Ted Hansen, del portal de noticias norteamericando "Examiner", asistió a uno de los primeros conciertos de la gira 2012 de Roger Hodgson.


Precioso. Esa es la palabra que te viene a la cabeza cuando ves actuar a Roger Hodgson. Ya sea por la melódica complejidad de sus canciones, por las armonías que entrelaza con su banda, por las letras que te dejan anonadado o por su capacidad para seguir llegando a los increíbles registros más altos de su voz, esa era la palabra que se te quedaba grabada en la mente durante su actuación en el Wild Horse Pass Casino Ovations Live Showroom de Chandler, Arizona. También podría aplicarse la palabra impresionante, seguramente más apropiada.

A lo largo de noventa minutos Hodgson y su banda hicieron disfrutar a un público que casi llenaba el recinto, interpretando los éxitos de Supertramp que él hizo famosos y algunas canciones de la carrera en solitario de un músico del que, según afirmó el propio Hodgson, todo el mundo conoce su voz y sus canciones pero no su nombre. Tal vez por ser la primera vez en treinta años que Hodgson hace una gira con banda por los Estados Unidos algunos no recordaban su nombre, pero después del concierto de este domingo eso ya no será un problema en el futuro.

Desde el primer momento Hodgson le dio al público lo que querían, abriendo el concierto con ‘Take the long way home’ y ‘School’, dos canciones muy populares de Supertramp, e ‘In jeopardy’, un éxito menor de su álbum en solitario ‘In the eye of the storm’ (1984). Tras sentarse al piano y esperar que los focos le iluminasen, Hodgson recordó que a veces “tienes que pelear por el amor” para presentar ‘Lovers in the wind’, una canción conmovedora por su simple belleza. Los primeros acordes de ‘Hide in your shell’, del disco de Supertramp ‘Crime of the century’ (1974), tuvieron reminiscencias de la época ‘Pet sounds’ de Brian Wilson, y Hodgson y su banda pusieron a toda la sala de pie con el final de la canción.

Hodgson se ha rodeado de una gran banda. Entre los músicos destaca el incomparable Aaron MacDonald a los saxofones, voces, teclados, golpes en la cabeza y cualquier otro sonido que las canciones requieran, ayudando a iluminar las visiones musicales de Hodgson. El teclista Kevin Adamson complementa las propias interpretaciones a los teclados de Hodgson, el batería Bryan Head es sólido y elegantemente comedido, y el recién llegado bajista David Carpenter añade a la mezcla su excelente forma de tocar y de cantar. La elección de personal que ha hecho Hodgson para esta gira es muy buena.

La velada siguió adelante con algunas canciones de su etapa en solitario, como ‘Along came Mary’, de su álbum ‘Open the door’ (2000), la cual fue escoltada por grandes éxitos de Supertramp como ‘Breakfast in America’, ‘The logical song’ y ‘Dreamer’. Algunos miembros de la audiencia se dejaron llevar por el menos conocido pero hipnótico tema ‘Child of vision’, que se ganó una gran ovación con todo el mundo puesto en pie. La actuación principal se cerró con la majestuosa ‘Fool’s overture’, una combinación de tres piezas de música que Hodgson aglutinó en una sola.

El público pidió el regreso de Roger (parece más apropiado referirse a él con el nombre y no con el apellido a juzgar por la cercanía con la que Hodgson había tratado a su audiencia entre canción y canción) y él les correspondió con ‘Give a little bit’, permitiendo que la gente, que hasta entonces se había mostrado recatada en casi todo momento, estallase liberando lo que había contenido a lo largo de la noche, uniéndose a Roger para cantar y dar palmas. Consciente de que sus visitas a Arizona no son muy habituales, Hodgson propició una avalancha de cámaras fotográficas en funcionamiento.

Escuchar las canciones de Roger Hodgson te tienta a cerrar los ojos y dejarte llevar a una variedad de hermosos momentos que su música evoca en tu mente. Pero si sólo vamos a tener a Roger y su banda con nosotros una vez cada treinta años, es preferible mantener los ojos abiertos y sumergirse de lleno en la experiencia.