Crónica del concierto ofrecido por Roger Hodgson en Munich, escrita por Arno Frank Eser y publicada por el diario alemán "Abendzeitung".

En ocasiones, al pop le salen alas... “Casi no conseguimos llegar aquí a tiempo”, explica Roger Hodgson dirigiéndose a un abarrotado auditorio Tollwood, “pero finalmente hemos alquilado un pequeño avión privado, porque venir a Munich es como volver a casa”. Y entonces empieza el concierto con ‘Take the long way home’.

Como de costumbre, Roger Hodgson se maneja perfectamente con la herencia de Supertramp. Para mucha gente, él es el mejor guardián del legado del grupo que fundó junto a Rick Davies, aunque ahora actúe sin una banda. A su lado sólo se encuentra Aaron MacDonald, que toca la armónica, la melódica, el clarinete, el saxofón y los teclados, añadiendo siempre el acompañamiento más oportuno.

Hodgson, en función de cada canción, se alterna entre los teclados y la guitarra, y por supuesto canta todos sus inolvidables éxitos como ‘Give a little bit’, ‘It’s raining again’, ‘Breakfast in America’, ‘The logical song’ y los bises ‘Dreamer’ y ‘School’. Entre ellos también interpreta otros temas más o menos conocidos como ‘Easy does it’ o ‘Sister Moonshine’, de los cuales confiesa estar enamorado, y la obra maestra ‘Fool’s overture’.

Su voz es tan suave y tan clara como un cascabel, igual que lo era cuando la grababa en un estudio hace muchos años. Su forma de interpretar esa música y la moderación con la que habla son a la vez encantadoras y sencillas. Cada canción va acompañada de su propia historia, como si con el paso del tiempo le hubieran crecido alas. Y lo mejor de todo es que no se echa de menos a la banda en ningún momento.

La segunda parte de esta maravillosa retrospectiva sobre Supertramp en Munich tendrá lugar el 20 de Septiembre con Rick Davies y el resto de viejos colegas de Hodgson. Y nosotros deberíamos estar más que entusiasmados por ello.