no transigir. A veces tiras por la borda tu carrera si no transiges con algo, pero al menos puedes dormir tranquilo por la noche en lo que se refiere a tu calidad de artista. Es algo que se ha trivializado mucho, con la industria de la música buscando constantemente nuevas estrellas y modas. Yo crecí con los Beatles y su música era muy profunda, se trataba de la banda más progresiva que ha habido jamás. Ellos derribaron muchas puertas, y parece que hoy en día no hay muchos artistas que lo hagan. Desde luego, yo no estoy derribando ninguna puerta, pero intento darle a la gente algo que es auténtico y genuino. Se trata de mi música, y si puedo conseguir que la gente se sienta bien durante dos horas y se marche a casa con una sonrisa, entonces merece la pena asistir al concierto.