Entrevista de Jeb Wright, del portal musical norteamericano "Classic Rock Revisited", a escasos días del comienzo de la gira 2012 de Roger Hodgson.


Roger Hodgson no es un nombre conocido, aunque las canciones que compuso con la banda Supertramp disfruten de buena salud. Esas canciones siguen sonando en las emisoras de rock clásico 28 años después de que él abandonase el grupo.

Roger se alejó de la industria musical para ocuparse de sus hijos y ser un hombre de familia, pero ahora que los niños han crecido él ha vuelto a echarse a la carretera para tocar esas canciones que significan tanto para tanta gente. “The logical song”, “Give a Little bit”, “Child of vision”, “Take the long way home” y muchas más son parte de la banda sonora de las vidas de toda una generación.

Hodgson va a recorrer con su gira, a la que ha llamado “Breakfast in America”, buena parte de los Estados Unidos. En ella se escucharán todos los clásicos que escribió para Supertramp, interpretados en su mejor momento.

En esta entrevista nos ha contado cómo le daba forma a las letras de sus canciones, cómo se inspiraba para componer música y cómo llegó al final de su viaje con Supertramp.


PREGUNTA: Tiene que ser una gran sensación saber que ya se han agotado todas las entradas para tus dos primeros conciertos de esta gira…

ROGER: Estoy entusiasmado por hacer una gira en mi país de residencia, pues vivo en América. Durante los últimos años he dado muchos conciertos en Europa, en Australia, en Sudamérica y en todas partes menos en los Estados Unidos. Eso se debe sobre todo a que el nombre Roger Hodgson no es tan conocido como el nombre Supertramp, y es difícil encontrar promotores que me contraten aquí. Es irónico, porque todo el mundo conoce mi voz y, evidentemente, también conocen esas canciones que llevan escuchando 30 ó 35 años.

PREGUNTA: Has llamado a la gira “Breakfast in America Tour”…

ROGER: En realidad fue idea de mi agente, ya que ese título ayuda a que el público asocie mi nombre al de Supertramp. Siempre interpreto en directo las canciones del álbum “Breakfast in America” que fueron grandes éxitos, así como las otras dos, “Child of vision” y “Lord is it mine”, que también les gustan mucho a los fans. El nombre de la gira está funcionando, porque las entradas se están agotando y los conciertos se están vendiendo muy bien. “Breakfast in America” fue una época maravillosa y un disco maravilloso. Le trae muchos recuerdos a la gente, pues evoca un período de sus vidas cuando todo era más sencillo. Fue un álbum muy alegre, y a mí me proporciona montones de energía reconfortante.

PREGUNTA: Supertramp actuó en estadios de todo el mundo, mientras que en solitario tocas en recintos mucho más pequeños… Como artista, ¿qué prefieres?

ROGER: Sin lugar a dudas, los lugares más íntimos. Me encantan. Hace 4 ó 5 años actué en el estadio de Wembley ante sesenta mil personas y, créeme, no  me gustaría hacerlo de forma habitual. Sinceramente, actuar significa para mí conectar con la gente y hacer que sientan la emoción que yo pongo en las canciones. Gran parte de eso se pierde en un gran estadio, donde el sonido retumba por todas partes, desaparecen todos los matices y yo sólo soy un punto sobre el escenario. Los recintos más pequeños suenan mucho mejor. La gente paga mucho dinero por un concierto mío, y así no sólo el sonido es mejor, sino que también pueden verme, sentirme y conectar conmigo.  Las sensaciones que podemos experimentar a lo largo de dos horas son mucho más potentes en un local pequeño. En un estadio, las experiencias son muy diferentes. Toqué muchas veces en estadios con Supertramp, y era otro tipo de emoción. Pero me quedo con la conexión que puedo establecer con audiencias de dos mil o tres mil personas.

PREGUNTA: Eres un compositor muy personal, y pones tu alma sobre el escenario cada vez que miras al público y ellos cantan contigo… ¿Qué significa eso para ti?

ROGER: Como artista y como ser humano, me siento increíblemente humilde por eso. Es un regalo maravilloso que puedo dar. Por la razón que sea, no he tenido miedo de compartir mis añoranzas, penas y alegrías más profundas, y eso es de lo que hablan mis canciones. “Breakfast in America” es una canción divertida para cantarla con todo el mundo, pero también están otras como “Lord is it mine” que son mucho más profundas y emotivas, con preguntas y búsquedas espirituales que surgen del interior de mi corazón. Como soy capaz de guiar a la gente por todo un abanico de emociones, esas canciones les tocan la fibra sensible. Miro al público y veo a gente riendo, a gente llorando, a parejas abrazándose… Para un artista es una sensación maravillosa poder ofrecerle eso a la gente.

PREGUNTA: ¿Será esta gira una especie de catalizador para que publiques un nuevo álbum? Tengo entendido que tienes preparadas un montón de canciones nuevas…

ROGER: Ahora mismo tengo un largo año por delante. Mi principal problema es qué canciones eliminar de mis conciertos. La gente me pregunta por qué no toco tal o cual canción, y el problema de tener tantas canciones que son tan importantes para la gente es tener que decirles que van a escuchar treinta minutos de música nueva. Por muy buenas que sean las nuevas canciones, como artista quiero darle a la gente la mejor experiencia que pueda ofrecerles. Si eso significa tocar las canciones que son más importantes para ellos, añadiendo quizás alguna nueva, entonces lo haré en vez de decirles que tienen que escuchar treinta minutos de canciones nuevas. Pero tienes razón, tengo muchas canciones nuevas que son maravillosas y tendré que pensar una forma de compartirlas con el público en algún momento. De momento, intento presentarles una o dos de ellas durante mis conciertos.

PREGUNTA: Debe ser frustrante, porque publicar un disco nuevo en el ambiente musical actual es algo muy duro…

ROGER: Se trata más de un tema de logística. Si la demanda fuese mayor, supongo que mi forma de pensar sería diferente. Tengo que elegir entre meterme en un estudio cuatro o cinco meses y publicar un CD que no va a ir a ninguna parte, o emplear mi tiempo en conectar con la gente tocando en directo dándoles un poquito de mi corazón de una forma más íntima.

PREGUNTA: Quiero que hablemos sobre “Breakfast in America”, pues ese álbum significa mucho para mucha gente. Fue un disco genial y muy importante…

ROGER: Creo que “Crime of the century” también lo fue, aunque de diferente forma.

PREGUNTA: “Breakfast in America” fue mucho más comercial…

ROGER: Indudablemente.

PREGUNTA: Hablemos de la canción “Breakfast in Americda”… ¿A quién se le ocurrió la frase que dice “What you got? Not a lot!” (“¿Qué es lo que tienes? ¡No demasiado!”)?

ROGER: Fue una contribución de Rick. Yo escribí la canción en el salón de la casa de mi madre. Tenía 18 ó 19 años y me acababa de comprar un órgano de fuelles que había encontrado en una iglesia de la campiña inglesa. Cuando los órganos eléctricos llegaron a las iglesias, se llevaron todos los órganos de fuelles al trastero. Recorrí las iglesias buscando un órgano de fuelles. No recuerdo por qué quería uno, pero acabé encontrándolo y lo compré por 26 libras. Me lo llevé a casa y “Breakfast in America” fue la primera canción que compuse con él.

PREGUNTA: “Take the long way home” tuvo un éxito enorme…. ¿Qué historia hay detrás de la canción? ¿Trata sobre alguien en concreto?

ROGER: No la compuse pensando conscientemente en alguien a quien yo conociera. Esa canción tiene un doble significado. El más obvio es el de tomar el largo camino a casa aunque no quieras volver allí junto a tu mujer, pero también hay un significado más profundo que es una metáfora de la vida. Puedes tomar el largo camino a casa hasta tu corazón. Puedes mirar atrás en tu vida y preguntarte hacia dónde ha ido y si sigue teniendo sentido. Es una interesante canción a dos niveles. El coro final habla sobre contemplar tu vida y preguntarte que habrías podido conseguir si hubieras tenido más tiempo. Está el significado más ligero, cuando tu mujer te trata como si fueras un mueble, y el más profundo, cuando te preguntas por tu vida. Tiene una dualidad muy interesante.

PREGUNTA: “The logical song” es una canción que muestra tu punto de vista sobre la vida. Y es válida tanto para la gente mayor como para la gente joven… ¿Cómo pudiste tener esa sintonía respecto a la naturaleza humana a una edad tan temprana?

ROGER: No sé si yo estaba en sintonía con la naturaleza humana, simplemente tenía esas preguntas en la cabeza y quise expresarlas. La primera época de la edad adulta puede ser un período muy confuso. Has aprendido un montón de cosas en el colegio, y después te lanzan al mundo real y esperan que tengas todas las respuestas. Yo no tenía ninguna respuesta, en la escuela no había encontrado las respuestas a esas preguntas tan profundas. La canción era autobiográfica. Sabía cómo ser sensato, lógico y cínico, pero no tenía ni idea de quién era yo. Para mí, esa es la principal misión que tenemos: descubrir quiénes somos y qué es la vida. Y eso no te lo enseñan en el colegio. Todavía sigo recibiendo un montón de mensajes de gente joven en los que me cuentan que la canción refleja perfectamente lo que está ocurriendo en sus vidas.

PREGUNTA: Eras un individuo muy intuitivo…

ROGER: Era muy sensible e intuitivo. No sé si me sentía diferente, pero constantemente me hacía muy preguntas profundas y me sorprendía que otra gente no se las hiciera. Quería saber dónde reside la felicidad y quién o qué era Dios, porque no le veía sentido a muchas cosas. El Dios que me habían enseñado no funcionaba. Yo sabía que debía haber algún tipo de conexión interior, todo indicaba que así era. Era una conexión que yo echaba de menos dentro de mí y quería conseguir tener.

PREGUNTA: “Breakfast in America” ganó dos premios Grammy, pero fue un álbum muy difícil de grabar, ¿no?

ROGER: Todos los discos son difíciles de terminar. Este nos llevó ocho meses, y durante los dos últimos yo estuve durmiendo en el estudio. No salía de allí hasta las 4 de la madrugada, cuando me acostaba rendido en la caravana que tenía aparcada a las puertas del edificio. Y a la mañana siguiente ya nos encontrábamos otra vez en el estudio a las 10. Estábamos intentando terminar el álbum antes de que empezase la gira, y las fechas se nos echaban encima. Fui tenaz y no pude descansar hasta que terminamos las mezclas. En aquella época no había ordenadores y teníamos que hacerlo todo manualmente. Tuvimos que ocuparnos de ello hasta que conseguimos lo que queríamos.

PREGUNTA: ¿Percibías que “Breakfast in America” iba a ser el álbum que catapultaría a Supertramp definitivamente?

ROGER: Creo que todos teníamos esa sensación. Había mucha expectación y nosotros estábamos preparados para este disco. Habíamos hecho muchas giras y queríamos grabar algo importante. Era una época en la que mandaba la radio, y sabíamos que esa colección de canciones podía sonar muy bien en antena. Por eso luché tanto por sacar lo mejor de ellas. Cada uno de nosotros tenía un rol diferente. Yo era el productor principal y el motor del grupo, el último que decía cuándo algo estaba terminado. Creo que los demás confiaron en mí y en lo que estaba haciendo, porque acabé por encargarme de todo hasta el punto que no dejábamos de trabajar en algo hasta que yo decía que ya lo habíamos conseguido.

PREGUNTA: ¿Estuviste también envuelto en el diseño de la portada del álbum? Es todo un icono…

ROGER: Todos estuvimos envueltos en la portada del disco. Ya habíamos trabajado en un par de portadas con un tipo llamado Mike Doud, así que le contamos nuestras ideas y él nos aportó las suyas. Al final nos presentó esa idea de diseño cómico. Recuerdo cómo elegimos a la señora que apareció en la portada, se llamaba Libby. La portada original mostraba una camarera más joven y sexy, pero eso no era lo que buscábamos. Creíamos que era mejor una señora me mediana edad con un aspecto físico más desaliñado. Así que elegimos a esa mujer en una agencia de modelos porque pensamos que representaba muy bien las excentricidades de la banda. Fue una gran idea.

PREGUNTA: ¿Qué es lo que estáis comiendo en la contraportada del álbum?

ROGER: Era una cafetería a la que íbamos a desayunar. Creo que sólo habíamos comido allí un par de veces antes, pero decidimos hacernos una foto en la cafetería.

PREGUNTA: ¿Cambió el gran éxito de “Breakfast in America” la dinámica dentro de Supertramp?

ROGER: Sí, así es. También ocurrieron muchas otras cosas. Durante la gira posterior yo fui padre por primera vez, y poco después tuve a mi segundo hijo. De repente me había convertido en un hombre de familia, y otros miembros del grupo también experimentaron cambios parecidos en sus vidas. A lo largo de mi vida siempre he intentado seguir a mi corazón y mis instintos, así que cuando tres años más tarde tomé la decisión de abandonar el grupo era mi corazón el que me decía que tenía que aprender a ser padre. Quise apartarme del negocio de la música durante un tiempo, para poder llevar un estilo de vida más sencillo. Aquello ocurrió en el mejor momento comercial de Supertramp, así que fue una decisión muy difícil, pero sabía que debía hacerlo para estar en casa junto  a mis hijos mientras ellos crecían. Supertramp había sido mi bebé, mi pasión durante 14 años, pero entonces mi corazón me decía que ser padre era más importante que seguir en el grupo. Mirando atrás, no me arrepiento de la decisión que tomé. Mis hijos ya son mayores y he podido aprender mucho de ellos y darles lo mejor estando a su lado. Creo que mi ausencia del negocio de la música es la razón de que todavía hoy me encuentre en mi mejor momento creativo.

PREGUNTA: A algunas personas les asustaría poder perder su creatividad alejándose de la música…

ROGER: Para mí fue una gran sorpresa regresar veinte años después y descubrir que la gente todavía recordaba quién era yo y que las canciones habían resistido el paso del tiempo. Es algo que todavía me asombra hoy en día. Y aquí estoy, dispuesto a embarcarme en una gira por los Estados Unidos para la que las entradas se están vendiendo como churros.

PREGUNTA: ¿Hubo alguna gran discusión o desacuerdo que hizo que la banda se disgregase o simplemente la separación era algo necesario?

ROGER: Fue más bien una separación natural. En cierto modo, “Famous last words” fue un intento de darnos una última oportunidad, pero las cosas no funcionaron. El álbum tuvo su éxito y se vendió muy bien, pero para mí, a nivel artístico, fue bastante decepcionante. Y para Rick también. Llamamos al álbum “Famous last words” (“Ultimas palabras famosas”) porque no queríamos volver a pasar por lo mismo. Todo ocurrió de forma simultánea, la banda se estaba distanciando y la gente iba en direcciones diferentes. En mi caso, quería estar con mi familia y comprometerme con ella.

PREGUNTA: Sabías qué era lo más importante en la vida…

ROGER: Esa es la clave. Cuando estás en el negocio de la música, puedes perder la percepción de las cosas muy fácilmente. Yo tuve que pararme a pensar cuáles eran mis prioridades y qué era lo más importante para mí. Mi corazón no se identificaba con lo que estaba haciendo y necesitaba hacer un cambio. En un momento dado, mi corazón me dijo que mi viaje con Supertramp ya había acabado, y tuve que abandonar al bebé que había creado. Fue muy difícil, pero era algo necesario y abrió una etapa de mi viaje por la vida que ha sido muy importante para mí.

PREGUNTA: Cuando empezaste con Supertramp, y estoy hablando de 1970, no querías escribir las letras de las canciones… Sabiendo que eres conocido por las maravillosas letras que has escrito, tengo que preguntarte por qué.

ROGER: Por entonces no tenía la suficiente confianza en mí mismo para escribir letras. Ahora leo algunas de las letras que escribí para aquellos primeros discos de Supertramp y me avergüenzo de ellas. A medida que fui conociéndome a mí mismo, me fui sintiendo más a gusto, pero tuve que aprender a entrar en mi interior y expresarme. Al principio escribía sobre cosas con las que no me sentía identificado, y la cosa no funcionaba. No fue algo que llegara de una forma natural, sino que fue desarrollándose poco a poco.

PREGUNTA: ¿Suele aparecer antes la música que la letra?

ROGER: La música siempre surge con mucha más facilidad, aunque tanto la música como la letra proceden del mismo lugar. Para mí, componer es literalmente perderme en la música. Dejo que la inspiración aparezca de una forma natural. Es un proceso lleno de magia. Empiezo a escuchar melodías, y entonces me pongo a cantar y las palabras van saliendo. Normalmente las palabras tienen que ver con lo que está sucediendo en mi vida o en mi corazón en esos momentos. Eso me da una idea sobre lo que trata la canción, y después trabajo con la melodía.

PREGUNTA: Cuando ves los dos primeros álbumes de Supertramp y cómo os permitieron ir desarrollando vuestro arte, te das cuenta de que tuvisteis suerte. La industria musical actual no os habría dado la oportunidad de desarrollaros y tal vez nunca hubieseis grabado “Breakfast in America”…

ROGER: Tuvimos muchísima suerte de pertenecer a una discográfica que se dedicaba a apoyar a los artistas y dejarles desarrollarse. La gente de A&M Records, especialmente Jerry Moss, confiaba en nosotros. Probablemente perdieron dinero con nuestros primeros discos, pero nos permitieron tomarnos todo el tiempo que necesitáramos en el estudio porque tenían confianza en nosotros y veían nuestro potencial. Evidentemente, eso era algo más habitual en aquella época que en estos días.

PREGUNTA: La última pregunta… ¿Qué va a pasar después de esta gira?

ROGER: A decir verdad, ahora mismo estoy disfrutando mucho de la experiencia de salir de gira. Puedo dar un poquito de lo que considero más importante o más especial, tocando en directo para la gente, mucho mejor que a través de un CD. Así que seguiré haciendo esto hasta que crea que ya ha sido suficiente.

PREGUNTA: Esa es una gran noticia para los fans de Supertramp y Roger Hodgson… Vamos a poder seguir viéndote tocar en directo.

ROGER: Lo más importante es que existe un amor increíble por Supertramp. Cuando la gente piensa en Supertramp, se acuerdan de la música que creó el grupo, que en gran parte fueron mis canciones. Si el público quiere escuchar nuevamente esa música, tienen una gran oportunidad de hacerlo en mis conciertos. La gente me dice una y otra vez que mis conciertos les parecen conciertos de Supertramp, y creo que es porque yo fui en gran parte el corazón y el alma de Supertramp, y esas canciones fueron una gran parte de la banda.