Crónica de Philippe Menard sobre el concierto de Roger Hodgson en la localidad francesa de Cognac, publicada en el diario regional "Sud Ouest".


La última noche del festival Blues Passion de Cognac, que tuvo lugar este sábado y congregó a cinco mil espectadores para ver la actuación de Roger Hodgson, trajo consigo un nuevo diluvio.

Hodgson, que fue reclutado hace un mes para reemplazar a los Cranberries, demostró que no tiene nada de artista suplente. La voz de Supertramp permanece impecable, y el cantante no escatima con esos clásicos que marcaron los años 70 y 80. Además, es un hombre generoso y busca la complicidad con el público, confesándoles su cariño y bromeando continuamente en una mezcla de francés y de inglés.

Asegura ser feliz por cantar delante de “un mar de caras sonrientes” y le pide a un operador de cámara que dirija su objetivo hacia el público. También acierta de lleno al reservarse ‘It’s raining again’ para el final del concierto: durante la interpretación de la canción, un aguacero se abate sobre los cinco mil espectadores. “¡Supertramp y supertremper!” (“¡Supertramp y supermojado!”), dice entre risas uno de los asistentes.

Un comentario que resume perfectamente un festival marcado por una meteorología muy adversa pero que en ningún momento perdió la sonrisa. Según los últimos recuentos, la venta de entradas ha ascendido hasta las 26.000 localidades para el escenario principal y otras 1.000 para los escenarios adyacentes. Un nuevo récord.