Crónica de Santiago Silva sobre el concierto ofrecido por Roger Hodgson en Lima, publicada en la web musical peruana "Conciertos Perú".

Nunca pensé que el concierto de ayer, miércoles 18 de febrero, terminara pareciéndome tan bueno. Llegué a eso de las 8.30 de la noche pensando que este sería solo un concierto más. La explanada del Estadio Monumental parecía estar preparada para ser una vergüenza total frente a Roger por la poca asistencia; sin embargo, como no lo imaginé, el local terminó llenándose para que el concierto de inicio a las 10 en punto. Después de una larga espera, las luces se apagaron, los músicos salieron, y una voz nos presentaba al genial músico, compositor y escritor Roger Hodgson.

Un teclado junto a una armónica fueron los encargados de dar inicio al concierto con “Take the long way home”. Desde un inicio, se empezó a notar lo que muchos dudaron antes del concierto, la voz del ex Supertramp sonaba con la energía que todos querían y tal vez no esperaban escuchar. Un carismático Roger Hodgson nos comentaba su alegría de volver a Lima, lo especial que le parecíamos los peruanos, y nos mencionaba que lo que hacía no era un trabajo y que lo único que pedía era que nos divirtamos, riamos, lloremos, bailemos o lo que se nos plazca. Seguía “Give a little bit” y ya muchos en el público parecían estar en la gloria.

Familias completas estaban reunidas en la explanada viendo como un gran músico demostraba que los años no siempre pesan para dar un espectáculo de primera. Padres felices mostrándoles a sus hijos a uno de los máximos compositores que le dejÓ su época, como haciendo referencia a una de las frases que más detesto: “todo tiempo pasado fue mejor”.

El concierto continuaba y llegaba la primera canción que hizo ponerse de pie al público, “Breakfast in America”. Punto aparte fue la actuación del saxofonista, encargado de los vientos y acompañamientos en teclado que mandaba a la cúspide cada tema en el que hacía uno de sus estupendos solos de la mano, principalmente, de sus saxo soprano.

Seguían temas como “Lord is it mine”, al cual Roger le dio un énfasis al decir que era una de las canciones que más le agradaba. Temas como “The logical song”, “School”, y el concierto llegaba a su fin con la alegre “It’s raining again” para que todos regresen a casa con el alma contenta.

Sin duda este fue un excelente concierto, un concierto en el que no se necesitaba ser un fan número uno para disfrutarlo al máximo (lo digo porque fue mi caso). Lo único que faltó fue un público que reaccionara más al gran carisma y alegría que daba Roger. Como anécdota, nunca pensé que un artista pueda preguntar si alguien conocía una de sus canciones y que nadie responda, bueno, eso ocurrió ayer. Finalmente, el sonido debió ser mejor controlado y que no porque se venía el solo de algún instrumento subirle el volumen al máximo hasta reventar los oídos y echar a perder el solo. Sin embargo, a pesar de eso, la música del gran Roger Hodgson superó todo y el concierto estuvo genial.