Artículo escrito por Dave Ling para la sección "Las historias que hay detrás de las canciones" de la revista musical inglesa "Classic Rock".

Entre las posesiones más valiosas de Roger Hodgson se encuentra un cuaderno que contiene cientos de sus propias canciones. Cuando empieza a trabajar en un nuevo disco, el antiguo cantante y teclista de Supertramp hojea las páginas de ese cuaderno, buscando entre el material inédito qué canciones elegir para ser grabadas.

En 1974, una canción que se hallaba en una de esas páginas estaba a punto de lanzar a Supertramp hacia el estrellato. Las pobres ventas de los dos primeros discos de la banda británica habían provocado la marcha de Stanley August Miesegaes, un millonario holandés que había financiado la formación del grupo.

Sin embargo, Hodgson insiste en que no sintió ninguna presión al preparar ‘Crime of the century’, el que muchos consideran mejor álbum de Supertramp. “Hasta entonces no habíamos tenido ningún éxito, así que no teníamos nada que perder”, dice el afable Hodgson. “Fue una época maravillosa en la que me dediqué a componer y grabar canciones por el simple placer de hacerlo. Fue por aquel entonces cuando escribí ‘Breakfast in America’, ‘It’s raining again’, ‘A soapbox opera’ y algunas más”.

De hecho, la canción que le dio el impulso necesario a la carrera de Supertramp databa de tres años atrás, cuando la sociedad de Hodgson y el otro fundador, cantante y teclista de la banda, Rick Davies, era todavía fresca y nueva. “Rick y yo acabábamos de comprar el primer piano eléctrico Wurlitzer del grupo, y ‘Dreamer’ estalló en mi cabeza un día que me encontraba en casa de mi madre, en Portsmouth”, recuerda Hodgson. “Como no tenía batería, hice una maqueta con una grabadora de dos pistas golpeando cajas de cartón y cristales, añadiendo después un buen número de armonías vocales. El sonido resultante fue mágico”.

Cuando los primeros intentos de incluir ‘Dreamer’ en un disco fracasaron, el grupo decidió reservarla para cuando llegasen tiempos mejores. Y volvieron a intentarlo en 1974, con el productor Ken Scott, que ya había trabajado con David Bowie. Scott grabó la canción en pequeños segmentos y después los unió. Su experiencia resultó ser crucial.

El éxito de ‘Dreamer’ puede atribuirse a un buen número de ingredientes, entre ellos el uso del xilofón para sustituir la frase “put your hands in your head” al final de la canción. Y el estilo vocal de Hodgson, con ese característico tono agudo, fue igual de importante. “Entonces, igual que ahora, mi voz era algo que la gente adoraba u odiaba”, bromea Hodgson.

Curiosamente, en los créditos de ‘Dreamer’ aparecen Hodgson y Davies a partes iguales. “Ambos componíamos por separado, pero nos pareció más democrático firmar todas las canciones juntos, al estilo de lo que hacían Lennon y McCartney”, explica Hodgson. “Fue más tarde cuando nos dimos cuenta de las repercusiones económicas que esto podía tener”.

Habían pasado tres años desde que Supertramp publicase su anterior álbum, así que en A&M Records no tenían muchas expectativas sobre ‘Crime of the century’. “Como ‘Indelibly stamped’ había sido un fracaso absoluto, en la compañía de discos ni siquiera se acordaban de nosotros”, señala Hodgson. “Cuando nos presentamos allí con las maquetas de ‘Crime of the century’, nos dijeron: ‘¿Quiénes sois vosotros? ¿Super qué?’”.

Con la ayuda de John Peel y una aparición en el programa televisivo de la BBC ‘The Old Grey Whistle Test’, ‘Dreamer’ consiguió triunfar como single en Gran Bretaña y ayudó a impulsar al álbum ‘Crime of the century’ hasta el número 4 de las listas. En Estados Unidos esta canción no se hizo popular hasta que ‘Breakfast in America’ llegase al primer puesto de las listas cinco años más tarde.

En 1983, después de darse cuenta de que Supertramp había llegado todo lo lejos que podía llegar, Hodgson dejó el grupo para emprender una carrera en solitario y para pasar más tiempo con su familia. “Es una decisión de la que a veces me he arrepentido”, admite Hodgson, “pero la unidad y la pasión de la época de ‘Crime of the century’ habían desaparecido”. Esa sensación se hizo más evidente cuando años más tarde Hodgson vio a sus antiguos compañeros tocar en directo sin él. “Al menos no tocaron ‘Dreamer’”, dice con una sonrisa. “Debe ser bastante difícil hacerlo, incluso para ellos”.

El intento de Hodgson por volver a reunir a Supertramp en 1990 fracasó cuando “el negocio pasó a tomar un papel más importante que la propia música”. Y hace un par de años, cuando él y Davies volvieron a tener en cuenta esa posibilidad, tampoco se pusieron de acuerdo sobre determinados puntos claves. “Nunca voy a decir ‘nunca jamás’ a esa reunión”, confiesa Hodgson. “Pero por ahora estoy muy ocupado reuniéndome con mis fans y con mis canciones”.

Ese proceso dio comienzo en 2000 con ‘Open the door’, su primer disco en solitario después de trece años, y continúa con una gira de seis conciertos por Gran Bretaña programada para el próximo mes de Octubre. Aunque han pasado más de veinte años desde que Hodgson hiciese su última gira por aquí, el pasado mes de Julio actuó en el Estadio de Wembley ante sesenta mil personas y una audiencia televisiva mundial durante el concierto homenaje a la Princesa Diana.

“Por entonces tenía laringitis y no estoy muy seguro de si canté o di berridos, pero me agradó mucho aceptar la invitación de los Príncipes Guillermo y Enrique”, dice Hodgson. “No conocí en persona a la Princesa Diana, pero siento una gran admiración por ella y por todo lo que hizo. El Príncipe Guillermo me contó que cuando él y su hermano eran niños solían sentarse con su madre a escuchar canciones de Supertramp, lo cual me llegó muy adentro. Gracias a ellos tengo grandes esperanzas sobre el futuro de Inglaterra”.

Cuando las cintas maestras de ‘Paris’, el disco doble en directo de Supertramp, fueron encontradas recientemente en el establo de Bob Siebenberg cubiertas de barro (o tal vez de otro material un poco más oloroso), se dispararon los rumores sobre una revisión de este clásico de 1980, y de hecho en breve podría haber buenas noticias al respecto.

“Lleva muchos años hablándose de la publicación de una antología completa de Supertramp”, dice Hodgson. “Se trata de algo que por mi parte sería bienvenido, pero no quiero crear falsas esperanzas hablando sobre una hipotética fecha en la que podría estar disponible”.