Cuando llegó el tan ansiado momento reconozco que después de leer muchos comentarios y artículos, había bajado el listón un pelín. Días atrás había decido que YO no iba a ayudar a llenar los bolsillos de nadie al comprar el Pendrive.

El concierto empezó veinte minutos tarde y se notaba que la gente empezaba a ponerse nerviosa. Si eramos 18.000 personas es lógico que cuesta un poco sentar a todo el mundo. La organización dentro del recinto está muy bien, pero la que hay por fuera deja mucho de desear. Sólo te dicen donde NO puedes aparcar. Y si eres de pueblo como yo...
Cuando por fin empezó el concierto, no sabía si reir o llorar de la alegría que sentía. Hace mucho tiempo que no me sentía tan feliz, y sé que nunca olvidaré las dos horas que pasé anoche en el Palau Sant Jordi. !Y tengo el pendrive por si algún día me olvido de algo!

Yo también noté que en momentos determinados la voz de Rick estaba al límite y creo que el Setlist ha sido creado para también permitirle descansar la voz de vez en cuando.

Resumiendo, este concierto ha superado mis expectativas y si este ha sido la última vez que puedo ver el grupo, me he quedado con muy buen sabor de boca. De hecho, si hace un año alguien me hubiera dicho que este año iría a ver un concierto de Supertramp, que más se parece al Supertramp de mi juventut, no le hubiera creido.

Por cierto, por lo menos quince personas me preguntaron de dónde había comparado la camiseta. He hecho propaganda de la página web.