Artículo de Eric Volmers aparecido en "The Calgary Herald" con motivo de la actuación de Roger en dicha localidad canadiense y de su intervención en "Canadian Idol", concurso equivalente al "Operación Triunfo" español.

Roger Hodgson parece una rara elección para el papel de profesor exigente de la pandilla de jóvenes promesas que participan en el concurso de televisión ‘Canadian Idol’. Pero este esbelto cantautor de voz suave, más conocido por haber proporcionado su peculiar forma de cantar a una larga serie de éxitos del pop progresivo en los años 70 y 80 con su banda Supertramp, parece realmente entusiasmado con el hecho de que los productores del programa le hayan pedido ser uno de sus mentores oficiales.
 
El próximo mes de Agosto y a sus 56 años, el antiguo líder de Supertramp, que tenía 19 cuando el grupo publicó su primer álbum, ejercerá de maestro de los cantantes supervivientes del concurso a través de algunas de las canciones más inolvidables de Supertramp.
 
Y el ya casi legendario compositor admite que tiene curiosidad por ver cómo esos jóvenes cantantes se enfrentan a algunos de los ejercicios vocales requeridos para interpretar temas como ‘Dreamer’ y ‘Take the long way home’.
 
“Será interesante encontrar concursantes que puedan cantar en el mismo registro de voz que yo”, dice Hodgson durante una entrevista en un restaurante de Calgary. “Para mí será algo totalmente diferente”.
 
La aparición de Hodgson en ‘Canadian Idol’ es otro indicativo de la larga relación que el músico británico ha tenido con este país. Aunque lleva viviendo en California desde los años 80, dice que la devoción que siempre han sentido los canadienses por Supertramp hace que para él este sea su segundo hogar. Hubo una época en la que se estimaba que uno de cada veinte canadienses tenía en casa los discos ‘Breakfast in America’ y ‘Crime of the century’.
 
“Fue un fenómeno verdaderamente increíble”, dice. “Triunfamos antes en Canadá que en Estados Unidos, y siempre hemos tenido un intenso romance amoroso con Canadá. Estoy muy contento de haber vuelto aquí”.
 
Hodgson actuará en el Casino Deerfoot de Calgary esta noche y mañana. El miércoles fue el “invitado sorpresa” de la undécima edición del Stampede Roundup, un festival privado al aire libre que se celebra anualmente en Fort Calgary y está patrocinado por cinco corporaciones locales.
 
También participaron en el festival Blue Rodeo y el canadiense Ian Thornley, el antiguo cantante de Big Wreck. En su día Thornley se quedó tan impresionado con ‘The logical song’, de Hodgson, que uno de los grandes éxitos que compuso para Big Wreck, ‘That song’, está basado en la experiencia de haber escuchado dicha canción.
 
Hodgson llegó a Calgary el martes para comprobar las aptitudes de algunos músicos durante los ensayos que se hicieron en el Gran Teatro con vistas al festival, que tiene capacidad para unas diez mil personas.
 
A pesar de que Hodgson dejó Supertramp hace más de veinte años, todavía se le recuerda por la época en la que lideró aquella banda de rock progresivo. Formado a finales de los 60, el grupo vendió más de cincuenta millones de discos durante sus años dorados en la década de los 70 y principios de los 80.
 
Al disponer de unas inclinaciones más espirituales y un gancho pop más elegante que otras bandas de rock de su época como REO Speedwagon, Journey y Styx, Supertramp se convirtió en un grupo que llenaba estadios por toda Europa y Norte América. Y aunque no siempre tuvieron críticas favorables (la revista ‘Rolling Stone’ describió una vez los primeros trabajos de Supertramp como “sacudidas confusas y sin melodía”), los contagiosos singles pop de Hodgson han resistido bastante bien el paso de los años.
 
‘Give a little bit’, ‘Take the long way home’, ‘It’s raining again’, ‘The logical song’, ‘Dreamer’ y ‘Breakfast in America’ siguen formando parte del menú diario de las emisoras de rock clásico. Y el artista no se opone a complacer a los fans que acuden a sus conciertos en busca de nostalgia y esperan escuchar aquellos éxitos del pasado.
 
Aunque sus conciertos actuales se parecen poco a aquellos en los que Supertramp llenaba estadios durante sus días de gloria, Hodgson dice que los recintos más íntimos le ofrecen una oportunidad de “conectar con el público y con las canciones de una forma más profunda”.
 
Para las actuaciones en el Casino Deerfoot, Hodgson sólo estará acompañado por un saxofonista y por sus propios instrumentos, la guitarra y los teclados. Pero Hodgson insiste en que estas versiones de las canciones con una instrumentación menor no ponen en peligro el ambiente orquestal que tenían originalmente.
 
“Nunca me he cansado de estas canciones”, dice. “Parecen ser de hoja perenne. Creo que algunas de las grabaciones pueden sonar anticuadas, pero las canciones, y la forma en que las toco, siempre parecen frescas”.
 
Todavía no ha llegado la hora en que Hodgson se reúna con sus antiguos compañeros. Aunque Supertramp sigue haciendo giras repletas de nostalgia y publicando discos periódicamente bajo el liderato del cofundador del grupo Rick Davies, Hodgson no prevé ninguna reunión en breve.
 
“No lo creo”, dice. “Ahora estoy haciendo otras cosas y me estoy divirtiendo mucho con ello. Hace un par de años estuve abierto a una reunión y consideramos seriamente esa posibilidad, pero al final no pasó nada. Así que he seguido adelante, y ahora soy mucho más feliz”.