Dan Savoie asistió al concierto ofrecido por Roger Hodgson en la ciudad canadiense de Richmond y escribió la siguiente crónica para la revista musical "Rockstar Weekly".

Si los autores de canciones de hoy en día quisieran recibir una lección sobre melodías y letras, deberían asistir a un concierto de Roger Hodgson. El antiguo vocalista y teclista de Supertramp llegó la semana pasada a Vancouver para actuar en el River Rock Show Theatre de Richmond y estableció las leyes de la canción pop perfecta.

Acompañado de una banda de cuatro músicos (tres cuartos de los cuales eran canadienses), Hodgson repasó un largo repertorio de 22 canciones que estuvo formado por clásicos de Supertramp y algunas selecciones de su carrera en solitario para ofrecer una velada íntima que acabó en un éxtasis propio de los años 70.

Vestido de una forma ligeramente nostálgica, el músico hipnotizó a su audiencia desde los primeros acordes al teclado de ‘Take the long way home’ hasta la conclusión del concierto con ‘It’s raining again’. Hay algo especial con ese sonido de teclados y la forma en que Hodgson los toca, casi como si esas notas activasen determinadas neuronas del cerebro para evocar recuerdos y fuertes emociones.

Fue muy interesante ver la reacción del público a las canciones. Cada uno de los asistentes conectó con ellas de una forma muy especial y emotiva, saltando o poniéndose de pie con su favorita. Y cuanto más se conectaba la audiencia, más parecía disfrutar Hodgson con lo que estaba haciendo.

También es interesante señalar que hizo falta que terminase el concierto para darse cuenta de que la banda ni tenía ni necesitaba guitarrista. La única guitarra que escuchamos fue la que tocó Hodgson cada vez que dejaba de lado el piano o los teclados para empuñar una de sus dos acústicas de 12 cuerdas.

No importa cuánto carisma haya podido tener Hodgson, fueron sus canciones las que hicieron la velada inolvidable. La banda se mostró sólida como una roca mientras se abría camino a través de clásicos de Supertramp como ‘School’, ‘Breakfast in America’, ‘The logical song’, ‘Dreamer’ y ‘Fool’s overture’, pero estuvo igual de asombrosa cuando Hodgson acometió canciones menos conocidas de su carrera solista, como la increíble ‘Along came Mary’ del álbum ‘Open the door’.

El concierto finalizó con la triunfal ‘Fool’s overture’, pero en ese momento todo el público se puso en pie y permaneció saltando y gritando hasta que fueron complacidos con tres bises cuyo colofón fue ‘It’s raining again’.