Reportaje de Kathryn Lay publicado en el periódico galés "South Wales Evening Post", con motivo del paso de la gira 2007 de Roger Hodgson por Cardiff.

Roger Hodgson era un chico de una ciudad pequeña que en los años 70 se encontró en medio de la vorágine del rock and roll formando parte del mega-grupo Supertramp. ‘Give a little bit’, ‘Breakfast in America’, ‘Dreamer’ y ‘The logical song’ fueron himnos sobre la frialdad del siglo XX y los últimos vestigios musicales sobre la paz y el amor.

Esas canciones empujaron a Supertramp hacia el estrellato casi a la vez que la banda entraba en el circo del absurdo. Roger Hodgson, cantante, compositor y teclista, abandonó entonces el grupo para dedicarse a criar a sus hijos, y esa es una de las decisiones de las que más orgulloso se siente.

Hemos hablado con él durante su actual gira en solitario, dentro de la cual actuará en el St. David’s Hall de Cardiff el lunes 1 de Octubre, y que hizo una parada en el concierto homenaje a Diana de Gales que organizaron los Príncipes recientemente.

Sin embargo, según Hodgson, su familia sigue siendo su principal prioridad. “Vivo en California, pero soy de un pequeño pueblo próximo a Reading (East Hendred). Mi madre sigue viviendo cerca de Witney (Oxfordshire), y la veo siempre que puedo”.

“En la época dorada de Supertramp yo sólo vivía, respiraba y pensaba por el grupo, pero cuando me convertí en padre me di cuenta de que ambas cosas eran incompatibles”, dice Hodgson. “Y yo no quería ser un padre que no estuviese junto a sus hijos”.

Así que decidió abandonar la formación en un momento en que en la radio no dejaba de sonar Supertramp. Hodgson se siento satisfecho con aquella decisión, más todavía ahora que está disfrutando de un renacimiento menos frenético de su carrera musical.

“Ahora doy conciertos en solitario y acompañado de orquesta. Son muy diferentes a los conciertos que daba con Supertramp, pero me encantan porque son muy íntimos”, asegura Hodgson. “Dar un concierto debe ser algo así como devolverle al público algo de lo que te ha dado, y eso es lo que yo intento. Estoy muy agradecido por tener la oportunidad de poder hacerlo”.

Después de participar como mentor en la versión canadiense del concurso televisivo ‘Pop Idol’, Hodgson tiene su propia opinión sobre la actual industria de la música, sólo ocupada en crear nuevas estrellas, algo muy diferente a lo que él vivió cuando a sus 19 años grabó el primer disco de Supertramp.

“Yo tenía 13 años cuando los Beatles triunfaron, y aquello cambió mi vida”, dice Hodgson. “Ellos marcaron el camino a seguir, así que cuando entré en Supertramp me preguntaba si nosotros seríamos capaces de hacer algo a la altura de lo que habían hecho ellos”.

“Ahora la industria musical es totalmente distinta, y participar en ‘Canadian Idol’ ha sido una experiencia muy interesante para mí”, prosigue Hodgson. “Los artistas con los que he trabajado allí son buena gente y tienen mucho talento, pero hoy en día se trata más de ser una estrella que un artista, y el éxito te llega de la noche a la mañana o no te llega nunca. Es algo brutal, pues son chicos muy jóvenes y de repente la vida les cambia por completo, con lo que tienen muchas posibilidades de perder el rumbo”.