Crónica del concierto ofrecido por Roger Hodgson y su banda en la localidad belga de Verviers, publicada en el portal "Best of Verviers".

Nos habían dicho que la última parte del fin de semana no traería tormentas en lo que se refiere a lo meteorológico, pero nadie nos avisó de la tormenta musical que íbamos a presenciar gracias a Roger Hodgson.

El plato fuerte del festival presentaba a un veterano e inolvidable artista que es uno de los cantautores con más talento de su generación y que ha vendido más de 60 millones de discos con Supertramp y en solitario.

Ahora Roger ha reunido una banda al completo, tras haber salido de gira varios años sólo junto a Aaron MacDonald (saxo, teclados y armónica). Podemos afirmar que este formato se acerca todavía más al sonido único de Supertramp, y cerrando los ojos podría pensarse que se trataba de ellos, a pesar de la ausencia de Rick Davies, el que fuera su socio entre 1970 y 1983, período en el que publicaron ocho álbumes.

Desde 1984, Roger ha publicado cinco discos en solitario y su voz inconfundible volvió a congregar a miles de fans venidos de toda Bélgica y de otros muchos países, como Holanda, Alemania y Francia. En la página web del festival se habla de doce mil personas, y desde luego nosotros no recordábamos una Place du Martyr tan abarrotada de gente.

Por lo que respecta al concierto, podemos hablar de un sonido nítido, preciso y perfecto, digno de un festival de este tipo, lo que prueba que las condiciones acústicas del mismo son adecuadas aunque a veces los ingenieros no estén a la altura, como ocurrió en la actuación de Uriah Heep, cuando el sonido fue tan deficiente que distorsionó la voz de Bernie Shaw.

El espectáculo comenzó con ‘Take the long way home’ y ‘School’, dos auténticos himnos para los fans allí reunidos, que poco después rugieron con los primeros acordes al piano de ‘Breakfast in America’. Roger estaba encantado de actuar en el festival, y lo dijo varias veces en francés, lo que hizo aumentar más aún su ya considerable encanto.

‘The logical song’, una canción de culto de Supertramp, fue interpretada con una maestría tan grande como un auditorio que se llenó de aplausos para premiarla. Lo sutil y lo profundo de la música inundó el alma de los melómanos que se dieron cita para vivir una experiencia única. También hubo un homenaje a John Lennon a través del tema de los Beatles ‘Across the universe’, publicado en el álbum ‘Let it be’ de los ‘Fab Four’.

Cuando alguien es capaz de componer una canción como ‘Don’t leave me now’, todo indica que Dios le tocó con su varita mágica nada más nacer. En cuanto a ‘Dreamer’, sirvió para evidenciar que la principal ventaja de un concierto con banda es que se pueden alternar los momentos eléctricos y los acústicos, algo que es imposible en otro tipo de actuaciones.

Los bises estuvieron formados por tres canciones, entre las que se encontraban la monumental ‘Give a little bit’ y la universal ‘It’s raining again’, aunque la lluvia no hiciera acto de presencia a lo largo del concierto.

“Espero veros de nuevo”, dijo un Roger Hodgson que estuvo tan majestuoso en sus interpretaciones como de costumbre, además de mostrarse muy agradable y simpático, lo cual siempre invita a volver a presenciar uno de sus conciertos. La fama suele ser sinónimo de cantidad, pero cuando va acompañada de una calidad excepcional te deja con ganas de más.