Artículo publicado en la revista digital francesa "Pure People", como preludio de las inminentes giras de Supertramp y Roger Hodgson en el país galo.




Como si se tratase de un acto simbólico, Roger Hodgson dejará pisoteada la hierba por la que después pasarán sus antiguos compañeros. La voz, el artesano y el alma de Supertramp, autor de las canciones imperecederas e inimitables que hicieron triunfar al grupo británico (‘Dreamer’, ‘The logical song’, ‘Take the long way home’ e incluso ‘It’s raining again’) visitará Francia durante su gira en solitario justo antes de los conciertos que Supertramp tiene programados para el próximo otoño.

Se trata de un divorcio doloroso que tuvo lugar hace casi 30 años y ahora vuelve a aflorar. El origen del mismo fue la salida de Roger Hodgson de la banda en 1983 para dedicarse a su familia y para emprender su carrera en solitario. Por entonces, Hodgson le dejó al otro cofundador del grupo, Rick Davies, el derecho a seguir utilizando el nombre Supertramp con la condición de no interpretar en directo las canciones creadas por él.

“Rick me lo prometió mirándome a los ojos”, recuerda Roger Hodgson en una entrevista concedida recientemente a ‘Le Parisien’. “Fue un divorcio amistoso. El respetó nuestro pacto durante la primera gira que hizo tras mi marcha, pero luego volvió a interpretar mis canciones en 1988. Ahora me lamento de no haber plasmado aquel acuerdo por escrito, pues he sido traicionado”.

En 1988, como daño colateral del incumplimiento de aquella cláusula moral, Rick Davies debió registrar también la pérdida de Dougie Thomson, otro miembro del grupo, disgustado con él por no haber cumplido su palabra.

Entre los dos antiguos líderes de Supertramp se ha instalado una relación verdaderamente fría. Aunque el grupo está a punto de celebrar sobre los escenarios sus 40 años de historia, Roger comprendió enseguida que él no formaría parte de esa reunión.

“Comenzamos a hablar con Rick sobre esta idea el año pasado, pero es Sue, su mujer, quien controla Supertramp. Es imposible llegar a ningún acuerdo con ella. Cuando empecé a escuchar rumores sobre la nueva gira, le envié un correo electrónico a Rick, al cual todavía no me ha respondido”.

Así las cosas, la guerra se ha establecido alrededor de un patrimonio común. Molesto “porque Supertramp está mintiendo a sus seguidores” y porque el gran público puede no estar al tanto de esta situación, Roger Hodgson espera que los fans de Supertramp elijan entre las dos opciones que se les presentan.

“Pueden ir a ver a un grupo en el que otro músico canta mis canciones, o asistir a uno de mis conciertos para verme cantarlas a mí”. Esta postura recuerda otro de sus comentarios en una entrevista anterior: “Creo que lo esencial de la magia y el espíritu que la gente podría experimentar con Supertramp ya lo tienen en mis conciertos”.

En resumen, mientras Supertramp anuncia el espectáculo de dos horas que actualmente está preparando en Nueva York, la compañía promotora Live Nation, que ha organizado la gira francesa de Roger Hodgson, alaba las razones para preferir la fórmula alternativa.

Desde el equipo de representación de Supertramp lamentan la publicidad agresiva que está haciendo Roger Hodgson. “Todo el mundo sabe que ya no está en el grupo. La gente va a ver un gran espectáculo de Supertramp, mientras que él se presenta solo al piano, acompañado de un músico por aquí o por allá”, contraataca el productor francés Pascal Bernardin, que además le acusa de ser el principal responsable de que su regreso al grupo se haya frustrado.

Finalmente, el único que tal vez tenga razón sea Gilles Carrere. Interrogado por ‘Le Parisien’, el autor de la biografía de Supertramp ‘30 ans de Breakfast’ reparte las culpas: “La fuerza de Supertramp era la química existente entre sus dos compositores y cantantes. Hodgson y Davies por separado no han tenido ningún éxito comercial desde hace mucho tiempo. Todo el mundo tenía interés en volver a verles juntos”.

Algo que, por ahora, parece bastante improbable.