Biografía de Roger Hodgson aparecida en la web oficial de Ringo Starr con motivo de la participación de Roger en la gira del ex-beatle del verano de 2001.

 

El estribillo de la canción “The logical song” de Roger Hodgson, publicada durante los años gloriosos de Supertramp, decía “por favor, dime quién soy yo” (“please tell me who I am”). Hoy en día Hodgson, a sus 51 años y revitalizado espiritualmente, parece preparado para contestar a su propia frase. Va a embarcarse en la gira de Ringo en pleno despertar creativo y espiritual.

Roger siempre ha considerado la música como un alimento para el espíritu. “Mis anhelos por encontrar la paz interior y el sentido de mi vida resultaron ser una voz para muchas personas que tenían sentimientos parecidos. De repente encontraron un artista que tenía los mismos temores que ellos y se hacía las mismas preguntas”.

La característica forma de Roger de unir letras tristes o interrogativas con melodías alegres creó un estilo único que resultó ser atractivo una y otra vez. “Dreamer”, “The logical song”, “Take the long way home” y “Give a little bit” colaboraron a llevar las ventas de los discos de Supertramp hasta unos asombrosos ochenta millones de copias.

En 1979 la banda alcanzó su cima con “Breakfast in America”, el álbum más vendido en todo el mundo durante aquel año. La contribución de Hodgson a ese éxito fue evidente y fue valorada tanto por el público que compraba los discos como por la industria de la música. En 1980 “The logical song” fue nominada como la mejor canción tanto en su letra como en su música por el prestigioso galardón Ivor Novello.

“La forma en que los Beatles y otros músicos habían influido a todo el mundo en los años 60 tuvo un profundo impacto sobre mí, y siempre quise que Supertramp cogiese ese testigo para ver lo lejos que podíamos llevarlo”.

Realmente, Supertramp se convirtió en un fenómeno a nivel mundial. La letra de “The logical song” pasó a ser una de las más cotizadas en las escuelas de todo el mundo. En Canadá, una de cada veinte personas tenía algún disco de Supertramp. La gira de “Famous last words” en 1983 fue una de las primeras giras de rock que fueron conocidas como “mega-giras”. Irónicamente, aquella fue su última gira con el grupo.

El año siguiente Roger reapareció con su primer álbum en solitario, “In the eye of the storm”, que rápidamente tuvo un gran éxito internacional, vendiendo dos millones de copias y colocando a Roger en el panorama musical por derecho propio. “Hai hai”, el siguiente álbum que apareció 3 años más tarde, siguió los pasos que Roger había establecido para su carrera. Por entonces, sin embargo, habían desaparecido la pasión y la diversión que habían formado parte de su anterior trabajo. La semana que “Hai hai” era publicado Roger se rompió las dos muñecas en un accidente, dando paso a un período de instrospección y búsqueda espiritual que duraría 13 años.

Durante ese período de relativa inactividad, Roger colaboró con el grupo Yes en el álbum “Talk” de 1990. En 1995, participó junto a Andrea Bocelli, Brian Ferry y Al Jarreau en la mezcla de música clásica y contemporánea que es el festival anual europeo “Night of the Proms”. En 1996, el álbum “Rites of passage”, en el que su hijo Andrew tocaba la batería, devolvió a Roger a los escenarios. El renovado entusiasmo de Roger por actuar y conectar íntimamente con la audiencia le condujo a dar una serie de conciertos en los que actuaba a solas. Hizo una larga gira por Europa y Norteamérica bajo el seudónimo de “Solotramp”. En 1998 montó una banda e hizo una gira por Sudamérica que tuvo un gran éxito.

El disco más reciente de Roger, “Open the door”, fue una vez más un grito para volver a casa. Poco después de su publicación, un importante acontecimiento contestó a su llamada. El día de Año Nuevo de 2001, Roger asistió a un retiro espiritual en la comunidad “Ministerios del Cielo en la Tierra” (“Heaven on Earth Ministries”), y conoció a Anandi Devi, a la que identificó como su guía espiritual de varias vidas. Según Roger, “Cuando vi su mirada por primera vez, la puerta de mi corazón se abrió de golpe y rompí a llorar por primera vez en varios años. De repente me di cuenta de que ‘Even in the quietest moments’, una canción que escribí hace 25 años, había sido compuesta para ella, la mentora espiritual a la que echaba de menos”.

“Desde aquel retiro espiritual he notado que han vuelto a despertarse mi pasión, mi inspiración y mi amor por la vida. Me he dado cuenta de que la ‘casa’ (‘home’) sobre la que he estado cantando tantos años está en mi corazón, que es donde creo que Dios reside”.

“Creo que nuestro grito universal se refiere al Amor. En los años 60 los Beatles levantaron la voz hacia ese anhelo, y eso es lo que yo he intentado hacer siempre. La mayoría de mis canciones de amor han sido dedicadas a Dios, aunque yo siempre las he dejado lo suficientemente abiertas para que cada persona pudiera interpretarlas a su manera”.

Exceptuando la gira con Ringo, actualmente Roger se está tomando una etapa sabática creativa y espiritual, y no sabe cuánto tiempo durará. “He encontrado algo precioso y quiero darme tiempo para conocerlo bien. Creo que todavía no he llegado todo lo lejos posible en la música. Hay una octava más alta que está esperando su turno”.

Roger está intentando alcanzar esa nueva octava en su vida, para convertirse en un instrumento que pueda abrir el corazón de la gente todo lo posible. “He tomado el largo camino a casa, pero ahora que he encontrado lo que estaba buscando, estoy entusiasmado con la nueva música que está fluyendo dentro de mí”.