Crónica de la publicación musical "Classic Rock Revisited" en relación a uno de los primeros conciertos de la gira norteamericana de Roger Hodgson.


Tal vez Roger Hodgson no tenga un nombre muy conocido, pero en los años 70 y a principios de los 80 la banda de la que formaba parte desde luego sí lo tenía. Como principal vocalista y compositor de Supertramp, Hodgson recorrió el mundo interpretando sus canciones en estadios y disfrutando de un éxito masivo en las listas de ventas.

En el momento de mayor popularidad del grupo, Hodgson hizo algo impensable en un músico de una banda de rock tan triunfal... Se marchó. No sólo dejó el grupo, sino que también dejó la industria de la música para ocuparse de sus hijos. Una decisión de semejante calibre sólo puede ser tomada por un hombre que mantiene a raya su ego, y ese es el caso de Hodgson.

En una lluviosa noche de martes en Tulsa (Oklahoma), Hodgson se mostró como un entregado músico y vocalista a quien le importan tanto su arte como su público. Varias veces a lo largo de su actuación se dedicó a recordarle a todo el mundo lo importante que es el amor y cómo le gusta que su música les traiga recuerdos muy especiales a sus fans. Incluso le permitió a uno de los asistentes que le pidiera matrimonio a su novia públicamente. Por suerte para todos, ella dijo sí.

A nivel musical y vocal, Hodgson llegó a los mismos niveles de su época con Supertramp, pues la edad no ha mermado sus habilidades físicas. Con Supertramp tenía una de las voces más reconocibles del rock, y todavía conserva ese don. Alcanzó las notas más altas y fue capaz de recrear los mejores momentos de sus canciones más famosas, ya fuera con sus letras o con esa forma tan peculiar que a veces tiene para utilizar su voz como si se tratase de un instrumento más sobre el escenario.

La actuación de la noche presentaba por fin a Hodgson tocando con una banda al completo, ya que a menudo lo hace sin ese acompañamiento. Las interpretaciones que hicieron fueron impecables. El multi-instrumentista Aaron-MacDonald fue casi tan digno de ver como de escuchar, y el resto de la banda estaba formada por Kevin Adamson a los teclados, David Carpenter al bajo y Bryan Head a la batería.

El concierto comenzó con Hodgson cabalgando sobre una de sus canciones más conocidas, ‘Take the long way home’, del álbum ‘Breakfast in America’, que alcanzó la categoría de multi-platino. A la conclusión de la canción, el agradecido público le ofreció a Hodgson la primera de las numerosas ovaciones de la noche. Los fans de Supertramp se lo pasaron en grande con el siguiente tema, el clásico ‘School’, y los amantes de su álbum en solitario ‘In the eye of the storm’ (1984) se emocionaron con los dos siguientes, ‘In jeopardy’ y ‘Lovers in the wind’.

La otra canción de su carrera en solitario que interpretó Hodgson fue ‘Along came Mary’, de su disco titulado ‘Open the door’ (2000), una pieza arrebatadora tanto a nivel lírico como musical, sin duda alguna de lo mejor que ha publicado desde que abandonó Supertramp. El público así lo entendió y se puso nuevamente en pie al final de la canción.

Llamándose esta gira ‘Breakfast in America’, el álbum más famoso de Supertramp tenía que estar bien representado, y junto a ‘Take the long way home’ Hodgson también interpretó las otras canciones que compuso para ese disco, como son ‘The Logical song’, ‘Lord is it mine’, ‘Child of vision’ y la que le dio su nombre al álbum.

‘Sister Moonshine’ y ‘Lady’, ambas del álbum ‘Crisis? What crisis?’, fueron dos de las canciones mejor recibidas por el público. ‘Even in the quietest moments’, otro de los discos clásicos de Supertramp, estuvo representado por la canción homónima y por ‘Fool’s overture’, mientras que las canciones seleccionadas de ‘Crime of the century’ fueron ‘Dreamer’ y ‘Hide your shell’. ‘Famous last words’, el último álbum de Hodgson con Supertramp, tuvo su hueco con el tema ‘Don’t leave me now’.

El momento más musical de la noche aconteció cuando la banda interpretó ‘Fool’s overture’, una pieza muy progresiva que no es fácil reproducir en directo pero que en esta ocasión fue ejecutada a la perfección. ‘Child of vision’ también fue espléndida, y originó una nueva ovación impresionante. El bloque principal finalizó con ‘Dreamer’, que fue cantada al unísono por todos los presentes puestos en pie.

La banda saludó y se despidió del público, pero nadie se atrevió a abandonar la sala ya que los gigantescos aplausos garantizaban un bis. Hodgson no defraudó y regresó al escenario para tocar ‘Give a little bit’ y dedicar a la audiencia unas palabras de apoyo y agradecimiento. Es un músico consumado y se toma su profesión muy en serio. Todos los aspectos de su actuación fueron inmejorables.

Desde aquí os recomendamos encarecidamente que asistáis a un concierto de Hodgson si toca en vuestra ciudad o sus alrededores. En caso de que la oportunidad no se presente, no os perdáis su último trabajo, ‘Classics Live’, que se encuentra disponible en su página web.