Crónica de Magín F. Perandones para la web "Terra" en la que repasa el concierto de Roger Hodgson en la madrileña Sala Arena, durante la promoción de "Open the door".

Roger Hodgson capitalizó, nunca mejor dicho por que lo de la noche del 31 de Mayo en Madrid fue su único concierto español, las composiciones del tándem que antaño formó con Richard Davies en Supertramp, con la única ayuda de un piano o una guitarra.

El escenario de la sala Arena en los bajos de la Torre de Madrid resultó idóneo para disfrutar del viaje a través del tiempo que nos proponía Roger Hodgson. Con un aire a un Qui-Gon-Jinn que hubiera dejado la espada-láser y la capa en casa. Roger se sentó al teclado y nos deleitó con lo mejor de su nutrido repertorio.

La ausencia de base rítmica y músicos arropando el escenario amenazaban con un "Breakfast in America" sin azúcar o un "Dreamer" con insomnio, pero pronto se disiparon los prejuicios y Roger Hodgson se erigió en hombre orquesta.

Como por arte de magia la peculiar voz de Roger, que a sus 50 años no escatima en escalar octavas con su garganta atendiendo a todos los recovecos de la melodía, junto al aprovechamiento de los diferentes sonidos del teclado, combinando con la guitarra acústica cuando el tema así lo requería, entusiasmaron a un público irremediablemente maduro mezclado con gente mas joven que han conocido a Supertramp a través de sus hermanos mayores.

A mitad del concierto mientras suenan los primeros arpegios de guitarra acústica en "Along came Mary", el sonido de una flauta iba invadiendo el escenario, era Carlos Núñez quién soplaba así que aquello ya tomaba proporciones de sinfónica, tan solo con dos músicos en el escenario.

Carlos alude a la generosidad de Roger por haber dejado que le acompañe y Roger piensa en voz alta “no sé lo que ha dicho pero seguro que es algo bueno”. Entre los dos hay buena química. Roger Hodgson ha colaborado en el nuevo disco del gaitero gallego, que saldrá en Julio.

Los clásicos "Sister Moonshine", "The meaning", "The logical song", "Hide in your shell" y "Give a little bit" se iban sucediendo para regocijo del personal, y entre los nuevos temas calaron hondo las preciosas baladas "Say goodbye" y "The garden". Sin embargo, "Hungry", que ha salido como primer single, no sonó, sin duda porque el saxo, elemento principal del tema. no era fácilmente sustituible.

Si algo hubo imperdonable es que cuando acometió con la guitarra "School", canción que abría el álbum "Crime of the century", para muchos la puerta de entrada al universo sonoro de Supertramp, Roger supliera el portentoso solo de piano por un tarareo. Estaba claro que hubiera necesitado dos manos más, pero seguro que un publico tan solícito hubiera podido suplir el cambio de instrumento marcando el ritmo con palmas.

Quizás para la próxima visita, que él mismo anunció para Octubre o Noviembre, fecha en la que ofrecerá conciertos al frente de una banda, podamos exigirle más. Ayer fue imposible porque Roger Hodgson lo dio todo.