Ramiro Ortiz, del periódico argentino "Diario Uno", escribió esta crónica sobre la actuación de Roger Hodgson y su banda en la ciudad de Mendoza.

“Este show delata la edad”, se escuchó decir más de una vez entre risas a los que se encontraban a los abrazos en el recital que el ex Supertramp Roger Hodgson ofreció el viernes en el Arena Maipú. Y sí, unidos por la nostalgia de escuchar esa voz fina, capaz de ignorar toda erosión temporal o desgaste profesional, casi 1.500 mendocinos, en su mayoría cuarentones, recordaron viejas épocas con los himnos que el grupo británico construyó en los 70.

El cantante y compositor pasó por aquí con su gira ‘Breakfast in America’, en la que principalmente repasa las canciones más populares de Supertramp como ‘School’, ‘In jeopardy’ o ‘Take the long way home’, con la que abrió el show pasadas las 22.30 h.

Con tranquilidad, pero con mucha calidez y simpatía, Hodgson mantuvo fluida la comunicación con sus seguidores, aunque no se cansó de manifestar que le gustaría poder hablar español. “Las canciones son pedazos de mi corazón, de mi vida, espero que vivan buenos recuerdos, dejemos afuera los problemas por estas dos horas y pasemos un buen rato juntos”, invitó el músico.

Desde los infaltables ‘Dreamer’ o ‘The logical song’ hasta composiciones sinfónicas más elaboradas y extensas como ‘Child of vision’ o ‘Fool’s overture’, el cantante se acompañó con sus teclas o guitarra mostrando un inusual respeto por los arreglos y orquestaciones originales.

Lamentablemente el sonido de la sala no fue el mejor, desparejo y estridente, pero Hodgson y su banda, integrada por cuatro músicos de los cuales destacó el canadiense Aaron MacDonald en vientos, accesorios, coros y más intervenciones, remontó la noche a fuerza de carisma y un repertorio contagioso y archiconocido. Pasada la medianoche, llegaron los gritos, las ovaciones y hasta el baile final con ‘Give a little bit’ e ‘It’s raining again’.