Crónica de Joanne Paulson sobre el concierto de Roger Hodgson en Saskatoon, publicada en "The Star Phoenix".

Ya hace veintitrés años que Roger Hodgson dejó el supergrupo Supertramp, pero todavía sigue conservando su poderosa voz y un gran control de la respiración cuando canta.

Embarcarte en una gira en solitario en la que interpretas canciones que se hicieron famosas con una gran producción es algo un poco arriesgado, pues la gente espera escuchar a toda la banda. Pero Hodgson, que corrió ese riesgo anoche en el TCU Place de Saskatoon, sabe exactamente lo que se hace.

Animados por el periodista radiofónico Mark Loshack a dar un poco de su amor al artista, los setecientos u ochocientos asistentes al concierto se pusieron de pie cuando Hodgson salió al escenario y le dedicaron una gran ovación.

Vestido con su típica camisa blanca de trovador y unos pantalones ajustados de color negro, Hodgson empezó el concierto con ‘Take the long way home’, la canción que da título al DVD que grabó recientemente en Montreal y que ya ha alcanzado la categoría de disco de platino en Canadá.

A continuación Hodgson se dirigió al público para decir que se sentía muy a gusto en Saskatoon y que le encantaba el ambiente que se había encontrado en la ciudad. “Estoy experimentando grandes sensaciones al cantar todas estas canciones”, añadió antes de tocar ‘Give a little bit’.

La canción más emocionante de la primera parte del concierto fue ‘Hide in your shell’, interpretada por Hodgson con mucha confianza y que fue ganando en intensidad a medida que se acercaba su final. El músico inglés es capaz de alcanzar unas notas altas de ensueño, y lo que es más difícil, mantenerlas durante un buen rato.

Hodgson fue acompañado en esta canción y en muchas otras por el canadiense Aaron MacDonald, que es sobre todo saxofonista pero al parecer también sabe tocar la flauta y varios instrumentos más, aparte de cantar.

MacDonald fue una adición valiosísima a la actuación, proporcionando coros de acompañamiento a la inconfundible voz de Hodgson y haciendo una interpretación de saxofón hermosa, melódica y exenta de errores. En otro precioso tema con tintes celtas, ‘Along came Mary’, MacDonald también demostró su talento, provocando un espontáneo aplauso de la audiencia.

‘The logical song’ culminó la primera parte del concierto, de una hora de duración. Y el público todavía no sabía que Hodgson les tenía reservada una sorpresa. Poco después del comienzo de la segunda parte de la actuación, Hodgson empezó a hablar de su reciente experiencia en el concurso de televisión ‘Canadian Idol’, en el que ejerció de mentor de los siete finalistas.

Después presentó a Tyler Lewis, uno de los concursantes que es natural de Saskatchewan y cuya hermosa voz de barítono supuso un gran complemento a la de Hodgson. No sé si la gente se ha dado cuenta, pero este jovencito sabe cantar…

Hodgson y Lewis interpretaron juntos ‘Breakfast in America’, y a pesar de la diferencia de registro de sus voces, el resultado fue excelente. La segunda canción que cantaron juntos fue la conmovedora ‘Puppet dance’, del álbum ‘Hai hai’ de Hodgson, lo que le permitió a Lewis entonar las notas más bajas de una forma brillante. Una gran idea de Hodgson la de regalarle a Lewis parte del protagonismo en su concierto.

Tras un fallo en el sistema de amplificación de su guitarra, Hodgson tocó varias baladas al piano. Ese fallo técnico contribuyó a que Hodgson fortaleciese su interacción con el público mediante la realización de numerosas bromas, lo cual nos enseñó una cara aún más cercana del cantante. A continuación interpretó sus éxitos ‘Dreamer’ y ‘School’ recibiendo una respuesta entusiasta del público.

El concierto tuvo poco del espectáculo que ofrecían los conciertos que Hodgson daba con Supertramp. Fue una actuación íntima, un músico con su guitarra, teclados y piano, acompañado por dos jóvenes talentos canadienses. Aún así, hubo algunos efectos especiales muy agradables, como seis árboles pequeños cuya iluminación a veces resultaba natural y otras surrealista. E incluso en algunos momentos se pudieron escuchar varios efectos sonoros pregrabados.

La época dorada de Supertramp tuvo lugar hace más de veinte años, coincidiendo con la era triunfal del rock progresivo. Sin embargo, Hodgson ha demostrado que la esencia de las canciones del grupo permanece intacta.