Reportaje de Tim Arsenault para el “Halifax Chronicle Herald” realizado durante la promoción de “Rites of passage” en Canadá.

Roger Hodgson dice que se siente bien después de haber dejado una de las bandas más famosas de finales de los años 70 y principios de los 80 en la cima de su popularidad. El cantante y compositor de origen británico aportó la mitad de las canciones de Supertramp, y con sus cautivadoras baladas actuaba de "McCartney" edulcorando las tendencias más "Lennon" de su colega fundador del grupo, Rick Davies.
 
La banda llevó su melódico rock progresivo hasta lo más alto del mercado estadounidense en 1979 con el álbum ‘Breakfast in America’, pero ya había alcanzado el éxito en Canadá desde la publicación de ‘Crime of the century’ en 1974, e incluso había dado algunos conciertos en la costa atlántica del país.
 
Hodgson permaneció en Supertramp mientras se publicaba en 1980 ‘Paris’, un disco en directo, y en 1982 ‘Famous last words’, un álbum de estudio. El año siguiente dejó el grupo, y no en los mejores términos respecto a Davies.
 
Después de diez años sin editar nada, Hodgson, asentado en el norte de California, publica de forma independiente ‘Rites of passage’, la grabación de un concierto en California que mezcla material nuevo con éxitos de Supertramp como ‘Give a little bit’, ‘The logical song’ y ‘Take the long way home’.
 
"¿Sabes? Estoy disfrutando con ello y eso es lo más importante", dice respecto al nuevo álbum con su voz suave durante una entrevista telefónica desde Montreal. "Casi todos los discos que he grabado en el pasado no he podido escucharlos durante al menos un año. Creo que con este no me ocurre lo mismo porque es en directo, y esa energía y esas imperfecciones crean adicción".
 
Hodgson, de 47 años, compuso algo durante su inesperada década sabática, pero dice que dedicó la mayor parte de su tiempo a ser un hombre de familia y a liberarse de la presión de haber estado en un grupo que vendía decenas de millones de discos. "No esperaba que esto me llevase tanto tiempo, pero así ha sido. Han pasado muchas cosas en mi vida y me siento bien con lo que tengo, así que aquí estoy", dice.
 
"Soy un superviviente, y esta industria tiende a devorar a la gente. El éxito también devora a la gente, es como una gran bola de fuego. Ahí tienes a Michael Jackson, sólo Dios sabe en qué bola de fuego se encuentra ahora. Debe ser un infierno. Pero incluso a mi nivel, el éxito es algo que pone tu mundo patas arriba. Había una parte de mí que no estaba segura de si quería volver a los escenarios”.
 
Su nerviosismo estaba relacionado con el hecho de tener que venderse como artista en solitario en vez de como parte de un grupo, lo cual piensa que es algo mucho más cómodo. Casualmente, su antiguo socio Davies acaba de embarcarse en una nueva versión de Supertramp que incluye a un sustituto que canta las viejas canciones de Hodgson.
 
"Cuando dejé Supertramp era una época en la que me ocurrieron muchas cosas a nivel personal", dice Hodgson. "Me convertí en padre de dos niños y dejé el grupo, y ambas cosas supusieron un gran cambio en mi vida. Llevaba catorce años con Rick en Supertramp y lo había dado todo por el grupo. Me costó tiempo encontrar mi lugar como artista en solitario, pues yo no tenía demasiadas ganas de ser un artista en solitario. Simplemente acabé siéndolo. Es algo muy distinto".
 
Con ‘Rites of passage’, Hodgson vuela libre como un pájaro. Con la ayuda de su esposa, Karuna, está promocionando el disco en distintas fechas por varias zonas del mundo. La pareja ha creado su propia compañía de discos, Unichord Productions, para dar a conocer el trabajo de Hodgson.
 
"He sentido diferentes emociones con ello", dice. "Es estupendo tener el control de tu producto, pues puedes hacer con él lo que quieras. Esa es una gran libertad. Pero también es mucho trabajo y hemos tenido que financiar la mayor parte del proyecto. Es algo duro pero reconfortante, y en definitiva es algo que realmente quería intentar hacer".
 
Hodgson dice que sus experiencias con una gran compañía de discos (A&M) fueron buenas, tanto cuando estaba en Supertramp como en sus dos primeros discos en solitario. "Pero ahora es una situación diferente. Me parece bien probar con compañías más pequeñas, darles trabajo y sentir su entusiasmo".
 
A pesar de la presencia durante la conversación telefónica de un publicista más preocupado en la época de Hodgson en Supertramp, el artista parece sentirse en paz con su éxito en el pasado. "Estoy muy orgulloso de la mayor parte de lo que hicimos como grupo y de lo que yo hice como compositor. Creo que hubo canciones impresionantes. Musicalmente hablando, me gusta casi todo lo que he hecho", dice.
 
"Siempre he pensado que Supertramp era posiblemente el grupo más desconocido del mundo, porque la prensa no nos prestaba mucha atención. Nunca fuimos una banda que estuviera de moda. No provocábamos ningún escándalo, así que la prensa no tenía demasiadas cosas que escribir sobre nosotros. Pero los fans amaban al grupo con pasión".
 
‘Rites of passage’ es una gran demostración de que Hodgson ha sido un destacado compositor e intérprete. Su inconfundible voz y su sensibilidad melódica llena de melancolía están muy arraigadas en el pop tradicional. "La verdad es que Supertramp nunca siguió las tendencias. Ibamos a lo nuestro, sin pensar en si estaba de moda o no, y dejábamos que la gente decidiera. Una canción buena será siempre una canción buena", dice. "Me interesé por la tecnología y los ordenadores, e incluso grabé así un álbum en solitario, pero me parece que mi voz y mi identidad funcionan mejor con instrumentos naturales, con instrumentos de verdad tocados por personas de verdad".
 
Hodgson marca los orígenes de su interés por la música pop en el gran trabajo de músicos británicos como Steve Winwood, Pete Townsend y, por supuesto, los Beatles. "Era una época con una gran cantidad de buena música, sobre todo en Inglaterra. Y cuando los Beatles se separaron, fue como si nos quedásemos sin nuestros líderes, porque daba la impresión de que habían dado un paso equivocado".
 
Hay una tendencia actual que atrae el interés de Hodgson: la creciente popularidad de las cantantes y compositoras del sexo femenino. "Están componiendo grandes canciones a partir de ideas importantes", dice. "Me encanta que las mujeres lideren el panorama actual".
 
En el futuro es posible que otro Hodgson alcance también el éxito. Andrew, su hijo de 16 años, toca la batería y el piano y canta una de sus sofisticadas composiciones en ‘Rites of passage’. "Lo hemos pasado bien tocando juntos, y a él le encanta estar conmigo en el escenario, pero también tiene ganas de hacer su propia música con sus propios compañeros", dice. "Probablemente volvamos a hacer algo juntos porque ambos nos respetamos mucho mutuamente".
 
Hodgson dio algunos conciertos acústicos íntimos durante sus recientes visitas promocionales a Toronto y Montreal, y está preparando una gira más larga. "Me encantaría venir a hacer una gira por Canadá", dice. "Todavía es pronto para hablar de ello, pero nada me gustaría más que venir a tocar a algunas ciudades en las que la gente no ha podido verme, como Halifax y Moncton".

Hodgson dice que verle tocar ahora es ver a una persona distinta a la que tocaba en Supertramp. "Ahora tengo más confianza y soy más abierto. Y creo que estoy cantando mejor que nunca. Todavía puedo alcanzar aquellas notas".