Artículo escrito por Scott Smith y aparecido en el diario norteamericano "Times Record".

 

Es impresionante pensar que Roger Hodgson compuso la mayoría de sus éxitos con Supertramp antes de cumplir los 20 años. ‘Give a little bit’, ‘Breakfast in America’ y ‘Dreamer’ ya daban vueltas dentro de su activo cerebro muchos años antes de que los discos ‘Crime of the century’ y ‘Breakfast in America’, auténticas obras maestras, impulsasen al grupo británico hasta la estratosfera del rock progresivo.

Las canciones de Hodsgon todavía resuenan con vida, pasión y relevancia, como puede comprobarse en su nuevo DVD, ‘Take the long way home - Live in Montreal’. A sus 57 años, Hodgson y su música siguen siendo totalmente válidos, y en dicho concierto este hombre, que domina varios instrumentos, recibió la adoración del público que abarrotaba las gradas del Place des Arts de Montreal.

“Fue divertido grabar este DVD trabajando con tanta gente creativa”, dice Hodgson durante una entrevista telefónica. “Todos eran franco-canadienses, salvo el director de la película, Gerard Pullicino, que es francés. Se trataba de un grupo increíble que conseguimos reunir a toda prisa”.

“Lo único que yo tenía que hacer era comportarme con naturalidad, mientras la cámara me seguía a todas partes”, añade entre risas. “Terminé acostumbrándome a la cámara, pero eso siempre es un riesgo porque nunca sabes si todo va a salir como debe salir”.

Lo cierto es que la calidad del DVD es excelente, incluyendo, entre otras canciones, ‘Take the long way home’, ‘Lovers in the wind’, ‘Give a little bit’, ‘Hide in your shell’, ‘The logical song’, ‘Sister Moonshine’, ‘Breakfast in America’, ‘Oh brother’, ‘It’s raining again’ y ‘Even in the quietest moments’.

Hodgson, que fue vocalista, guitarrista y pianista de Supertramp entre 1969 y 1983, sigue teniendo una gran voz, y sobre el escenario sólo cuenta con un cómplice musical que le proporciona las voces de acompañamiento y los sonidos de saxofón y armónica. Los conciertos se convierten en una experiencia íntima que, sin embargo, consigue mantener el carácter dramático y épico que salpicaba los mejores trabajos de Supertramp.

Quienes conozcan la trayectoria de Hodgson junto a sus colegas de Supertramp pero no estén al tanto de sus trabajos en solitario, se sorprenderán al ver y escuchar lo bien que encaja su material más reciente entre todos esos éxitos de los años 70.

“He quedado muy satisfecho con el resultado del DVD”, dice Hodgson antes de echarse a reir. “Estoy realmente impresionado, pues no soy muy amigo de ver mis propias actuaciones. Normalmente, necesito tomarme un ‘valium’ antes de verme en la tele o en un vídeo”.

A Hodgson, que vive en Nevada City (California), tampoco le gusta escuchar su propia voz, hasta el punto que confiesa haber escuchado sólo una vez el disco en directo de Supertramp ‘Paris’, de 1980. A los fans les encanta este álbum doble y lo consideran uno de los puntos culminantes en la historia del grupo, pero 27 años después de su publicación, Hodgson guarda las distancias respecto a ese trabajo. “Sí, no suelo escuchar mis propios discos”, dice. “Pero disfruté mucho grabando ‘Paris’, fue un gran álbum en directo”.

Cuando le preguntamos qué canción es la que más le emociona tocar en directo, Hodgson se lo piensa un momento. “La verdad es que me gusta tocarlas todas”, dice. “Es increíble que la gente siga disfrutando de ellas 30 años después de haberlas compuesto. Supongo que han superado muy bien el paso del tiempo”.

Aunque su marcha de Supertramp es considerada como un momento trágico en la historia de la banda, Hodgson admite que Rick Davies, el otro miembro fundador, también tuvo mucho que ver en el éxito del grupo. “En Supertramp éramos realmente dos autores distintos, aunque firmásemos todas las canciones juntos”, dice Hodgson. “Es exactamente lo mismo que pasó con los Beatles”.

“Cuando llegaba el momento de preparar un álbum, yo solía emplear bastante tiempo estudiando las canciones que Rick tenía dispuestas, intentando encajarlas con las que yo tenía en la recámara. Rick era, y sigue siendo, un gran autor de canciones, pero tardaba mucho más tiempo en componerlas que yo. Así que yo buscaba entre mi colección las canciones que mejor quedasen junto a las suyas, para intentar conseguir la combinación que fuese más agradable de escuchar”.

Posiblemente muchos artistas se sientan obligados a incluir las mejores canciones en sus dos o tres primeros discos, pero Hodgson no es de ellos. “Para mí, grabar un álbum no se reducía a utilizar las canciones más potentes”, dice. “Era como preparar una comida completa: primero los entrantes, después el primer plato, etc. Quería que cuando alguien terminase de escuchar el disco tuviese la sensación de haber sido transportado a alguna parte. No quería que se cansasen de escuchar a mitad del disco”.

Bob Siebenberg, el batería de Supertramp, siempre elige en las entrevistas a ‘Crime of the century’, de 1974, como su álbum favorito. Sin embargo, Hodgson prefiere ‘Crisis? What crisis?’, disco de 1975. “Me gusta mucho ‘Crisis? What crisis?’. Es una gran colección de canciones, incluso aunque no quedé muy contento con las grabaciones”, dice Hodgson.  “Creo que las canciones que incluía no alcanzaron todo su potencial. Sé que podrían haber mejorado mucho, sobre todo durante el proceso de mezclado”.

Las sesiones de grabación de ‘Crisis? What Crisis?’ se vieron afectadas por muchas presiones externas. “Aquel disco fue todo un reto”, dice Hodgson. “Era el inmediatamente posterior a ‘Crime of the century’ y además no nos dieron el tiempo suficiente para prepararlo. Teníamos una gira a la vuelta de la esquina y debíamos acabar el disco cuanto antes. Incluso el título del álbum se nos ocurrió a partir de todo aquello. Dijimos: ‘Esto parece una crisis’. Fue algo muy estresante”.

Según Hodgson, las mezclas del siguiente disco, ‘Even in the quietest moments’, de 1977, sí fueron las mejores posibles. “Aquel fue mi álbum, y después vino ‘Breakfast in America’, en el que me di cuenta de que habíamos conseguido una combinación de canciones que era mágica”, dice Hodgson. “Para entonces ya habíamos allanado el terreno y teníamos un público fiel, pues llevábamos varios años saliendo de gira”.

Aunque el Grammy al Mejor Album de aquel año, 1979, se lo llevó ‘52nd Street’, de Billy Joel, ‘Breakfast in America’ arrojó varios singles de éxito: ‘The logical song’, ‘Goodbye stranger’, ‘Breakfast in America’ y el himno introspectivo ‘Take the long way home’. Hasta la fecha, ese disco ha vendido más de 18 millones de copias, y a principios de 2007 el grupo de rap Gym Class Heroes utilizó varias partes de la canción ‘Breakfast in America’ para su single ‘Cupid’s chokehold’.

La suave voz de Hodgson se vuelve todavía más suave cuando le preguntamos sobre sus interpretaciones a la guitarra. El casi nunca aparece en los primeros puestos de las listas de guitarristas famosos, pero no cabe duda de que su estilo tocando este instrumento, igual que el Phil Manzanera, de Roxy Music, es único e inolvidable.

“Yo nunca he sido un guitarrista al uso”, dice entre risas Hodgson, que es fan devoto de Jimi Hendrix y George Harrison. “Casi todos los guitarristas aprenden con el blues, pero yo desarrollé mi propio estilo primitivo. Tengo un sentido melódico y, si me esfuerzo lo suficiente, normalmente puedo conseguir el sonido de guitarra que quiero”.

A Hodgson no le importa que le hagan preguntas sobre una posible reunión de Supertramp, e incluso a veces anima a que le pregunten por el tema. “Sí, volvería a salir de gira con ellos”, dice. “Lo haría, pero ahora mismo eso depende de Rick Davies. Me encantan las canciones de Rick, y creo que me sentiría bien volviendo a tocarlas”.

De momento, se siente bien tocando, al principio de cada uno de sus conciertos ‘Give a little bit’, uno de sus temas más famosos. “Esa canción tiene vida propia”, dice Hodgson, “y nunca ha estado tan viva como ahora. Los Goo Goo Dolls consiguieron un gran éxito con ella, y casi todas las semanas recibo peticiones para usarla. Hallmark me la acaba de pedir para utilizarla en una campaña por Africa”.

“En realidad, lo más hermoso de la canción es su sencillez”, añade. “Sólo habla de preocuparse por los demás, y de dar un poco a los demás. No habla de dar mucho, sino solamente un poco”.

Hodgson dice que la parte más reconfortante de ‘Give a little bit’ no se encuentra en su sonido. “Empiezo mis conciertos con ‘Give a little bit’ porque esta canción hace que la gente abra su corazón”, dice. “Es muy hermoso comprobar cómo responde el público al escucharla”.